El narcisismo es un rasgo de la personalidad ligado al egocentrismo y la excesiva sobreestima. Muchas veces se trata de un rasgo pasajero o controlable, sin embargo, en casos extremos es considerado un desorden de la personalidad llamado Trastorno Narcisista de la Personalidad.
Estudios muestran que 1 de cada 10 personas en sus 20 años, sufre de Trastorno de Personalidad Narcisista, una condición en la que el individuo tiene una idea agrandada de su propia importancia, siente una fuerte necesidad de ser admirado y carece de empatía por los demás.
Para explicar con más detalle, el narcisismo es la expresión del ego que todos tenemos. Sin embargo, esta condición es un mayor nivel de inconsciencia del ego. Los narcisistas carecen de niveles básicos de empatía por los demás. El sello distintivo de un narcisista es una falta de voluntad para desentrañar el ego falso para vivir auténticamente.
El narcisista se desarrolla en el miedo de los demás. Es una estrategia insatisfactoria, lo que requiere un drenaje constante de la vitalidad de los demás. Los narcisistas no han aprendido que el único poder verdadero es el amor – de uno mismo, otros, o en general. Y si alguna vez te has enamorado de un narcisista, sabes lo doloroso que puede ser.
Pero las relaciones dolorosas son bendiciones disfrazadas. Se desenvuelven nuestras heridas más profundas para que podamos sanar. Nos liberan para ayudarnos a recuperar nuestro poder. Ellos hacen evidentes las heridas que no sabíamos que teníamos, nos obliga a dirigirnos a ellas.
10 maneras de detectar un narcisista
Así que, ¿cómo sabes con seguridad si estás tratando con un narcisista? Aquí hay 10 signos muy claros.
Hacen un monólogo de una conversación
Un narcisista no se puede permitir desviar la atención, es por eso que en una conversación tomará la primera oportunidad para acaparar la atención y convertirla en un monólogo. Al principio puede parecer hasta encantador y simpático, pero esa no es su intención.
No muestra un verdadero interés
En una cita por ejemplo, el narciso buscará temas de conversación que él domine y en donde el sobresalga, aunque puede parecer condescendiente e interesado, con el tiempo caerás en cuenta que su interés no es tan real o desinteresado.
Es impaciente
La falta de paciencia es un rasgo bastante común en un narciso, es fácil que caiga en la desesperación, sobre todo si no es el centro de atención. Es capaz de crear conflictos o problemas únicamente por llamar la atención. Por ejemplo en un restaurante no tarda mucho en quejarse de la atención o de llamarle la atención al mesero.
Siempre busca un lugar preferencial
Debido a su naturaleza narcisista, que lo creen merecer todo y lo mejor, ellos siempre buscan los lugares preferenciales a donde vayan; y además esperan un trato especial como si realmente se lo merecieran y si no es así mostrarán de manera muy evidente su frustración y esto se puede tornar en algo violento.
Son consentidores
Con el único fin de satisfacer alguna necesidad (dinero, satisfacción o algún otro interés), el narciso es un buen consentidor, amable y buscará que te sientas especial. Pero su intención no es que te sientas mejor o consentirte porque sí, ellos siempre tienen una intención oculta que tiene como único fin satisfacer alguna necesidad egoísta.
Demandan toda tu atención
Debido a que sienten bastante debilidad por ser rápidamente el centro de atención, el narcisista buscará todos los caminos para lograrlo, y una vez que lo logren demandarán exclusividad y toda la atención posible, inclusive si no encuentran esa respuesta pueden hasta molestarse o sentirse ofendidos.
Son socialmente inteligentes
Un narcisista es encantador por naturaleza, posee muchas habilidades sociales que usa como armas a su favor, sus movimientos son calculados y nunca da “puntada sin hilo”. Puede ser simpático y amable, pero casi siempre es un medio para lograr un objetivo mayor siempre relacionado a él mismo.
Critican todo
Los narcisistas encuentran fallos continuamente, es por eso que son altamente críticos y lo hacen frecuentemente. Aunque no lo suelen hacer directamente o quien corresponda, sus críticas son fuertes. Es otra de las maneras que tienen para llamar la atención y convertirse en el centro de atención, aunque con sus críticas casi nunca logran nada,
Siempre buscan el “agradecimiento” de los demás
Cada vez que hacen algo ellos lo primero que esperan es un “gracias” o un reconocimiento por su labor. Nunca hacen nada sin recibir nada a cambio, ellos esperan por lo menos lograr llamar la atención con cada acto que realizan. Decirle a un narcisista: “Todo fue gracias a usted”. Es darle en la yema del gusto.
Atraen al género opuesto
Aunque suene contradictorio, el narcisista tiene mucho éxito con el género opuesto. Ya que suelen ser encantadores, amables y consentidores; claro está que todas estas virtudes no son más que una careta que esconde intenciones egoístas, que a la corta o la larga se llegan a saber.
Otras maneras de detectar a un narcisista:
- Un narcisista a menudo te llama «loco» (y poco a poco comienzan a convencerte de que lo eres).
- Él o ella insiste en hablar de tus inseguridades personales o luchas.
- Constantemente estás siendo culpado por él o ella.
- Él o ella entra muy demostrativo de afecto en el comienzo …
- Pero luego juega al caliente y frío.
- Comienzas a sentirte obsesivo, necesitado, o dependiente después de pasar tiempo con esta persona.
- Comienzas a atacar y / o comportarte como el narcisista.
- Una vez que te das cuenta de su forma de ser, el narcisista deja de interesarse.
- Ellos están realmente dañados pero no abiertos a sanarse.
¿Por qué nos atraen los narcisistas?
La sociedad hace de estos tipos de personalidad algo glamuroso. Son los «encantadores». Los narcisistas idealizan el dolor del amor, el drama de la disfunción. La conexión a través del dolor es el nuevo atractivo. No sólo con las personalidades narcisistas, sino también con los sociópatas y psicópatas.
Así que, ¿por qué nuestra sociedad trata de normalizar esta dinámica que no es saludable? Algunos podrían argumentar que estas personalidades dominantes y manipuladoras, están haciendo mucho en nuestras decisiones de alto nivel y perpetúan una estructura de comunicación que empuja al miedo y la violencia, así como contribuyen en enormes discrepancias en la representación de los géneros.
Comienza con el patrón de los padres
Ese es el cuadro más grande. A nivel personal, el deseo de perseguir la dinámica de las relaciones no saludables por lo general comienza con el patrón de los padres. Es común ver cómo muchas mujeres altamente sensibles y empáticas experimentan una serie de relaciones narcisistas – una que por lo general se inició con los padres.
Los padres crean una plantilla para todas las relaciones futuras, y los estándares de padres que la mayoría de los adultos en 2016 experimentaron como niños incluyen el amor duro y crítica, con una falta de conciencia o empatía por las necesidades del niño. Los niños de este tipo de padres crecieron nunca sintiéndose escuchados, vistos o validados, y muchos eran emocionalmente o físicamente abusados.
Irónicamente, los narcisistas tienen las mismas heridas que los hijos de los narcisistas. La diferencia entre los dos es que el narcisista no está dispuesto a desentrañar el ego falso, que es una parte necesaria del proceso de curación.
Si estás eligiendo narcisistas, puede que tengas traumas de la niñez que necesitan sanar
En la edad adulta, atraemos compañeros que reflejan nuestras heridas hasta que sanen. Creamos relaciones que reflejan estas heridas tan vívidamente que ya no podemos ignorarlas. Es una oportunidad de crecimiento, y nos puede permitir curar para tener la capacidad de movernos a relaciones enraizadas en el amor y el servicio.
Si todavía estamos tratando de demostrar nuestro valor, atraemos narcisistas.
La manera de salir de una relación narcisista comienza con la conciencia y es seguido por asumir la responsabilidad de nuestras decisiones y sentimientos y aprender a amarnos a nosotros mismos lo suficiente como para salir. Lo que pasa cuando culpamos al narcisista de nuestro dolor es que llegamos a ser aún más necesitados o dependiente.
La culpa nos mantiene atrapados. El narcisista no es responsable de las heridas. Ellos accionan nuestras heridas. Nos permiten verlas y sentirlas para que podamos sanar. Sólo entonces podemos darnos cuenta de que no se trata de la otra persona y así volvernos a nosotros mismos. Esta es la forma en que ganamos. Nos elevamos por encima de su frecuencia, por encima del ego, que es el único nivel en que el narcisista vive. Esa es la forma en que eres capaz de salir.
Esta relación es una importante misión espiritual para sanar tus heridas más profundas. Conocer el propósito superior de las relaciones nos ayuda a separarnos y liberarnos de los patrones de vida dolorosos.
Redacción: Equipo de Vida Lúcida
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