20 Signos de que no eres feliz, y no te has dado cuenta

Toda nuestra cultura sufre de lo que algunos llaman «pérdida del alma», que no es más que una pérdida de sentido, dirección, vitalidad, misión, propósito, identidad y conexión genuina, una profunda infelicidad que la mayoría de nosotros hemos llegado a considerar como simplemente ordinario. Pero realmente, cuando no eres feliz, es cuando menos ordinaria puede ser la vida, porque a esta vida se viene a ser feliz.

El alma, conciencia, nobleza, nuestros sentimientos más profundos, o como tú quieras llamarle, es nuestra escencia o corazón de la vida, es un lugar en donde no sólo te conectas con tu propio valor y esencia, pero con el valor y esencia de cualquier otro ser vivo. Lo que hace a la pérdida de esta dirección tan sutil y peligrosa, es que muy pocas personas se han dado cuenta de que ha ocurrido.

La mayoría de nosotros no sabemos que nos hemos desconectado de nuestra alma, y hemos llegado a aceptar de forma normal, un entumecimiento y la falta de sentido en nuestras vidas, el no ser feliz, precisamente.

Porque todos pertenecemos a esta cultura, todos sufrimos de pérdida del alma. Es epidemia y nos ciega de ver el potencial de la alegría y la plenitud en la vida ordinaria. Cuando se recupera la pérdida del alma, verás las cosas familiares de nuevas maneras, para que puedas aumentar tu gozo en lo que ya tienes.

20 Signos de que no eres feliz y no te has dado cuenta

Estos son 20 signos diagnósticos que señalan la «pérdida del alma» o conexión con lo bello de la vida:

1. Cuando no eres feliz, sientes que no eres tan bueno como otras personas.

2. Anhelas estar de servicio, pero no tienes ni idea de lo que tienes que aportar y por qué importa.

3. Te encuentras luchando en vano por un estándar de perfección imposibles de lograr.

4. Tus miedos te impiden vivir a lo grande.

5. Estás con frecuencia preocupado/a de que no eres lo suficientemente bueno/a, lo suficientemente inteligente, lo suficientemente delgada, joven, lo suficientemente [llena el espacio] .

6. Te sientes como una víctima de las circunstancias que están fuera de tu control.

7. Sientes que tu vida cotidiana no tiene sentido y sin tareas que te impulsen.

8. A menudo te sientes impotente, sin esperanza, o pesimista.

9. Cuando no eres feliz, proteges tu corazón con paredes de acero.

10. A menudo te sientes que realmente no importas y tu amor no hace una diferencia.

11. Siempre estás tratando de encajar y pertenecer, pero rara vez sientes que lo logras.

12. Te sientes abatido por los desafíos que enfrentas en tu vida.

13. Cuando no eres feliz, sufres de una variedad de síntomas físicos, vagos y difíciles de tratar, como fatiga, dolor crónico, ganancia o pérdida de peso, insomnio, trastornos de la piel, o síntomas gastrointestinales.

14. Luchas con ser capaz de aceptar el amor y el cuidado.

15. Te sientes deprimido, ansioso o crónicamente preocupado.

16. Sientes que no eres lo suficientemente apreciado.

17. Cuando no eres feliz, te encuentras juzgando a los demás.

18. Con frecuencia te adormeces a ti mismo con el alcohol, la televisión o tareas excesivas.

19. Cuando no eres feliz, te sientes decepcionado con la vida.

20. Cuando no eres feliz, has olvidado cómo soñar.

Cómo se presenta la pérdida del alma en el consultorio médico

Lo que la gente que sufre de ésta pérdida necesita, es la profunda medicina de reconexión con su propio ser, pero en nuestra cultura, tendemos a tratar esta pérdida demasiado superficial. Tratamos el dolor crónico con analgésicos. Tratamos el insomnio con pastillas para dormir. Tratamos a los problemas de peso con dieta y ejercicio.

Y lo más peligroso, podemos etiquetar la pérdida del alma como una enfermedad mental, como depresión, y encubrir los síntomas con medicamentos psiquiátricos que pueden hacer las cosas peor pegando un «curita» en una herida que no se está curando por debajo de la venda.

El tratamiento que realmente necesitas

A veces el alma necesita espacio con el fin de curarse, y esto puede requerir el coraje de hacer algunos cambios externos en tu vida. Tal vez necesitas cambiar de carrera con el fin de dar al alma más espacio para respirar.

Tal vez una relación enfermiza va estrechando el alma, y es el momento de entrar en terapia, establecer límites, o incluso poner fin a las cosas. Tal vez necesitas encontrar a más personas para amar o trasladarte a un lugar que ayude a tu alma a cobrar vida.

Tal vez necesitas darte un permiso para dedicarte a actividades más creativas. Tales cambios pueden ser parte de la receta que el médico interior de tu alma escribe. Pero muy a menudo, este tipo de reparaciones importantes de la vida no son necesarias.

Volver a conectar con el alma te permite encontrar la paz y la felicidad donde están en formas que son mucho más simples y más profundas de lo que piensas. Puede ser sorprendente descubrir que has tenido lo que necesitabas todo el tiempo y has estado buscando en los lugares equivocados.

Tal vez todo lo que se necesita es ver la vida que ya estás viviendo de una manera diferente.

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