8 cosas personales que nunca debes compartir con otros

Algunas personas son honestas hasta el punto en que siempre ventilarán sus emociones más íntimas a los demás. En primer lugar, debes tener cuidado y asegurarte de que los detalles de tu vida personal no puedan utilizarse para perjudicarte en ninguna ocasión. Es útil tener una lista básica de algunos asuntos privados o cosas personales que no debes contar a los demás. Si te resulta difícil hacer tu lista, este artículo podría ser de utilidad para ti.

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8 cosas personales que no debes compartir con otros nunca

Hemos enumerado ocho asuntos personales que siempre debes tratar de guardar para ti. Sin embargo, si no puedes, al menos podrías tratar de no hablar de eso con frecuencia. O, por cierto, intenta no compartirlos con personas al azar.

1. Tus secretos y hechos desagradables que conoces sobre otras personas

En primer lugar, hablar o chismorrear sobre los demás te hace ver mal a los ojos de la sociedad (o al menos a los ojos de aquellos a quienes no les gusta meter la nariz en los asuntos de otras personas). Además, de esta manera le muestras al mundo que no te sientes seguro. Y probablemente estés tratando de reconocerte a ti mismo minando el valor de alguien más.

Además de eso, dar información negativa va junto con mucha energía negativa que podría tener una mala influencia sobre ti o las personas con las que estás hablando. Por lo tanto, es más prudente guardar esos detalles para ti, ya que no tendrán un efecto positivo en nadie.

2. Tu propiedad

Algunas personas a menudo se jactan de cosas materiales. Por lo general, comparten información (con todos) sobre su casa, automóvil, ropa, amigos poderosos y cualquier otra cosa que se le ocurra que el dinero puede comprar. Ciertamente, tal comportamiento muestra nada más que baja autoestima.

De hecho, las personas que continúan compartiendo información sobre sus posesiones materialistas tienen defectos significativos en su personalidad. Intentan mostrar fortaleza y llamar la atención al mostrar las cosas materiales que poseen, sus conexiones y otras posesiones superficiales. Sin embargo, esto puede hacer que se vean demasiado obsesionados con el costo material de algo. Y, finalmente, para el mundo, son solo una de esas personas superficiales que apreciarían las posesiones materiales y el poder sobre cualquier otra cosa.

3. Cuánto ganas

Ciertamente, tu ingreso es algo que debes guardar para ti mismo. El dinero parece ser un tema desagradable para discutir frente a otras personas. Después de todo, nunca se sabe cuál es la situación financiera de nadie. Además de eso, si alguien siempre está hablando de su prosperidad financiera, probablemente se trate de una persona deprimida y muy insegura. Alguien que necesita atención y aprobación constante. Una persona que no tiene otros intereses más que el dinero.

4. Tus objetivos para el futuro

Estar orgulloso de tus logros está bien. Estar satisfecho contigo y tus éxitos está bien. En realidad, es posible que pienses que esto es extraño, pero existen pruebas científicas de que es mucho más posible lograr tus objetivos a largo plazo si te los guardas para ti mismo.

Estudios demuestran que compartir objetivos con otros puede reducir la posibilidad de que los hagamos realidad. Cuando hablamos de nuestros planes a otros, tenemos la sensación de que ya los hemos cumplido; engaña al cerebro haciéndole creer que hemos logrado algo que no tenemos.

Inconscientemente pensamos que estamos a punto de completar un objetivo, lo cual no es cierto. Esta sensación falsa de esfuerzo reduce nuestro impulso de comenzar a trabajar para alcanzar el éxito.

5. Que haces cosas buenas con los demás

Hoy leemos o vemos a personas que hicieron grandes cosas, ayudaron a mucha gente (lo cual es hermoso). Sin embargo, muchos de estos buenos samaritanos siempre encuentran una forma de contarle al mundo sus buenas obras. Algunos incluso tratan de enmascarar el hecho de que presumen de esto contando la historia de la persona enferma / pobre a la que han ayudado.

Sin embargo, las buenas acciones solo pueden considerarse valiosas si permanecen sin contar. Por lo tanto, si continuamente compartes lo generoso o tolerante que eres, puede que no seas tan bueno con una persona.

6. Tus creencias y preferencias

Algunas personas son religiosas, otras entusiastas de los deportes y otras practican diferentes tipos de meditación. No es que no deberíamos hablar de ello, pero muy a menudo las personas llegan a tratar de imponer sus creencias a los demás. Si haces esto, podrías convertirte en una de esas personas intolerantes que solo ven el mundo desde su perspectiva. Y casi nadie los escucha o se hace amigo de ellos.

7. Qué eres valiente

Las personas inteligentes saben que un héroe real nunca comparte sus actos heroicos. Hacen lo que tienen que hacer para que otros no lo sepan, sino porque son amables, compasivos y valientes en lo profundo de sus almas. Ellos creen en su causa, y no necesitan ser reconocidos por nadie.

La mayoría de los actos heroicos son reconocidos cuando otros los admiran. Entonces, si te consideras un verdadero héroe, debes dejar a los demás que te elogien por tus acciones y no contarles a todos acerca de cuán valiente y amable eres.

8. Problemas familiares

Cada familia tiene problemas, y los afectados no se benefician de extraños entendiendo tales hechos íntimos. Es posible que los miembros de tu familia se avergüencen o se sientan incómodos, solo porque tú crees que te sientes mejor contándole a todo el mundo sobre tus problemas familiares.

Más negatividad no mejorará tus circunstancias. Deja que la información confidencial se mantenga privada. Hay una diferencia entre pedir ayuda y chismear. Es necesario compartir con tu terapeuta o amigo lo que sucede para recibir consejos y comprensión. Distribuir información que podría usarse para difamar no es correcto.

Eventualmente, lo que debemos aprender es cómo ser honestos y no sobrecompartidos.

El pensamiento positivo es crucial sobre esto. Intenta decir la verdad, sin embargo, no olvides que hay cosas que deben permanecer privadas. Y no olvides que, incluso tus amigos más cercanos, a veces pueden cansarse de escuchar tus secretos más íntimos.

¿Alguna vez has estado en compañía de un compartidor en exceso?