5 formas naturales de tener más energía (sin cafeína)

La mayoría de las personas se despiertan por las mañanas y toman una taza de café para tener energía para su día. Para otros, es más una práctica habitual y una fuente de consuelo para antes de que empiece el estrés del día a día.

Cómo levantarse con más energía sin usar cafeina

Sin embargo, algunos estudios han demostrado que ingerir grandes cantidades de cafeína puede dañar tu salud. [¹‚²] Después de todo, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) ha clasificado la cafeína como una droga. Y además de esto, la consumimos más que cualquier otra, gracias a nuestro amor por el café y las bebidas energéticas.

Esto es lo que dice la FDA sobre el café y las bebidas energéticas:

En los Estados Unidos, el 80 por ciento de los adultos consumen cafeína todos los días: el adulto promedio tiene una ingesta de 200 mg por día, que es la cantidad contenida en dos tazas de café o cuatro refrescos.

Un estudio llevado a cabo por estudiantes de séptimo, octavo y noveno grado en Ohio descubrió que los estudiantes ingerían un promedio de 53 mg de cafeína por día, pero casi uno de cada cinco estudiantes ingería más de 100 mg de cafeína por día.

La FDA afirma que una taza de café de 150 ml (pequeña) contiene 60-150 mg de cafeína, dependiendo de la oscuridad del tostado. 

Tomar pequeñas cantidades de café no tiene nada de malo para la mayoría de las personas, pero aun así la cafeína ocasiona aumentos en el cortisol y la adrenalina, lo que activa la respuesta de lucha o huida. [³]

Muchas personas informan que se sienten más tranquilas y relajadas después de eliminar la cafeína de sus dietas, aunque puede tomar algunas semanas notar algún efecto. En nuestra sociedad en movimiento, el café y la cafeína son ampliamente sugeridos para mantenernos en movimiento, pero a largo plazo puede tener un efecto negativo en nuestra salud.

La FDA clasifica la cafeína como una droga

La cafeína se ha clasificado como una droga además de ser un aditivo, según la FDA. Además, el mundo lo consume ampliamente.  Aunque es una sustancia altamente adictiva, en la mayoría de los casos no causa daño, por lo que no está regulada por la FDA.

Sin embargo, al igual que otras drogas, la cafeína puede causar síntomas de abstinencia e incluso conducir a un trastorno por abuso de sustancias, según la versión 5 del Manual de diagnóstico y estadística de la Asociación Americana de Psicología. Abusar de la cafeína, que puede ocasionar síntomas mentales y físicos se clasifica como un trastorno por abuso de sustancias.

Beneficios de dejar la cafeína:

Estos son algunos de los beneficios que obtenemos al dejar la cafeína:

  1. Reducción de dolores de cabeza (sin embargo, durante el período de abstinencia puedes notar un aumento de ellos).
  2. Reducción de la tensión en los músculos.
  3. Mejor concentración.
  4. Sentirse más alerta por las mañanas.
  5. – Reducción de los sentimientos de inquietud.
  6. Movimientos intestinales más regulares y saludables.
  7. Mejor regulación de los ciclos de sueño.
  8. Mayor sensación e hambre y menos antojos de comida chatarra.
  9. Respuesta más equilibrada y saludable al estrés.

Estas son 5 formas naturales de tener más energía sin cafeína

Además del conocido café matutino para impulsar nuestra energía para comenzar el día, existen otras opciones, sobre todo para quienes quieren dejar la cafeína.

1. Consume más alimentos que te den energía

El cuerpo es muy parecido a un automóvil: le pones el tipo de combustible incorrecto y no funcionará muy bien (o no funcionará en absoluto). Observa tus niveles de energía cuando llevas una dieta de alimentos integrales en comparación con una dieta de alimentos procesados.

La mayoría de las personas observan un aumento de energía cuando dejan los alimentos procesados ​​y los reemplazan con alimentos frescos y enteros. Si quieres tener energía equilibrada durante todo el día en lugar de bloqueos energéticos típicos de una dieta alta en azúcar, investigaciones han demostrado que debes comer principalmente granos enteros y proteínas.

Ambos tipos de alimentos ofrecen una mayor cantidad de energía porque al cuerpo le lleva más tiempo descomponerlos. También querrás comer muchas verduras de hojas verdes oscuras. Esto le dará a tu cuerpo todos los minerales que necesita para tener un funcionamiento óptimo.

Las frutas también son importantes, pero cómelas con moderación para evitar el hígado graso y otros problemas de salud. Además, las nueces y semillas, así como los frijoles y las legumbres también deben ser parte de tu dieta equilibrada.

Lleva a la oficina bocadillos saludables, como frutas y verduras, para evitar antojos o tentaciones de comprar snacks en las máquinas expendedoras.

2. Bebe mucha agua

Se ha demostrado que la mayoría de las personas hoy en día sufren de deshidratación crónica. Estamos reemplazando el agua con otras bebidas no saludables como las bebidas energéticas y el café, que solo aumentan la deshidratación.

De hecho, un estudio de 2015 encontró que más del 10 por ciento de las personas que acudieron a su médico con molestias por fatiga en realidad sufrían de deshidratación crónica.

Si sabes que no estás bebiendo suficiente agua, asegúrate de llevar contigo una botella recargable para que no te deshidrates. Evita cualquier otro tipo de bebidas por un tiempo para que puedas comprobar cómo te sientes simplemente bebiendo agua.

Por ejemplo, en lugar de despertarte y tomar café, bebe una taza de agua tibia con limón. Esto ayudará a tu digestión, lo que mejorará tus niveles de energía. Los expertos recomiendan que las mujeres beban al menos 9 tazas de agua al día, mientras que los hombres deben beber al menos 13.

3. ¡Mueve tu cuerpo!

Desafortunadamente, muchas personas no se mueven lo suficiente durante el día ya que nuestra sociedad se ha vuelto más sedentaria. Con la llegada del Internet, esto ha llevado a más trabajos de oficina y menos necesidad de que estemos activos durante todo el día.

Sin embargo, la falta de ejercicio se ha relacionado con una serie de problemas de salud, ya que nuestros cuerpos fueron diseñados para moverse con frecuencia. El ejercicio ayuda a mejorar los niveles de oxígeno en el cuerpo, así como a liberar hormonas para sentirnos bien que aumentan los niveles de energía.

Además, reduce el riesgo de todo tipo de enfermedades, incluidas enfermedades cardíacas, cardiovasculares, cáncer y otras enfermedades. Un cuerpo oxigenado evita enfermedades, por lo que el ejercicio es imprescindible para todos. Realiza al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico 4 días a la semana.

4. Recibe suficiente luz solar

Hoy en día pasamos gran parte de nuestro tiempo en interiores y los niveles de depresión están en su punto más alto. Cuando vivíamos más en sintonía con la naturaleza, pasábamos mucho más tiempo al aire libre. Dedicar tiempo a la naturaleza está vinculado con mejoras generales de la salud.

De hecho, pasar tiempo bajo sol ayuda a tu cuerpo a producir vitamina D, que se vincula con la salud ósea y el funcionamiento del sistema inmunológico. Además, salir más a menudo te ayuda a sentirte más vibrante y saludable. Trata de exponerte al sol por al menos 30 minutos al día, sin ninguna crema solar. Estas bloquean la absorción de vitamina D.

5. Toma una siesta

Las siestas no son solo para niños: los adultos también pueden beneficiarse de tener una siesta rápida y poderosa. Los adultos probablemente necesitan siestas incluso más que los niños ya que tenemos muchas más responsabilidades que atender.

Investigaciones han demostrado que las siestas pueden aumentar la memoria y aumentar el estado de alerta y los niveles de energía. Para recibir un impulso de energía de forma natural, intenta tomar una siesta de 30 minutos, pero no exageres con el tiempo ya que podría ser contraproducente.

[mks_toggle title=»Bibliografía:» state=»close «]

  1. Cornelis M. C. (2019). The Impact of Caffeine and Coffee on Human Health. Nutrients11(2), 416. https://doi.org/10.3390/nu11020416 [Enlace]
  2. Willson C. (2018). The clinical toxicology of caffeine: A review and case study. Toxicology reports5, 1140–1152. https://doi.org/10.1016/j.toxrep.2018.11.002 [Enlace]
  3. Bernstein, G. A., Carroll, M. E., Thuras, P. D., Cosgrove, K. P., & Roth, M. E. (2002). Caffeine dependence in teenagers. Drug and alcohol dependence66(1), 1–6. https://doi.org/10.1016/s0376-8716(01)00181-8 [Enlace]

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