Hallan una enzima capaz de frenar el cáncer de próstata más rebelde

Un equipo de investigadores acaba de reportar un hallazgo que podría cambiar el curso del tratamiento para los cánceres de próstata más agresivos. Se trata de la enzima EZH2, que según un reciente estudio de Weill Cornell Medicine juega un papel fundamental en tumores que ya no responden a terapias convencionales.

Los científicos descubrieron que al bloquear su actividad alterada, se puede restablecer la sensibilidad a tratamientos hormonales y frenar el crecimiento tumoral. Este descubrimiento ofrece esperanza concreta para pacientes con cáncer de próstata resistente y podría ser el inicio de terapias más eficaces.

¿Qué significa que un cáncer de próstata sea “rebelde”?

En los primeros estadios, muchos cánceres de próstata dependen de hormonas masculinas —especialmente DHT y testosterona— para crecer. Los tratamientos iniciales consisten en reducir o bloquear estas hormonas, lo que suele frenar el tumor. Pero con el tiempo, algunos tumores desarrollan resistencia. Se adaptan, cambian su biología, y continúan proliferando aun cuando ya no pueden “escuchar” las señales hormonales.

Cuando esto sucede, hablamos de cáncer de próstata resistente a la castración (CRPC, por sus siglas en inglés) o aún formas más agresivas como los carcinomas neuroendocrinos prostáticos. Estos casos son difíciles de tratar porque ya no dependen de vías hormonales, y las opciones terapéuticas son mucho más limitadas y con mayores efectos secundarios.

La enzima clave: EZH2 y su papel en la resistencia

¿Qué es EZH2 y por qué importa?

  • EZH2 es una enzima implicada en la regulación epigenética, específicamente en la modificación de la cromatina (estructura que envuelve el ADN) que regula qué genes se activan o se silencian.
  • En condiciones normales, ayuda a mantener el equilibrio de expresión genética. Pero en ciertos cánceres de próstata, EZH2 actúa de forma “alterada” o “no canónica” (es decir, ejerciendo funciones distintas de las que normalmente tiene) para promover el crecimiento tumoral, incluso cuando otros mecanismos están bloqueados.

¿Qué descubrieron los investigadores?

El estudio encontró que en células de cáncer de próstata que carecen de una proteína llamada PKCλ/ι, EZH2 se transforma: en vez de su función habitual de represión epigenética, empieza a activar rutas de crecimiento, producir proteínas de forma acelerada y estimular factores como TGF-β que favorecen un microambiente tumoral agresivo.

Incluso cuando se usan inhibidores del receptor de andrógenos (tratamientos hormonales), esta forma de EZH2 continúa funcionando, lo que permite al tumor “mentirle” al tratamiento.

Cómo la inhibición de EZH2 frena el cáncer más difícil

Cuando los científicos bloquearon la actividad de EZH2 alterada en modelos de laboratorio:

  • Se observó que las células tumorales volverían a responder a los fármacos hormonales, como enzalutamida.
  • Se redujo la proliferación de las células cancerígenas que previamente mostraban resistencia.
  • En algunos casos se disminuyó el tamaño de tumores en modelos animales.
  • Además, al atajar rutas auxiliares como la síntesis de proteínas acelerada o la señal de TGF-β, se rompía parte del “blindaje molecular” del tumor rebelde.

Comparación con otras enzimas objetivo

Este descubrimiento no es el único en la batalla contra la resistencia. Otros estudios han encontrado enzimas diferentes que promueven terapias fallidas:

  • PGAM2, una enzima metabólica, ha sido identificada como responsable de ayudar a las células tumorales a evadir la apoptosis (muerte celular) cuando los tratamientos han fallado. Bloquear PGAM2 mejora la respuesta al tratamiento hormonal en modelos preclínicos.
  • Otra enzima, llamada KMT9, ha sido objeto de estudio como objetivo terapéutico mediante un inhibidor llamado KMI169, que mostró efectividad frente a células prostáticas resistentes.

Implicaciones para los pacientes y posibles terapias futuras

Las implicaciones de este hallazgo son enormes:

  • Terapias combinadas: usar inhibidores de EZH2 junto con terapia hormonal podría ser la estrategia ganadora para muchos pacientes con cáncer de próstata resistente.
  • Menos efectos secundarios: al atacar una vía más específica del cáncer rebelde, es posible reducir la dosis de hormonas o de tratamientos más agresivos, lo que podría disminuir efectos adversos.
  • Diagnóstico personalizado: identificar si el tumor tiene niveles bajos de PKCλ/ι permitiría saber si será susceptible al tratamiento con inhibidores de EZH2, lo que lleva hacia una medicina más personalizada.

Limitaciones actuales y lo que aún falta por investigar

Aunque el hallazgo es muy prometedor, hay varios aspectos que todavía deben esclarecerse:

  • Los estudios hasta ahora son en modelos animales y células de laboratorio. Hace falta confirmar eficacia y seguridad en ensayos clínicos con pacientes humanos.
  • No todos los tumores resistentes tienen la alteración de PKCλ/ι; en esos casos, inhibir EZH2 podría no ser suficiente o incluso contraproducente.
  • Es necesario estudiar los efectos secundarios potenciales de inhibir EZH2, ya que esta enzima también tiene funciones en células sanas y en procesos epigenéticos normales.
  • Otra preocupación es que los tumores podrían adaptarse con el tiempo y desarrollar resistencia también a estos nuevos inhibidores.

Consejos prácticos si tú o un familiar están enfrentando cáncer de próstata resistente

Para quien está en esta situación, algunas recomendaciones basadas en este avance científico:

  1. Conversar con el oncólogo acerca de ensayos clínicos que incluyan inhibidores de EZH2, especialmente si los tratamientos hormonales convencionales ya fallaron.
  2. Solicitar pruebas moleculares que determinen los niveles de PKCλ/ι en el tumor, para ver si este mecanismo es aplicable.
  3. Mantener seguimiento riguroso, con atención tanto a la respuesta del tumor como a la calidad de vida, ya que nuevas terapias pueden implicar ajustes.
  4. Informarse bien: leer fuentes confiables, preguntar sobre riesgos y beneficios, y no dejarse llevar por hype mediático.

Cierre reflexivo

Descubrir una enzima que puede frenar el cáncer de próstata más rebelde significa mucho más que un avance científico: es la esperanza de que tumores que hoy son prácticamente incurables puedan volverse tratables.

Este hallazgo de EZH2 como motor de resistencia, y la posibilidad de bloquear su acción alterada, abre una puerta hacia terapias más precisas y con menor toxicidad. Pero también sirve como recordatorio de que la biología del cáncer es compleja, variable y muchas veces impredecible.

Si algo nos deja esta noticia, es que la investigación médica está evolucionando hacia un enfoque cada vez más personalizado, donde diagnosticar la “firma molecular” del tumor es tan importante como diagnosticar su tamaño o extensión. Y aunque todavía no existe la píldora milagrosa, estamos más cerca que nunca de tratamientos que ataquen no solo al tumor, sino a la causa interna de su rebeldía.

Para más detalles: Ver estudio original WCM Newsroom