Existe evidencia de que una dieta baja en carbohidratos puede ayudar a las personas a perder peso más rápidamente que una dieta baja en grasas y puede, tambien, ayudarles a mantener esa pérdida de peso.
Por ejemplo, un ensayo de dos años que comparó diferentes estrategias de pérdida de peso, encontró que las dietas saludables que variaban en las proporciones de diferentes macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas) funcionaban igualmente bien a largo plazo, y que no había ventaja de velocidad para una dieta sobre otra.
El estudio comparó dietas bajas en carbohidratos, bajas en grasas y de estilo mediterráneo y encontró que después de 2 años, la pérdida de peso y el mantenimiento eran mejores para las dietas bajas en carbohidratos y de estilo mediterráneo en comparación con las dietas bajas en grasas.
Las dietas también tuvieron diferentes efectos sobre los factores de riesgo de enfermedades cardíacas.
La dieta baja en carbohidratos fue más beneficiosa para reducir los triglicéridos, la principal partícula que transporta grasas en el torrente sanguíneo, y también proporcionó el mayor impulso en el colesterol HDL protector.
Si estás interesado en probar una dieta baja en carbohidratos, intenta incluir algunas frutas, verduras y granos integrales para obtener vitaminas, minerales y fitonutrientes esenciales.
Dietas bajas en carbohidratos y enfermedades cardíacas.
Las investigaciones muestran que una dieta moderadamente baja en carbohidratos puede ayudar al corazón, siempre que las selecciones de proteínas y grasas provengan de fuentes saludables.
Un estudio prospectivo de 20 años de 82,802 mujeres analizó la relación entre las dietas bajas en carbohidratos y las enfermedades cardíacas; un estudio posterior examinó las dietas bajas en carbohidratos y el riesgo de diabetes.
Las mujeres que consumían dietas bajas en carbohidratos que eran ricas en fuentes vegetales de grasas o tenían un 30 por ciento menos de riesgo de enfermedad cardíacaca y aproximadamente un 20 por ciento menos de riesgo de diabetes tipo 2, en comparación con las mujeres que comían dietas altas en carbohidratos y bajas en grasas.
Pero las mujeres que consumieron dietas bajas en carbohidratos con alto contenido de grasas o proteínas animales no vieron estos beneficios.
Más evidencia de los beneficios para el corazón de un enfoque bajo en carbohidratos proviene de un ensayo aleatorio conocido como Ensayo de ingesta óptima de macronutrientes para la salud del corazón (OmniHeart).
Una dieta saludable que reemplazó algunos carbohidratos con proteínas o grasas hizo un mejor trabajo para reducir la presión arterial y el colesterol LDL «malo» que una dieta saludable con alto contenido de carbohidratos.
De manera similar, la pequeña prueba de pérdida de peso «EcoAtkins» comparó una dieta vegetariana baja en grasas y alta en carbohidratos con una dieta vegana baja en carbohidratos que era alta en proteínas y grasas vegetales. Si bien la pérdida de peso fue similar en las dos dietas, los sujetos del estudio que siguieron la dieta «EcoAtkins» baja en carbohidratos vieron mejoras en los lípidos en sangre y la presión arterial.
