Cómo hacer de tus desencadenantes emocionales tus maestros

Los desencadenantes emocionales nos hacen humanos. Nos suceden en el trabajo, en las relaciones y en las interacciones con completos extraños.

desencadenantes emocionales

Un desencadenante emocional es una herida emocional sin cicatrizar. El nivel de emociones que experimentas te da una idea de cuánto tiempo se ha suprimido ese desencadenante.

No es que estos disparadores emocionales sean malos, en realidad nos dan la oportunidad de observar y reflexionar, lo que nos permite sanar. Si esto suena simple, es porque lo es. Al mismo tiempo, es muy difícil de practicar porque estamos teniendo una reacción subconsciente durante un desencadenante emocional.

Nuestra reacción está literalmente por debajo de nuestra conciencia, por lo que si otra persona está involucrada, puede dejarla completamente confundida.

Cómo identificar los desencadenantes emocionales

En los desencadenantes de curación, cambiamos la forma en que percibimos el mundo que nos rodea y nuestras interacciones con las personas que lo habitan. Si podemos identificar los factores desencadenantes y separarnos de la reacción emocional, obtenemos información.

Establece la intención de verlos

Por la mañana en la cama o (aún mejor) durante una meditación establece la intención de ver y aprender de tus desencadenantes. Di a ti mismo: “Quiero poder ver mis desencadenantes emocionales hoy para poder convertirme en una mejor versión de mí mismo”. Establecer una intención comienza a «cablear» las vías del cerebro para ver objetivamente a lo que previamente acabas de reaccionar.

Consigue un diario o cuaderno

Escribir es increíblemente poderoso porque nuestras mentes ocupadas no siempre pueden ver y registrar patrones. Usar un diario para anotar las veces que reaccionaste, cómo te sentiste y cómo reaccionaste, te brindará datos valiosos.

A medida que escribas y leas reacciones pasadas, aprenderás mucho sobre cosas que antes no podías ver. Digamos que alguien te hace un comentario en el trabajo. Sientes que te hierve la sangre y te quita energía durante horas después. Tomarte de 3 a 5 minutos para escribir lo que sucedió, así como los pensamientos y sentimientos que tienes cada vez que sucede algo así, te ayudará a dar el siguiente paso.

Encuentra el “por qué”

Creemos que otras personas nos están provocando, pero solo están poniendo espejos frente a nuestros factores desencadenantes. Para cada reacción emocional, hay una causa subyacente raíz. Por lo general, esto proviene de la infancia o de un momento pasado emocionalmente poderoso. Cuanto más observes en lugar de reaccionar, más información recibirás. Cuando puedes comprender por qué reaccionas emocionalmente en diferentes situaciones, te abres a elegir cómo reaccionar.

Cómo utilizar los disparadores emocionales para madurar

Ahora que has establecido la intención de identificar y aprender de tus factores desencadenantes, necesitarás saber cómo superarlos cuando surjan.

Las emociones cambian la química tanto del cerebro como del cuerpo, así que comprende que este es un proceso que requiere mucho trabajo. Al comienzo de esta práctica te sentirás completamente abrumado, pero cada vez que lo hagas tendrás un avance emocional.

Siente la emoción como energía

Vuelve a etiquetar lo que sientes como energía. Deja que la energía te atraviese. Trata de no etiquetarlo o reaccionar ante eso. Solo reconoce y respira.

Practica la observación

Hemos tenido el hábito subconsciente de reaccionar a nuestros factores desencadenantes. Al principio, observar el gatillo parecerá casi imposible. Usa tu diario para escribir lo que sientes, incluso si no tiene sentido. Cada vez que observes tu reacción reconoce lo difícil que fue y asigna una emoción positiva a la experiencia. A medida que practiques, las vías del cerebro cambiarán y estarás menos inclinado a entrar en la reacción habitual.

Asegura tu progreso

Usa esta afirmación tantas veces como sea necesario. Respira y di esto mientras te conectas con la emoción de la gratitud “Estoy agradecido por esta emoción y lo que me puede enseñar”. Vincular cualquier pensamiento con la emoción ayuda a cambiarte. De eso se trata la manifestación. Los pensamientos y sentimientos juntos son muy poderosos.

Se consciente de tu nueva relación con las emociones

Con un poco de presencia y práctica, comenzarás a ver cómo están cambiando tus ideas sobre las emociones. Te vuelves más ligero y más dispuesto a tener una experiencia emocional diferente. Cada vez que practicas esto te vuelves más consciente de tus propios comportamientos, hábitos y pensamientos. La autoconciencia será tu recompensa.

Liberar

Permítete procesar y seguir adelante. No te esfuerces por observar y aprender si tienes una resistencia natural a ello. Se paciente y usa tu intuición para saber cuándo soltar.