Una de las causas comunes de cuello o dolor de espalda es debido a una hernia discal. Algunas veces llamado disco «desplazado» o «roto», esta condición ocurre con mayor frecuencia en la espalda baja, así como en los discos más pequeños en el cuello. La hernia de disco puede a veces causar mucho dolor, sin embargo, la mayoría de quienes la padecen sienten realmente una mejoría con algunos meses de tratamientos simples que no involucran la cirugía.
Cómo nace una hernia discal
Hernia = una parte del cuerpo que sobresale a través de una abertura anormal; Disco = los cojines en forma de disco entre los huesos de la columna vertebral.
La columna vertebral está formada por 33 huesos conocidos como vértebra (plural, vértebra). Cada vértebra está separada de las vértebras adyacentes por discos intervertebrales, un tejido conjuntivo esponjoso pero fuerte. Los discos intervertebrales, junto con los ligamentos y las articulaciones facetarias, conectan las vértebras individuales para ayudar a mantener la alineación normal y la curvatura de la columna vertebral a la vez que permiten el movimiento.
La imagen de arriba muestra la columna vertebral entera desde lado y desde el frente. Los huesos de la columna vertebral son de color gris, y los discos intervertebrales están de color negro.
En el centro de la columna vertebral hay un canal abierto llamado canal espinal. La médula espinal y los nervios espinales se encuentran en el canal espinal, donde están rodeados por el líquido espinal y protegidos por la columna vertebral fuerte.
En cada lado de la columna vertebral, pequeñas aberturas entre vértebras adyacentes llamadas foramina (singular, foramen) permiten que las raíces nerviosas entren y salgan del canal espinal.
La columna vertebral se divide en las siguientes regiones distintas
Columna cervical: consta de siete vértebras en el cuello. Estas vértebras son pequeñas y permiten la naturaleza móvil del cuello.
Columna torácica: consta de 12 vértebras en la parte superior y media de la espalda. Estas son más grandes y más fuertes que las vértebras cervicales. Cada vértebra torácica está unida a una costilla en cada lado. Esto proporciona una rigidez y resistencia significativas a la parte torácica de la columna vertebral.
Columna lumbar: generalmente consta de cinco vértebras en la espalda baja, pero puede variar entre cuatro y seis. Estas vértebras son las más grandes porque resisten la mayor cantidad de fuerza en la columna vertebral. La columna lumbar también es más móvil que la columna torácica. Debido a estos factores, la columna lumbar es la más afectada por las condiciones degenerativas, la estenosis espinal y los discos herniados.
Sacrococccygeal: la porción más baja de la columna vertebral. La región sacrococcígea consiste en un solo hueso, hecho de vértebras fusionadas en el sacro (cinco vértebras) y cóccix (cuatro vértebras). Se adhiere a la pelvis por ambos lados. En un pequeño número de personas, puede haber un disco entre la primera y la segunda vértebra sacra. Alternativamente, la quinta vértebra en la columna lumbar (inferior) puede ocasionalmente fusionarse con el sacro, dejando solo 4 vértebras lumbares.
Cuándo ocurre una hernia de disco
Una hernia de disco ocurre cuando la porción externa fibrosa del disco se rompe o se rasga, y el núcleo en forma de gelatina se exprime. Cuando la hernia de disco comprime un nervio cercano, como en la imagen de abajo, el resultado puede ser un nervio pinzado.
Un nervio pinzado puede causar dolor, entumecimiento, hormigueo o debilidad en los brazos o piernas. La sustancia que constituye el núcleo gelatinoso del disco también puede inflamar e irritar el nervio, causando dolor adicional.
Síntomas de la hernia discal
La hernia discal generalmente produce una sensación de dolor en la parte de la espalda baja, pero además de este síntoma, el dolor se puede extender a otras áreas del cuerpo apareciendo los siguientes síntomas:
- Dolor cervical, especialmente en la parte posterior o lateral.
- Dolor profundo, cerca o sobre el lado afectado del hombro.
- Dolor irradiado al hombro, parte superior del brazo, antebrazo y en ocasiones a la mano, los dedos o el tórax.
- Empeoramiento del dolor al toser, al hacer esfuerzos o reír.
- Incremento del dolor al doblar el cuello o girar la cabeza hacia un lado.
- Espasmo de los músculos cervicales.
- Debilidad de los músculos del brazo.
Consejos para evitar la hernia discal
Para determinar si tienes una hernia de disco, tu médico te pedirá un historial médico completo y te realizará un examen físico. Un examen físico ayudará a determinar qué raíces nerviosas están afectadas.
Para ayudar a confirmar un diagnóstico de hernia de disco, tu médico puede recomendar una exploración por imágenes de resonancia magnética (MRI). Esta prueba puede crear imágenes claras de tejidos blandos como discos intervertebrales.
Sin embargo, si aún no recibes ningún diagnóstico, aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a mantenerte a raya de este padecimiento doloroso como lo es la hernia discal.
Evitar esfuerzos excesivos y malas posturas
Tener mucho cuidado tanto en el trabajo como en los juegos, para no hacer esfuerzos excesivos levantando objetos pesados en una postura incorrecta, poniendo en riesgo de lesión los discos de la columna.
Controlar la obesidad
El sobrepeso añade esfuerzos en la parte baja de tu espalda y debilita los músculos. Es importante equilibrar el peso a través de la alimentación y el ejercicio. Si estás embarazada debes procurar no subir de peso excesivamente.
Realiza ejercicios para reducir el riesgo de una hernia discal
Busca una rutina de ejercicios y estiramientos que fortalezcan los músculos de tu abdomen y espalda. Estos ejercicios son ideales para mantener una postura adecuada y prevenir las hernias discales.
Evitar el cigarrillo
Los cigarrillos están compuestos por una gran cantidad de químicos que disminuyen la habilidad de tu cuerpo para absorber los nutrientes. A falta de los nutrientes, los discos se vuelven frágiles y más propensos a las hernias.
Mantener una dieta saludable
La dieta juega un papel muy importante en la absorción de nutrientes que fortalecen los discos y previenen las hernias. Debemos incluir alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales, como por ejemplo los cereales, frutas y verduras. Además, debemos empezar el buen hábito de beber agua.
Tratamientos y consejos para las hernias discales
- Las personas que sufren de hernias discales deben hacer fisioterapia para tratar este problema. Los profesionales le indicarán cuál es la postura correcta que debe tomar, cuál es la forma de levantar objetos adecuadamente, caminar, vestirse y desempeñar otras actividades.
- Cuando se esté por largos periodos sentados, lo recomendado es utilizar un soporte lumbar.
Dormir con una almohada bajo las rodillas si duermes de espaldas, entre las rodillas si duermes de costado, y bajo el vientre si duermes boca abajo. - A medida que se vaya reduciendo el problema, puedes retomar tus actividades normales, pero lentamente.
- Cuando comience el dolor, evita levantar cosas pesadas o torcer la espalda durante al menos 6 semanas.
- Suspende el ejercicio y sólo retómalo 2 o 3 semanas después del dolor. En este punto, sólo es recomendado hacer los que recomiende el fisioterapeuta.