5 hábitos diarios que reducen el calentamiento global

Cuando uno se pone a pensar en todos los problemas ocasionados por el calentamiento global actualmente, es difícil no desanimarse. Sin embargo, cada uno de nosotros podemos hacer algo por no seguir contribuyendo con este fenómeno. 

Prácticas en casa para no contribuir con el calentamiento global

El cambio climático está ocurriendo a una escala tan grande, y muchos de los principales factores contribuyentes parecieran estar muy lejos del alcance de ciudadanos comunes. Sin embargo, tus hábitos diarios pueden hacer una contribución significativa.

¿Pero es eso realmente cierto? Puede que te parezca alentador saber que en realidad hay cosas que puedes hacer para reducir el calentamiento global. Cada persona emite una huella de carbono, produce desechos, consume energía y compra bienes. En todas estas áreas, puedes tomar medidas más sostenibles.

5 hábitos que puedes implementar para reducir el calentamiento global

¿Entonces que puedes hacer? Tienes muchas opciones diferentes, pero hay algunos hábitos diarios que son especialmente fáciles de incorporar a tu vida ocupada.

1. Controla tu uso de energía

Muchos de nosotros gastamos energía sin pensar conscientemente. De esta manera es posible que ni siquiera te des cuenta del impacto que tiene tu consumo de energía. Afortunadamente, no es demasiado difícil poder administrar tu consumo de energía a niveles razonables. Estas son las maneras en que puedes lograrlo:

Lee las etiquetas de tus electrodomésticos

Las etiquetas de tus electrodomésticos te darán una buena idea de cuánta energía usan. Trata de elegir las que sean más sostenibles que otras.

Elige las luces correctas

Todos necesitamos usar luces eléctricas en algún momento. Pero lo que siempre debes hacer es asegurarte de elegir las correctas. Las luces LED son excelentes opciones reciclables, y vienen en una amplia gama de colores. También existen algunas lámparas de bajo consumo.

Utiliza tapas cuando cocines

Cuando cocines, tapa las ollas o sartenes. Esto permitirá que la comida se cocine más rápidamente gracias al vapor que atrapa, lo cual ahorra energía. (¡Y hablando de “tapar”, también asegúrate de cerrar tu refrigerador cuando no lo estés usando!)

Usa energía renovable

En estos tiempos modernos hay muchas opciones de energía renovable. Si tienes los medios para pagar una inversión como esta, ¡adelante! Instala paneles solares y úsalos para obtener energía. Ahorrarás en costos de electricidad y al mismo tiempo reducirás el calentamiento global.

Mantén tu casa cálida, pero no tanto

A todos nos gusta sentirnos cómodos y calentitos en los meses de más frío. Pero usar demasiada calefacción puede agrandar tu factura de electricidad y hacer que tu huella de carbono sea mucho más severa. Mantén tu casa cálida, pero no tanto.

Tan solo uno o dos grados menos podrían reducir la liberación de gas de ácido carbónico en 200 kg y ahorrar hasta un 10% de tu consumo de energía.

Por supuesto, lo mismo ocurre con el aire acondicionado. ¡Mantén tu casa fresca, pero no helada!

2. Aprende a reciclar

Casi obligatoriamente, todos deberían tomarse el tiempo de aprender reciclar. Es una habilidad crucial. Probablemente puedas encontrar programas o clases educativas sobre los conceptos básicos del reciclaje en tu área, y si no, hay muchos recursos para hacerlo en línea. Estos son algunos consejos para reciclar y reducir el calentamiento global:

Reducir

Empieza por reducir la cantidad de cosas que usas a diario. Encuentra maneras de mantener tu consumo al mínimo.

Reutilizar

Intenta reutilizar tantos artículos como sea posible posible en tu hogar. Elimina lentamente los artículos de un solo uso de tu vida diaria. Cuando necesites comprar cosas nuevas, intenta visitar mercados de segunda mano, tiendas de segunda mano y otros lugares similares. ¡Ahorra dinero y salva al planeta al mismo tiempo!

Reciclar

Trata de usar solamente objetos hechos de materiales reciclables. Las cosas hechas de papel, vidrio, plástico y metal son opciones fantásticas, ya que pueden reciclarse la mayor parte del tiempo y se necesita mucha menos energía para fabricar nuevos productos a partir de ellas.

3. Cambia tu forma de transportarte para reducir el calentamiento global

Viajar es esencial para ir del punto A al punto B, pero hay formas más positivas de desplazarse. Es muy probable que tus métodos de transporte actuales contribuyan de manera significativa al calentamiento global. Esto es lo que puedes cambiar:

Reduce tus viajes en automóvil

Los vehículos de motor producen innumerables emisiones nocivas en el aire que conducen a la contaminación del aire, el cambio climático y la exacerbación de los problemas de salud. Esto incluye un mayor riesgo de complicaciones por enfermedad cardíaca, cáncer de pulmón, infección respiratoria, accidente cerebrovascular, EPOC y asma.

Si tu automóvil usa un motor de combustión, combustible diesel o algo similar, lo mejor será que reduzcas la cantidad de tiempo que lo utilizas en la mayor medida posible.

Carpool

Compartir automóvil o hacer viajes compartidos es una buena manera de poder seguir utilizando vehículos comunes para llegar a lugares más lejanos. No es exactamente ecológico, pero un solo automóvil es mucho mejor que cuatro o cinco de ellos, especialmente si todos van al mismo lugar.

Usa el transporte público

El transporte público funciona todos los días y transportarte en él en lugar de usar tu propio vehículo puede ayudarte a llegar a lugares lejanos rápidamente sin que las emisiones de tu automóvil afecten negativamente al planeta.

Reduce tus viajes aéreos

El transporte aéreo quema grandes cantidades de combustible y produce grandes volúmenes de dióxido de carbono. Los rastros de vapor resultantes además de otra amplia gama de problemas son altamente dañinos para la capa de ozono. Un solo viaje en avión puede emitir una huella de carbono equivalente a un año entero de conducir un automóvil.

Camina o anda en bicicleta

Estas son excelentes maneras de hacer algo de ejercicio extra. De esta manera tú y el planeta se estarán beneficiando. Mientras no necesites viajar muy lejos y te encuentres en un área segura, estas son opciones viables.

4. Olvídate de los plásticos de un solo uso

La producción de plástico de un solo uso es una de las principales razones detrás de la tremenda cantidad de desechos. A continuación, hay algunas estadísticas de 2010 sobre los plásticos de un solo uso que definitivamente no reflejan de manera positiva el estado de la contaminación por plástico en el mundo. Todas estas estadísticas se dan anualmente:

  • Aproximadamente 275 millones de toneladas de residuos plásticos se producen a nivel mundial
  • 9 millones de toneladas de desechos plásticos se manejan muy mal, lo que hace que lleguen hasta los océanos
  • 5 millones de toneladas de desechos plásticos llegan a los océanos desde las zonas costeras
  • Se producen aproximadamente 270 millones de toneladas de plástico por año: los plásticos prácticamente nunca se degradan y no se descomponen

Entonces, ¿cómo se puede reducir el desperdicio de plástico? Lo mejor sería empezar a eliminar todo el plástico que sea posible de tu vida. Por supuesto, nadie espera la perfección. Después de todo, el plástico es barato, duradero y accesible, y prácticamente todo está hecho de él de alguna manera.

Pero esfuérzate por poco a poco comprar cada vez más productos sostenibles. Si tienes un pensamiento positivo, podrás romper el hábito diario de usar plásticos.

Mientras tanto, esfuérzate por eliminar los plásticos de un solo uso específicamente de tu vida. Estas son algunas cosas que debes evitar comprar o usar:

  • Comida envuelta en envoltura de plástico
  • Botellas de agua de plástico
  • Bolsas de plástico (tampoco uses bolsas de papel; ¡elige las bolsas de tela o bambú reutilizables!)
  • Cualquier cosa que tenga una envoltura o paquete de plástico

5. Cambia tu forma de comer

Los cambios en la dieta son difíciles de realizar, pero hacerlos puede ser un gran paso positivo en tu viaje personal hacia un estilo de vida más sostenible, así como a aumentar los hábitos diarios saludables. Estos son algunos cambios que puedes hacer:

Carne roja

La producción de carne roja, a través de la cría, y el tratamiento cruel de corderos, vacas y otro ganado, tiene efectos especialmente negativos en el medio ambiente.

Puede ser difícil para los amantes de la carne renunciar a estos alimentos, pero con un pensamiento positivo, todo se puede lograr. ¡Opta por proteínas que provengan de plantas (como las nueces) o consume carnes blancas!

Compra localmente en mercados de agricultores

Los mercados de agricultores están llenos de productos saludables producidos por agricultores locales. Sus productos no pasan por los procesos de producción tan dañinos de las granjas industriales o las plantas de producción a gran escala.

Además, comprar productos locales significa que no estarás comiendo productos que tuvieron que ser transportados o enviados hacia ti desde largas distancias. Esto reduce tu huella de carbono y contribuye menos a las emisiones causadas por esos envíos.

Reduce tu desperdicio de alimentos

No desperdicies comida. Consigue y cocina solamente lo que necesites. En lugar de tirar las sobras, considera hacer compost. Trata de no comprar alimentos envueltos en plástico no reciclable en la mayor medida posible.