Consejos para aliviar el dolor de espalda
El dolor de espalda debería extinguirse en un par de días, con algún efectivo remedio casero para eliminar la inflamación y aliviar el dolor de espalda. También prueba las soluciones de acción rápida descritas más abajo para un alivio inmediato. Luego, lo más pronto posible, vuelve a moverte con suavidad. Cuando tu espalda esté moderadamente mejor, haz los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento – todos los días, sin fallar – y en cuatro o seis semanas, tu espalda debería volver a estar bien.
Aplicar hielo primero, calor después
Como un paliativo del dolor de espalda, el hielo funciona bien. Bloquea las señales de dolor en la espalda y ayuda a reducir la inflamación. Varias veces al día coloca hielo envuelto en una toalla en la zona dolorida, hasta 20 minutos. Durante los primeros días de tratamiento en casa, aplica hielo con la frecuencia necesaria.
Después de unas 48 horas cambia a un calor húmedo para estimular el flujo sanguíneo y reducir los espasmos. Sumerge una toalla en agua muy caliente, exprímela y luego dóblala.
Recuéstate sobre el estómago con almohadas bajo las caderas y tobillos. Coloca la toalla húmeda sobre la zona de la espalda dolorida, cúbrela con un plástico, luego pon una almohadilla eléctrica – en el nivel medio – encima y déjala durante 20 minutos.
Masaje para el dolor de espalda
Pida a su pareja o a un amigo cercano que te dé un masaje para aliviar el dolor de espalda. Si deseas usar una crema o pomada que se vende como “fricción de espalda”, hazlo, pero, con cuidado, pues estas cremas tópicas tienden e causar irritación en la piel después de unas cuantas aplicaciones. Para un masaje de espalda, rellena un calcetín grande con varias pelotas de tenis, ata el borde y pide a tu pareja o alguien cercano que lo ruede de arriba abajo por su espalda.
Da masaje con un linimento tradicional. Escoge uno que contenga mentol, dietilamina o salicilato de glicol. Todos son parecidos y tienen propiedades que mitigan el dolor de espalda. Las cremas, conocidas como contrairritantes, estimulan las terminaciones nerviosas en la piel, distrayéndole del dolor de espalda más profundo. Cuando las uses también te estarás dando un masaje, y la presión en las manos combinada con la acción en la superficie proporciona un doble beneficio.
Tu médico puede describir una crema que contenga capsaicina, la substancia activa de los pimientos picantes, productora de calor. Aplicada en la piel, la capsaicina reduce un neuroquímico de las terminaciones nerviosas llamado sustancia P. Los investigadores han comprobado que es esencial para las sensaciones de transmisión de dolor al cerebro, así que cuando hay menos de esta sustancia en circulación, el dolor de espalda disminuye. Puede ser que tenga que usar la crema varias semanas para un efecto completo. Suspensa su uso si aparece cualquier irritación en la piel.
Prueba estos remedios herbales para el dolor de espalda
Emplea bromelaína tres veces al día con el estómago vacío. Esta enzima, derivado de la piña, promueve la circulación, reduce la inflamación y ayuda a su cuerpo a reabsorber los productos derivados de la inflamación.
Prueba Valeriana varias veces al día. Algunos científicos dicen que los ingredientes activos de esta hierba interactúan con los receptores del cerebro para causar un efecto sedante. Aunque por lo general los sedantes no se recomiendan, la valeriana es mucho más leve que cualquier producto farmacéutico. También puedes hacerte en infusión con la valeriana, si es de tu gusto.
Perfecciona la postura
Mantener una correcta postura ya sea al caminar, mientras estás sentado trabajando o comiendo, es fundamental para evitar el color de espalda y evitar que se agrave si ya lo padecemos, conoce cuales son las mejores posturas para terminar con el dolor de espalda.
Mejora la postura mientras caminas
Busca la postura que imponga menos estrés a su espalda. Camina derecho con el peso equilibrado en ambos pies. Inclina la pelvis hacia delante, luego hacia atrás, exagerando el movimiento. Luego ponte en la posición en que te sientas más cómodo. Luego “trabaja hacia arriba” tu espalda, concentrándote en un área a la vez. Primero cerca de la cintura, luego el pecho y finalmente el cuello y hombros. Trata de sentir cuál posición es la más cómoda y menos estresante. Esta es la que debe mantener cuando esté de pie, caminando o al empezar o al terminar un ejercicio.
Postura ideal para dormir
Cuando duermas recuéstate de espalda o de lado. Si estás más a gusto de espalda, coloca almohadas bajo las rodillas y la cabeza para libertar la presión de la espalda baja. Si prefieres dormir de lado, pon una almohada entre las piernas. En caso de ciática, la posición recomendada es sobre el estomago.
Si le gusta sentarte en la cama para leer o ver la televisión, compra un soporte grande de gomaespuma que mantenga la parte superior del cuerpo en una posición cómoda. Para añadir confort – y para mantener el cuello en la posición apropiada – usa un soporte de cuello de gomaespuma o inflable al permanecer sentado.
Como sentarse de la manera adecuada
Cuando te sientes en una silla, en la oficina o en casa, mantén los pies planos sobre el suelo, con las caderas un poco más altas que las rodillas.
Usa un soporte lumbar detrás de la espalda baja; es un cilindro de espumarajo del ancho de la silla, de unos 12 cm de diámetro. Puedes improvisarlo con una toalla enrollada, pero la versión de gomaespuma es más ligera, fácil de poner y usualmente tiene tiras para atarlo a la parte de atrás de la silla.
Permanece lejos del automóvil, pero si debes conducir coloca un soporte de gomaespuma detrás de la espalda baja.
Si estás acostumbrado a andar con una cartera en el bolsillo trasero, sácala antes de sentarte. Aunque parezca un bulto pequeño, es lo suficientemente grande para inclinar tu cadera, desviando su espina dorsal, aunque sea un poco fuera de su alineación y esto puede afectarte.
Postura correcta cuando estás de pie
Cuando estés de pie ante el fregadero lavando los utensilios de cocina o esperando en la cola del autobús, pon un pie más alto que el otro. En la cocina, ten un taburete bajo o un par de libros viejos cerca del fregadero y apoya un pie mientras estás allí. Cuando esperes en la cola, usa un escalón o bordillo. Piensa en el tradicional riel de latón de los bares, que sirve para lo mismo. Alterna los pies y cambia de posición, lo que brindará a los músculos de la espalda la oportunidad de relajarse.
A la hora de levantarse
Cada mañana, antes de levantarte, recuéstate de espaldas y lentamente estira los brazos sobre la cabeza. Con suavidad lleva las rodillas hacia el pecho, una cada vez. Para incorporarte, rueda a la orilla de la cama; ponte de lado, coloca las rodillas sobre el borde y usa un brazo para levantarte, mientras dejas caer los pies al suelo. Una vez que estés de pie, pon las manos en los glúteos e inclínate hacia atrás muy lentamente para estirar la espina dorsal.
Redacción: Equipo de Vida Lúcida