5 conductas escondidas de un bully que todos podemos tener

Los bullys están en todas partes: en la escuela, en el trabajo, en el supermercado. Pero a veces, un bully puede estar donde menos lo esperas: dentro de ti mismo. Echa un vistazo a estos 5 comportamientos de intimidación que lleva a cabo un bully y las mejores maneras de combatirlas.

5 conductas escondidas de un bully

1 – Control

La necesidad de controlar a otros proviene de una inseguridad básica que no somos lo suficientemente buenos. Debido a que los bullys no pueden elevar su propia autoestima, recurren a otros para hacerlo por ellos. Esta falta de autoestima crea un sentido de caos interno.

Como resultado, el bully intenta controlar lo que pueda, ya sea una situación u a otra persona. Muchas veces se rompen la confianza de otra persona, para aumentará la suya propia. Siempre y cuando sientan que tienen el poder, entonces no hay amenaza.

Si sientes que necesitas controlar a los demás en tu vida, es hora de auto-examinarte. ¿Qué personas en tu vida te hacen cuestionar tu autoestima? ¿Y por qué? Una vez que determines la respuesta, lo mejor es enfrentarse a estas personas. Cuando estableces límites con otros, creas una barrera saludable que protege tu autoestima.

2 – Víctima de los impulsos

Los bullys no pueden controlar sus emociones. Cuando una emoción como la ira o el miedo sale a flote, no les importa pensar en las consecuencias de sus palabras o acciones, lo que resulta en azotes y heridas a los que les rodean.

Una manera de combatir esto es estar en sintonía con tus temores personales y no sólo trabajar en ellos, sino ser capaz de reconocer cuando se activan. Dite a ti mismo que, si bien tienes derecho a estar enojado, también tienes la opción de permitir que la ira no te controle. Este es el primer paso hacia el auto-control.

3 – No tienes empatía

Lo creas o no, la falta de empatía proviene de sentir el dolor o la angustia de los demás tantas veces que conduce a un agotamiento emocional. Debido a que este dolor es incómodo, algunas personas lo bloquean, creando una distancia entre ellos y otras personas. Ya no ven a los demás como individuos, sino que los etiquetan o estereotipan, lo que hace más fácil causar sufrimiento.

La mejor manera de recuperar parte de esa empatía es reconocer que cada persona es un individuo con sus propios problemas de vida. Ábrete a la otra persona. Trata de encontrar los puntos comunes que existen entre ustedes. Permítete sentir su dolor. Esto traerá un sentido de compasión, que entonces crea sensaciones de paz y bienestar.

4 – No hay responsabilidad

El bully es siempre la víctima. Nunca se responsabiliza de sus palabras o acciones y siempre tiene a alguien a quien culpar. Si azota y daña a alguien, es culpa de la otra persona. Irónicamente, también se ven a sí mismos como el héroe. El presidente Snow en Los Juegos del Hambre, por ejemplo, cree que al enviar a los chicos a la muerte cada año, está recordando a todos los peligros de la rebelión y, por lo tanto, preservando la paz.

La mejor manera de luchar contra esta línea de pensamiento es demostrar responsabilidad por sus acciones. Admitir que puede haber habido maneras más saludables en las que podrías haber respondido a una situación negativa. Sí, la otra persona pudo haber hecho algo para lastimarte, pero hazte cargo de tus propios errores. ¿Cómo podría haber manejado mejor la situación?

5 – Intolerancia

El bully tiende a ver a otros no como individuos, sino como facciones que caen en una de dos categorías: «es como yo» y «no es como yo». El grupo de «no es como yo» es perseguido y demonizado. ¿Por qué? Debido a los prejuicios aprendidos y a las diferencias estereotipadas. Esta forma de pensamiento perjudicial puede extenderse a todas las áreas de la vida, de la raza a la religión a la política. En las redes sociales, por ejemplo, no es raro ver a varios grupos luchando entre sí sobre las diferencias percibidas.

¿Cómo puedes superar esto? Dar un paso atrás y reconocer que a otras personas se les permite tener un punto de vista diferente. En lugar de atacar a alguien con creencias diferentes, trata de entender sus patrones de pensamiento. Puedes ser sorprendido agradablemente.