7 ejercicios para reducir el vértigo

El vértigo te hace sentir desequilibrado y afecta tu vida de formas que no esperarías. A veces no querrás moverte o te sentirás demasiado mal para hacer nada debido a los mareos.

mujer joven pelo largo tocándose la cabeza migraña

Los síntomas a menudo aparecen repentinamente, dejándote sin preparación para enfrentarlos. Pueden detenerse por un tiempo y luego regresar, interrumpiendo tu vida después de que creas que te siente mejor.

Los ejercicios para reducir las sensaciones de vértigo pueden ayudar a reducir los síntomas y minimizar la interferencia en tu vida. Los ejercicios fortalecen el equilibrio y reducen los síntomas de forma natural.

Qué es el vértigo

El vértigo es una sensación común que te hace sentir como si el mundo a tu alrededor estuviera girando. No es una enfermedad sino un síntoma que indica otras condiciones. Hay dos tipos de vértigo, periférico y central.

Periférico ocurre cuando hay un problema con el oído interno y contribuye a aproximadamente el 93% de los casos de vértigo.

El central sucede si hay un problema con tu cerebro. Los problemas cerebrales pueden deberse a infecciones, tumores cerebrales, accidentes cerebrovasculares o lesiones cerebrales traumáticas. La sensación puede durar varios segundos o minutos, pero, en casos severos, puede continuar por mucho más tiempo. No es una afección grave, pero puede indicar un problema de salud subyacente que requiere atención médica.

Síntomas del vértigo

Los síntomas del vértigo pueden mejorar después de unos días o durar algunas semanas. Pueden ser abrumadores ya que interfieren con tu vida. Los síntomas varían, pero pueden incluir:

  • sentir que el mundo da vueltas
  • náuseas o vómitos
  • transpiración
  • dolores de cabeza
  • dificultad para caminar
  • dificultad para respirar
  • debilidad inesperada y repentina
  • sentir que te estás balanceando o inclinando
  • la sensación empeora cuando te pones de pie, caminas, cambias de posición o mueves la cabeza

Causas del vértigo

El vértigo puede tener muchas causas, a menudo relacionadas con problemas en el oído interno. Sin embargo, también podría deberse a problemas con el sistema circulatorio o nervioso. Algunas de las causas específicas incluyen las siguientes:

Vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB): esta causa es la más común y generalmente se desencadena cuando cambia la posición de la cabeza. Es posible que tengas la sensación repentina de que estás dando vueltas cuando estás parado, acostado o volteándote en la cama.

Neuritis vestibular: la inflamación del nervio vestibular puede provocar vértigo, náuseas y visión borrosa. No interfiere con tu audición, pero puede hacerte sentir incómodo.

Enfermedad de Meniere: esta enfermedad hace que se acumule líquido dentro de la oreja, lo que provoca la sensación de dar vueltas. También implica tinnitus o zumbido en los oídos, pérdida de audición o sensación de plenitud en los oídos.

Colesteatoma: el colesteatoma ocurre cuando las infecciones repetidas del oído provocan el crecimiento de la piel en el oído medio. El crecimiento de la piel no es canceroso, pero puede causar vértigo y pérdida de la audición.

Laberintitis: La inflamación del oído interno se llama laberintitis. Ejerce presión sobre el nervio vestibulococlear. Cuando esto sucede, puede desencadenar vértigo y los síntomas que lo acompañan.

Fístula perilinfática: esta condición ocurre cuando el líquido del oído interno se filtra hacia el oído medio. Puede desencadenar mareos y otros síntomas.

Hipotensión ortostática: experimentarás una disminución de la presión arterial cuando te pongas de pie si tienes esta afección. La presión arterial baja puede causar sensaciones de vértigo al ponerte de pie.

Otras causas de mareos pueden incluir las siguientes:

  • Estar en un barco en movimiento durante un tiempo prolongado
  • Dar vueltas
  • Migrañas
  • Medicamentos
  • Ataque
  • Enfermedad cerebral
  • Hiperventilando
  • Latido irregular del corazón (arritmia)
  • Lesión cranealesclerosis múltiple
  • Embarazo
  • Cirugía de orejas
  • Diabetes
  • Descanso prolongado en cama
  • Herpes
  • Debilidad muscular (ataxia)
  • Sífilis
  • Crecimiento óseo que afecta el oído medio (otosclerosis)

Ejercicios para reducir el vértigo

Los movimientos repetitivos de estos ejercicios pueden ayudarte a superar los síntomas del vértigo. Te permiten manejar los problemas con mareos y niebla mental y continuar con tu vida normalmente.

Comienza lentamente cuando comiences los ejercicios por primera vez. Tus reacciones iniciales pueden empeorar tus síntomas, pero no te dés por vencido porque pueden mejorar. Toma descansos entre cada ejercicio y ve a un ritmo cómodo para obtener los beneficios.

Maniobra de Semont

La maniobra de Semont puede ayudar a reducir los mareos y otros problemas relacionados. Es un ejercicio rápido y relativamente fácil de terminar.

Para hacer este ejercicio, seguirás los siguientes pasos:

  • Siéntate derecho en el borde de tu cama.
  • Gira la cabeza 45 grados en la dirección opuesta a donde se encuentran tus síntomas.
  • Acuéstate sobre el lado de tu cuerpo con el oído afectado. Permanece en esa posición hasta que los síntomas desaparezcan o durante al menos treinta segundos.
  • Manteniendo la cabeza girada en un ángulo de 45 grados, siéntate rápidamente y recuéstate en el lado opuesto. Permanece de este lado, el lado no afectado, durante al menos otros treinta segundos.
  • Siéntate lentamente y permanece sentado hasta que sientas que puedes moverte cómodamente.
  • Puedes repetir este ejercicio una vez al día hasta que desaparezcan los síntomas.

Estabilización de la mirada

Este ejercicio no requiere mucho esfuerzo. Solo debes sentarte, girar la cabeza y mover las manos. Una vez que lo domines, encontrarás que es uno de los ejercicios más fáciles.

Los pasos del ejercicio de estabilización de la mirada incluyen los siguientes:

  • Siéntate cómodamente en una cama o colchoneta.
  • Extiende un brazo hacia afuera con el dedo índice hacia afuera.
  • Mira tu dedo índice durante al menos quince segundos.
  • Mira lentamente de derecha a izquierda, manteniendo los ojos en la punta del dedo.
  • Continúa haciendo esto durante al menos diez segundos.
  • Mueve lentamente la cabeza hacia arriba y hacia abajo, sin dejar de mirar el dedo.
  • Repite este movimiento durante otros diez segundos.
  • Comienza a mover la cabeza en diagonal hacia arriba y hacia abajo con la mirada fija en el dedo índice.
  • Continúa durante otros diez segundos y luego cambia de lado.

Maniobra de Epley

La maniobra de Epley es un ejercicio beneficioso para reducir los síntomas incómodos. Puedes repetirlo una vez al día hasta que dejes de tener signos de vértigo y mareos.

Sigue estos pasos:

  • Coloca una almohada en tu cama, de modo que quede debajo de tu hombro, pero no debajo de tu cabeza cuando te acuestes.
  • Siéntate en el borde de la cama y coloca las piernas rectas frente a ti.
  • Gira la cabeza 45 grados en la dirección del oído que crees que causa la sensación.
  • Acuéstate rápidamente, manteniendo la cabeza en un ángulo de 45 grados durante treinta segundos o hasta que los síntomas desaparezcan.
  • Gira la cabeza en la otra dirección y mantenla así durante otros treinta segundos.
  • Gira rápidamente hacia un lado para mirar hacia abajo y mantén la posición durante treinta segundos más.
  • Siéntate lentamente y quédate quieto hasta que sientas que tus síntomas se alivian.

Girar en tu lugar

Cuando hagas este ejercicio, considera tener una silla u otro elemento resistente cerca para tu seguridad en caso de que pierdas el equilibrio. Cuando estés listo, sigue los siguientes pasos:

  • Párate derecho con los brazos a los lados.
  • Gira a la izquierda en un semicírculo, o 180 grados.
  • Quédate quieto en esta posición durante unos quince segundos.
  • Gira tu cuerpo hacia la derecha y mantén la posición durante otros quince segundos.
  • Repite el ejercicio cinco veces, enfocándote en moverte en la dirección que te haga sentir más mareado.

Marchar en el lugar

Este ejercicio puede ayudar a mejorar tu equilibrio cuando estás de pie. También puede promover movimientos más avanzados. Para hacer esto, querrás hacer lo siguiente:

  • Párate cerca de una pared para apoyarte o usa otro objeto resistente.
  • Mantén los brazos a los lados.
  • Comienza a marchar en el mismo lugar, levantando la rodilla derecha y luego la rodilla izquierda.
  • Continúa marchando hasta que hayas alcanzado veinte veces con cada rodilla.
  • Marcha en el lugar al menos dos veces al día, obligándote a hacerlo treinta veces cada vez que te sientas más cómodo.

Ejercicio de Brandt-Daroff

El ejercicio de Brandt-Daroff usa la gravedad para ayudarte a sentirte mejor. Desprende cristales del canal semicircular, aliviando los síntomas de vértigo. Sigue estos pasos para hacer este ejercicio:

  • Siéntate derecho en el suelo o en tu cama con los pies en el suelo.
  • Gira la cabeza en un ángulo de 45 grados y acuéstate.
  • Permanece en la posición durante treinta segundos o más hasta que los síntomas desaparezcan.
  • Vuelve a la posición original y haz lo mismo del otro lado.
  • Haz este ejercicio cinco veces de cada lado.
  • Regresa lentamente a la posición original y permanece sentado hasta que te sientas bien para pararte.
  • Trata de hacer el ejercicio dos veces al día. Considera una vez por la mañana y otra vez por la noche.

Maniobra de crianza

La maniobra de crianza a veces se llama medio salto mortal. Es un ejercicio fácil para las sensaciones de vértigo y no requiere estar en la cama. Para hacer el ejercicio, sigue estos pasos:

  • Arrodíllate en el suelo con las manos y mira hacia el techo.
  • Baja lentamente la frente hasta el suelo, metiendo la barbilla.
  • Mantén esta posición durante treinta segundos o hasta que se alivie la sensación de vértigo.
  • Luego, gira la cabeza 45 grados hacia el oído afectado. Mantén la posición durante unos treinta segundos adicionales.
  • Manteniendo la cabeza girada, levántala hasta que quede nivelada con la espalda y los hombros.
  • Mantén esta posición durante otros treinta segundos.
  • Levanta la cabeza, volviendo a la posición original, pero mantenla girada durante treinta segundos más.
  • Repite los movimientos hasta cinco veces hasta que sientas alivio, esperando quince minutos entre cada repetición.
  • Levántate lentamente cuando sientas que has recuperado el equilibrio.