Cuando algo se interpone o interrumpe tu sistema endocrino, surgen problemas. El principal de ellos son los muchos productos químicos, apropiadamente llamados disruptores endocrinos. Pueden afectar negativamente el desarrollo, la reproducción, la inmunidad y la función del sistema nervioso. Estos disruptores también pueden aumentar el riesgo de ciertas enfermedades, incluido el cáncer.
Tipos de disruptores endocrinos
Los disruptores endocrinos abarcan una amplia gama de sustancias naturales y artificiales, que incluyen:
- Productos farmaceuticos
- Dioxinas y compuestos similares a las dioxinas
- Bifenilos policlorados (PCB)
- DDT y otros pesticidas
- Plastificantes, incluido el bisfenol A (BPA)
Los disruptores endocrinos se pueden encontrar en botellas de plástico, latas de metal para alimentos, detergentes, alimentos, juguetes, cosméticos y mucho más. A pesar de que tu cuerpo tiene vías naturales de desintoxicación para manejar estos disruptores endocrinos, el costo masivo que crean las toxinas ambientales puede abrumar a tu hígado y otros sistemas.
Problemas hormonales que causan los disruptores endocrinos
Los disruptores endocrinos causan problemas de muchas maneras. Entre estos problemas pueden estar:
- Imitar las hormonas, incluidos los estrógenos, para estimular demasiado esas hormonas.
- Bloquea el funcionamiento óptimo de las hormonas.
- Interferir con la forma en que tu cuerpo produce hormonas.
En otras palabras, los disruptores endocrinos pueden activar, desactivar o modificar las señales que realizan las hormonas. Muchos estudios se centran en la actividad estrogénica: cómo las toxinas interfieren con el estrógeno, denominados colectivamente xenoestrógenos.
Pero los productos químicos también pueden interferir con la testosterona, la progesterona, la tiroides y muchas otras hormonas.
No puedes evitar estas toxinas: algunas de ellas, incluidos los PCB, son omnipresentes y se degradan lentamente. Incluso la exposición a dosis bajas de productos químicos, incluido el BPA, puede generar un impacto significativo en tu sistema endocrino.
Los disruptores endocrinos son ubicuos. No importa qué tan saludable estés, pueden afectar el funcionamiento de tu cuerpo. Tu peso, niveles de energía, deseo sexual, enfoque mental y riesgo de enfermedad se ven afectados.
Las personas con niveles más altos de toxicidad pueden necesitar trabajar con un profesional de la salud para incorporar un programa integral de desintoxicación que se centre en su condición específica.
Dos pasos para desintoxicarte de disruptores endocrinos que afectan tus hormonas
Al mismo tiempo, algunas estrategias simples pueden ayudarte a minimizar esta exposición tóxica y su impacto en tu sistema endocrino. A continuación te sugerimos dos pasos muy importantes que te ayudarán a eliminar la carga de estos disruptores endocrinos mejorando tu salud hormonal.
Paso 1 – Come una dieta rica en nutrientes
El auge de los alimentos procesados y refinados junto con una exposición a toxinas sin precedentes está afectando nuestros cuerpos. Existen cuatro toxinas que los humanos ahora ingieren como alimento, a veces como la mayor parte de sus dietas. Estos cuatro «alimentos» pueden alterar el intestino, alterar la función endocrina, aumentar la inflamación y, en última instancia, conducir a una larga lista de enfermedades crónicas:
- Granos de cereales (especialmente harinas refinadas)
- Aceites de semillas industriales omega-6 (maíz, semilla de algodón, cártamo, soja, etc.)
- Azúcar refinada (especialmente jarabe de maíz alto en fructosa)
- Soja procesada (leche de soja, proteína de soja, harina de soja, etc.)
Por el contrario, una dieta Paleo apoyará naturalmente la desintoxicación y la salud. En lugar de centrarte en los macronutrientes, céntrate en los alimentos integrales reales y ricos en nutrientes. Una dieta Paleo es antiinflamatoria, reduce el estrés en el cuerpo y proporciona micronutrientes importantes que se requieren para la desintoxicación, incluidos, entre otros, los siguientes:
- Vitaminas B: B6, B12, ácido fólico, niacina, riboflavina, biotina (verduras de hojas verdes oscuras, pescado)
- Zinc (mariscos, carne de res)
- Magnesio (verduras de hojas verdes oscuras, nueces, semillas)
- Colina (hígado, huevos)
- Glicina (caldo de huesos, cartílago)
- Polifenoles vegetales (frutas y verduras)
Paso 2 – Mejora tu salud intestinal
El intestino es excelente para eliminar las toxinas ingeridas, pero solo si funciona correctamente. Los antibióticos, el control de la natalidad, las dietas ricas en carbohidratos refinados y aceites de semillas industriales, el estrés crónico y las infecciones crónicas contribuyen directamente a la flora intestinal no saludable. Sanar y mantener tu microbioma intestinal es vital para la salud en general. Incluir lo siguiente en tu dieta ayudará a promover la salud intestinal:
Probióticos o alimentos fermentados
El chucrut, kvas de remolacha y kimchi son algunos ejemplos. Los suplementos probióticos también están disponibles, pero no tendrán la misma diversidad que una variedad de alimentos fermentados naturalmente.
Prebióticos
Los prebióticos son incluso mejores que los probióticos para promover el crecimiento de bacterias beneficiosas. Las frutas y verduras ricas en fibra soluble como las batatas, las coles de Bruselas y los aguacates son prebióticos.
Almidón resistente
Las patatas cocidas y enfriadas, si las toleras, aportan almidón resistente. Se pueden obtener dosis más concentradas a partir de la fécula de patata.
Evitar los antibióticos a menos que sea absolutamente necesario mantendrá tu microbioma intestinal robusto, pero si debes tratar con antibióticos, procura suplementarte con un buen probiótico y/o aumentar la ingesta de alimentos propbióticos al mismo tiempo para mitigar el daño.
