Con la llegada de los meses fríos del invierno, el deseo de quedarse en casa bajo las sábanas casi siempre va acompañada por el deseo de comer más, e incluso comer alimentos o preparaciones más cargadas, con lo cual se vuelve difícil seguir con la dieta en esta época del año.
Esto sucede porque el cuerpo tiene que gastar más energía para mantenerse caliente. Aun así, no se puede abusar de los alimentos ricos en calorías y olvidarse de la dieta.
Consejos para seguir con la dieta en invierno
Por todo esto, echa un vistazo a los siguientes siete consejos especiales para evitar la gula y seguir firme en nuestra dieta en esta época del año, evitando el sobrepeso y posibles enfermedades.
Come de tres horas en tres horas
El ayuno prolongado no es adecuado, ya que genera el aumento de una hormona responsable de la sensación de hambre. Esto conduce a un exceso de consumo de alimentos con un índice glucémico alto, como el pan y la pasta de harina blanca. El hábito de comer a intervalos regulares también es beneficioso para contribuir a la buena tasa de metabolismo, lo que significa poder acelerar el metabolismo. Después de todo, el cuerpo tiene la energía sufciente para digerir los alimentos y absorber los nutrientes.
Mastica lentamente los alimentos
Además de facilitar la digestión, la masticación correcta de los alimentos activa la liberación de la hormona de la saciedad en el cuerpo. Si masticamos con calma y de forma correcta, la cantidad de alimentos consumidos se reducirán considerablemente, además de esto conseguiremos que la digestión sea más rápida.
Incluir más actividades de ocio en la rutina
Realizar más actividades físicas nos hace disfrutar momentos de placer al saber que estamos luchando a conciencia por mantener nuestro estado físico y también ayuda a prevenir el estrés, que es un importante contribuyente de los cambios hormonales que contribuyen al consumo excesivo de alimentos, la ansiedad y el desequilibrio en la función intestinal.
Consumir alimentos termogénicos
Alimentos como el café, el pimiento rojo, el té verde, el jengibre y la canela, calientan el cuerpo en el frío, además ayudan a acelerar el metabolismo y quemar grasa. En individuos sanos, el consumo de cafeína adecuado con el fin de obtener el efecto termogénico deseado es de 4 mg por kilogramo de peso corporal. En el caso del pimiento rojo, una tercera parte de una cuchara cada día es suficiente. Sin embargo, tanto uno como el otro no deben consumirse durante la noche, ya que puede afectar la calidad del sueño.
Precaución con las preparaciones calientes
Las sopas y los tés calientes son aún más sabrosos en invierno. Pero para quién quiere mantener el peso adecuado deben evitar la adición de alimentos grasos tales como el queso y la mantequilla. En el caso de las bebidas, es preferible consumir endulzantes alternativos como la stevia (hecho en base a una planta medicinal que tiene un sabor dulce). Con respeto a los caldos, tratar de priorizar las verduras y las fuente de proteína magra es lo ideal.
Alerta con exceso de sal
Según los nutricionistas y diversos estudios realizados a lo largo de varios años, la ingesta excesiva de sal contribuye con la retención de líquido y puede llevar a problemas de la salud como la hipertensión y la disfunción renal. Al comer fuera de casa ten presente que debes alejarte de los alimentos fritos, refrescos, y alimentos con alto contenido de sodio, todo esto forma parte de un conjunto de hábitos que debes adoptar a fin de seguir con la dieta y no decaer.
Beber más agua
Como el frío retarda la liberación de sudor, la sensación de sed también no es el mismo en verano. Sin embargo, todavía tenemos que seguir bebiendo mucha agua (alrededor de dos litros por día) para ayudar a mantener el peso y la piel hidratada.
Redacción: Equipo de Vida Lúcida