¿Es suficiente con sonreír para levantar nuestro estado de ánimo? La comunidad de científicos nunca ha podido llegar a una conclusión clara. Hasta ahora…
¿La sonrisa puede modificar nuestro estado de ánimo?
¿Puede una sonrisa ser suficiente para hacernos sentir más felices? Según un estudio publicado en el Psychological Bulletin, puede que esto sea posible.
Nuestro sentido común nos dice que una sonrisa puede hacernos sentir mejor, mientras que una expresión más seria nos predispone negativamente. Sin embargo, los psicólogos han estado en desacuerdo sobre esto durante más de 100 años.
La controversia sobre esta teoría se intensificó en 2016, cuando 17 equipos de investigación trataron de replicar un experimento famoso, según el cual una sonrisa puede hacer que las personas se sientan más felices.
Así, los responsables del estudio en Psychological Bulletin analizaron datos de hace casi 50 años de 138 estudios que buscaban determinar si las expresiones faciales podrían afectar el estado de ánimo de las personas. Los estudios involucraron a más de 11.000 personas en todo el mundo.
Las expresiones faciales afectan nuestras emociones
Los investigadores concluyeron que las expresiones faciales tienen un efecto, aunque pequeño pero real, sobre las emociones: tener una sonrisa hace que las personas se sientan más felices, una expresión de enojo las irrita, mientras que fruncir el ceño las hace sentir más tristes.
Hay muchos estudios que no han encontrado evidencia de que las expresiones faciales puedan afectar las emociones. Sin embargo, no podemos centrarnos solamente en los resultados de estos estudios. Los psicólogos han estado probando esta teoría desde principios de la década de 1970.
Tampoco se trata de pretender que las personas puedan alcanzar la felicidad con solo sonreír. Pero estos hallazgos son fascinantes porque brindan una indicación de cómo la mente y el cuerpo interactúan para dar forma a la experiencia consciente de nuestras emociones.
Todavía tenemos mucho que aprender sobre estos efectos de las expresiones faciales, pero este metanálisis nos ha acercado un poco más a comprender cómo funcionan las emociones.
