Una inyección revierte los síntomas de la diabetes sin efectos secundarios

No hay cura para la diabetes tipo 2 en estos momentos, e incluso con las mejores prácticas y tratamientos, los niveles saludables de glucosa son difíciles de conseguir. Ahora los investigadores dicen que están trabajando en un tratamiento que potencialmente puede restaurar la actividad normal de la insulina y la normalización de los niveles de azúcar en la sangre con una sola inyección. Hasta ahora funciona sin efectos secundarios adversos, según estudios.

Con la diabetes tipo 1, el cuerpo ataca las células que producen la hormona insulina para bajar la glucosa, que es necesaria para mantener los niveles de azúcar en la sangre. Las personas con diabetes tipo 2 pueden producir insulina, pero el cuerpo no responde a ella adecuadamente y termina resistiéndose a sus efectos – esto se llama resistencia a la insulina o insensibilidad a este elemento. Al principio, el páncreas le hace frente al producir más insulina, pero con el tiempo, el páncreas deja de producir sólo lo suficiente. Un grupo de medicamentos llamados tiazolidinedionas puede restaurar las respuestas normales a la insulina, pero tiene efectos secundarios que van desde la erosión de los huesos hasta la acumulación de grasa en el hígado.

Así, un gran equipo internacional liderado por Michael Downes y Ronald Evans, del Instituto Salk para Estudios Biológicos investigó una proteína prometedora llamada factor de crecimiento de fibroblastos 1 (FGF1). Trabajos han sugerido que el FGF1 ayuda a regular la sensibilidad a la insulina, reduce la glucosa y sin efectos secundarios como pérdida de masa ósea y grasa en hígado. El trabajo fue publicado en la revista Nature esta semana.

Una sola dosis es suficiente para restablecer los niveles de azúcar en la sangre a un nivel saludable durante varios días. El tratamiento sostenido, con inyecciones repetidas durante un mes, revierte la resistencia a la insulina, restaurando la propia capacidad del cuerpo para regular los niveles de azúcar en la sangre e incluso en esas dosis más altas, el FGF1 no provocó efectos secundarios perjudiciales o causó que los niveles de glucosa se precipitaran de forma estrepitosa.

Se encontró además que el FGF1 trabaja específicamente con y a través de la insulina a pesar de encontrarse en niveles más bajos de glucosa en la diabetes, de acuerdo en lo publicado en la revista The Conversation.

Se muestra a continuación, las células llenas de grasa (en forma de pequeñas esferas blancas, -A-) que son prolíficas en el tejido hepático con diabetes tipo 2. Después de las inyecciones repetidas FGF1, las células del hígado pierden grasa con éxito y absorben el azúcar de la sangre (pequeñas esferas púrpura, -B-) y se asemejan más a las células  no diabéticas.

Los resultados son todavía preliminares, y el equipo tiene que encontrar la manera en que el FGF1 ejerza sus efectos benéficos de modo absolutamente libre de riesgos. Pero si pueden demostrar que puede funcionar sin riesgo alguno para los humanos, la proteína tiene un enorme potencial terapéutico para muchas enfermedades metabólicas caracterizadas por resistencia a la insulina. «El control de la glucosa es un problema dominante en nuestra sociedad», dice Evans en un comunicado de prensa. «Y la FGF1 ofrece un nuevo método para controlar la glucosa de una manera poderosa e inesperada.»

Investigación y redacción: Vida Lúcida