Reconocer a tiempo los síntomas del asma es crucial para poder darle un tratamiento adecuado, pero antes es importante definir qué es el asma, cuáles son sus principales síntomas y cuáles son los desencadenantes.
¿Qué es el asma?
El asma es una enfermedad respiratoria, caracterizada por un estado de inflamación crónica intermitente que genera hipersensibilidad y aumento de secreción en las vías aéreas, especialmente, en los bronquios. Usualmente se manifiesta mediante crisis o episodios de broncoespasmo (cuando se congestionan los bronquios de un momento a otro) que son llamados ataques de asma.
Aunque es más frecuente en niños, también puede afectar a adultos a cualquier edad, siendo sus síntomas similares en todos los grupos afectados. Es importante conocer que la severidad de presentación de los síntomas del asma puede variar inclusive en la misma persona en diferentes momentos de su vida.
Síntomas del asma
No todos los episodios de tos o dificultad respiratoria implican que el paciente sea asmático, por lo que es muy importante reconocer los síntomas del asma y acudir al médico cuando estos se presentan para realizar un diagnóstico acertado y definir el mejor tratamiento ajustado a cada paciente. En este artículo hablaremos sobre los síntomas del asma y cómo reconocerlos.
Dificultad respiratoria
También conocida como disnea. La persona siente que no está respirando adecuadamente y necesita realizar inspiraciones profundas para sentir que el oxígeno llega correctamente a sus pulmones. Debido a la dificultad respiratoria, el paciente puede tener una respiración rápida alternada con episodios de tos.
Dolor toráxico
Debido a la dificultad respiratoria, el paciente siente la necesidad de respirar más profundo y para esto, utiliza sus músculos intercostales y supraclaviculares con la finalidad de expandir el tórax. A estos grupos musculares se le conocen como músculos accesorios de la respiración y al ser utilizados de manera repetitiva se genera dolor toráxico.
Sensación de opresión toráxica
Junto con la dificultad respiratoria, otro síntoma frecuente es la sensación de opresión toráxica, por lo que muchos pacientes se quejan de tener el pecho presionado o apretado cuando comienza un ataque de asma.
Tos
Es un reflejo de la vía respiratoria que se produce con la finalidad de expulsar cualquier contenido, secreción o cuerpo extraño alojado en su interior. En el caso del asma, el paciente tiene tos seca o asociada a flema (expectoración) debido al aumento de secreción en el interior de los bronquios. Generalmente la tos se exacerba en horas de la noche, posterior a un ejercicio físico (trotar, jugar, etc), comer o reírse.
Sibilancias
Conocidos comúnmente como silbidos o silbatos. Se presentan comúnmente durante la espiración (o exhalación), aunque pueden darse en todas las fases de la respiración. Se presentan por acumulación de secreciones a nivel bronquial, que generan resistencia e impiden que el aire salga fácilmente por la vía respiratoria produciendo ese sonido característico.
Sensación de pánico
Muchas personas padecen sensación de angustia ante una crisis de asma porque sienten que no pueden respirar. Sobretodo, en aquellas que ya han tenido crisis severas que han ameritado consulta a urgencias y estancias hospitalarias.
Palidez
Debido a la falta de oxígeno en los tejidos, ocurre palidez acentuada en cara y mucosas de la boca, ojos y nariz durante una crisis asmática. Esta palidez igualmente puede acompañarse de sudoración de cara y manos.
Otros síntomas
Un ataque de asma típico se caracteriza por la aparición de dificultad respiratoria acompañada de dolor u opresión toráxica, tos y sibilancias, sin embargo, cuando otros síntomas se asocian se debe pensar en la presencia de alguna posible complicación y debe ser atendida lo antes posible.
Estos síntomas son fiebre, debilidad, desvanecimiento, cianosis en los labios y dedos (coloración violácea) y pérdida del apetito, que indican la presencia de una infección respiratoria como bronquitis aguda o neumonía y debe ser diagnosticado por un médico para iniciar tratamiento.
¿Qué desencadena los síntomas de asma?
No existe una causa definitiva que explique cómo se produce el asma, sin embargo, estudios demuestran que existe un componente genético importante (hijos de personas alérgicas o asmáticas tienen más probabilidad de desarrollarla) y otro componente alérgico.
El contacto de sustancias externas llamadas alérgenos desencadena una respuesta inflamatoria a nivel bronquial, que genera aumento de secreciones y congestión en la vía aérea. Algunos de estos alérgenos son los ácaros, animales con pelaje, contacto con insectos, el polen de las flores, los olores fuertes de detergentes, perfumes y líquidos de limpieza, los climas húmedos y fríos, contaminación ambiental, paredes con humedad y hongos, polvo en alfombras, entre otros.
Algunos de los desencadenantes más importantes de las crisis asmáticas son las infecciones respiratorias, que van desde un simple resfriado común hasta la rinitis, sinusitis, faringoamigdalitis, bronquitis y neumonía. En pacientes asmáticos, casi siempre se desarrolla una crisis posterior a una infección respiratoria.
Es importante saber, que no todos los pacientes que tiene una infección respiratoria son asmáticos. De hecho, en algunas infecciones el paciente puede ameritar nebulizaciones, pero esto no implica que en el futuro se desarrollen episodios similares, tal como sucede en los pacientes asmáticos.