¿Cómo se puede tratar la epilepsia?

La epilepsia es un trastorno convulsivo crónico y recurrente de la corteza cerebral, que afecta a todos los grupos etarios, especialmente a niños y personas mayores de 70 años. Según la Liga Internacional contra la Epilepsia, adscrita a la Organización Mundial de la Salud, se estima que alrededor de un 30% de la población no recibe el tratamiento adecuado para controlar esta enfermedad, presentándose esta situación, sobretodo, en poblaciones de bajos recursos económicos.

tratamientos de la epilepsia

La epilepsia no tiene cura, pero si es controlable mediante la toma de medicamentos llamados anticonvulsivantes, antiepilépticos o anticomiciales. Estos anticonvulsivantes deben ser indicados por el médico internista o neurólogo, posteriormente al diagnóstico de la epilepsia y según el contexto físico, psicológico y social del paciente.

Objetivos del tratamiento de la epilepsia

El objetivo fundamental para el tratamiento de la epilepsia es lograr eliminar o controlar las convulsiones, evitando efectos adversos producidos por el uso de anticonvulsivantes.

Actualmente existen varios tipos de anticonvulsivantes, sin embargo, el tratamiento de elección será indicado de acuerdo al estado de salud del paciente, su posible adherencia al tratamiento y a su capacidad económica para adquirirlo.

La elección del medicamento debe ser realizada por el médico, considerando que debe evitar los efectos secundarios y la interacción con otros medicamentos, por lo que se prefiere que el tratamiento sea con un solo medicamento (monoterapia).

Otro aspecto importante a tomar en consideración es elegir el medicamento que por su mecanismo de acción sea el ideal para tratar el tipo de convulsión que presenta el paciente según su historia clínica, es decir, que algunos anticonvulsivantes son eficaces para tratar crisis convulsivas generalizadas (secundarias a una actividad anormal de todo el cerebro) y otros, son ideales para tratar las crisis convulsivas parciales (generadas en solo una región cerebral).

Tratamiento médico de la epilepsia

Se estima que cerca de un 70% de los pacientes logra el control de las crisis con el uso de antiepilépticos. El tratamiento médico dependerá entonces del tipo de crisis y el tipo de síndrome epiléptico que presente el paciente:

  • En crisis de ausencia: el tratamiento puede basarse en etosuximida, pero si las crisis de ausencia se acompañan de otro tipo de crisis puede indicarse ácido valproico, lamotrigina o topiramato. Otros anticonvulsivantes por su mecanismo de acción pudieran más bien exacerbar las crisis de ausencia.
  • En crisis tónicas, mioclónicas o tónico- clónicas son empleados medicamentos como el topiramato, lamotrigina y el ácido valproico, variando de acuerdo al tipo de síndrome específico que presente el paciente (por ejemplo, en algunos síndromes, como el Síndrome Mioclónico Juvenil puede emplearse ácido valproico en conjunto con levetiracetam).
  • Crisis generalizadas y crisis sin un tipo específico: el tratamiento de elección es el ácido valproico. Sin embargo, otros antiepilépticos como la carbamazeina, fenobarbital lamotrigina y topiramato también pueden ser usados.
  • Crisis focales: existen varios tipos de opciones como la carbamazepina, lamotrigina, oxcarbazepina, fenitoina y topiramato.
  • Primoconvulsiones: durante la primera crisis epiléptica e incluso, estatus convulsivos, son empleadas las benzodiacepinas (como el diazepan y lorazepan) por ser de rápida y corta acción.

Es importante que la elección del anticonvulsivante sea tomada por el médico internista o neurólogo, ya que todos estos medicamentos tienen efectos secundarios importantes que deben ser evitados y monitorizados.

Otros tratamientos para la epilepsia

  • Estimulación eléctrica para epilepsia refractaria: que se hace a través de la estimulación del nervio vago o por estimulación magnética de la corteza cerebral. En el caso de la estimulación vagal, un aparato ubicado en el cuello produce señales a través de generadores eléctricos (del tamaño de un marcapasos para el corazón), hace que el nervio vago envíe señales hacia el cerebro causando la modificación de los umbrales de las convulsiones. En el caso de la estimulación directa de la corteza cerebral, también se realiza por un dispositivo que envía señales al cerebro y también es capaz de controlar los episodios epilépticos.
  • Cirugía para la epilepsia: se estima que un 20% de los casos de epilepsia pueden ser refractarios a tratamiento médico. Sin embargo, no todas las personas son candidatas a la cirugía. Para plantear una cirugía (que consiste en resecar el segmento de la corteza cerebral que emite las descargas epileptógenas) el paciente debe cumplir una serie de requisitos como por ejemplo, que al remover el área que está generando la epilepsia no se produzca un daño o secuelas importante para la vida del paciente y que la zona epileptógena esté localizada en un área determinada.

Epilepsia y dieta

Algunos estudios recomiendan la dieta cetogénica (entre ellas la dieta Atkins) en pacientes con epilepsia, que consiste en una dieta rica en grasas saturadas de origen vegetal (aguacate, frutos secos, entre otros) y eliminar los carbohidratos y azúcares, con la finalidad de que el organismo utilice la grasas como principal fuente de energía.

No está bien descrito por qué este tipo de dieta tiene efecto, pero se cree que la producción de cuerpos cetónicos disminuye la frecuencia de las convulsiones. Según algunos estudios, desde los años 80 ha sido utilizada en niños refractarios al tratamiento convencional.