El síndrome del espejo y cómo puede afectar nuestra autoestima

Los pensamientos y sentimientos que tenemos al vernos reflejados en el espejo pueden afectar la forma en que nos relacionamos ya sea con nosotros mismos e incluso con los demás. Este síndrome, conocido como «el síndrome del espejo» sucede con más frecuencia de la que se considera, y puede estar afectando tu autoestima sin que te des cuenta.

El síndrome del espejo, un trastorno muy común

El hábito de mirarnos y analizarnos delante del espejo refleja nuestra necesidad de aprender sobre nuestro cuerpo y analizar cualquier supuesto defecto físico que detectemos, antes de que otros lo encuentren.

Qué es el síndrome del espejo

El síndrome del espejo se refiere a una obsesión con nuestra reflexión y a una tendencia a distorsionarla en nuestras mentes hasta que vemos defectos o magnificamos los que creemos que tenemos. Podría decirse que este objeto que tenemos en el dormitorio, el baño, o cualquier lugar en nuestra casa, es el mediador en una relación .

En la mayoría de los casos, la relación formada por una «persona y su imagen» es muy diferente. Puede transformarse en una relación malsana llena de problemas, sufrimientos, dificultades, preocupaciones, peleas, etc.

Al igual que sucede cuando vives con alguien, tenemos que aprender a vivir diariamente con nuestro cuerpo y sobre todo con lo que vemos en el espejo, que no es más que una proyección que hacemos nosotros mismos, y que la mayoría de las veces, esa imagen que vemos, depende de cómo nos sentimos anímicamente.

En realidad no tenemos pociones ni hechizos para hacernos felices, la fuente de la juventud no existe, pero existe la capacidad de amarnos como somos y sobre todo, de aceptarnos, sin importar la edad, las libras o las arrugas que tengamos.

El síndrome del espejo se convierte en una tendencia patológica cuando se origina en los casos de trastornos alimentarios como lo son la anorexia o la bulimia, este tipo de trastornos se ve con mucha constancia en los adolescentes, principalmente en el sexo femenino.

¿Cómo puedo superar el trastorno del espejo?

mirándose en el espejo

En primer lugar, hay que apartar los prejuicios, el ejercicio de la autocrítica te ayudará a revertir ciertos prejuicios que se deben erradicar, por otra parte, no deberías compararte con los demás, aunque sea parte de nuestra naturaleza, el hecho de comprar resta valor propio a lo que cada uno tiene. Si bien es algo muy difícil, debemos entender que todos somos diferentes en cuanto a nuestros cuerpos y personalidades.

Esos juicios y críticas que realizamos sobre ser más gordo, más delgado, más alto, más corto, más bonito, más feo … sólo son evaluaciones arbitrarias. El estilo siempre está cambiando y los estándares de belleza también. Y si no, echa un vistazo a las pinturas de hace tres siglos.

Cada uno de nosotros es hermoso en nuestra forma particular, somos únicos e insustituibles. Esto no significa que deberíamos ser narcisistas y admirar nuestra reflexión todo el tiempo, por encima de todo y de todos los demás, mostrando cuán buenos y bellos somos, sino que debemos aprender a amarnos y a aceptarnos como realmente somos.

Por otra parte, es vital empezar a reírse de uno mismo, de nuestros errores y de lo que no nos gusta. Un toque de humor aliviará nuestra vida y mejorará la relación que tenemos con nuestro cuerpo y también con los demás.

Conviértete en tu complice

Mujer viendo su reflejo

También es esencial para convertirnos en nuestros mejores amigos y cómplices. ¿Qué significa esto? No prejuzgues la imagen que ves en el espejo. Si estás de buen humor, feliz y satisfecho, ¿realmente te importa el tamaño de tus caderas, vientre o nariz?

Como una medida clave, debemos amarnos a nosotros mismos para que más tarde podamos amar a los demás, y ellos pueden amarnos . Si no nos respetamos, nadie lo hará, o más bien termionaremos encontrando a la persona ideal que nos falte el respeto.

La única persona con la que tienes permiso para compararte es contigo mismo y no otra persona. Puedes analizar la forma en que eras ayer con la forma que tienes hoy, pero no criticarte, porque este tipo de juicios son los que en silencio te cortan las alas.

El cuerpo es una representación de nuestra salud, lo que importa es cuan saludables nos vemos. Más allá de lo que tiene que ver con la salud, no debemos preocuparnos por nuestro aspecto de una manera exagerada. La percepción que logremos tener de nosotros puede ser tan variable como lo sean nuestros estados de ánimos, así es que no te preocupes si un día te ves espectacular y al otro piensas que eres alguien muy feo, eso nos pasa a todos pero debemos aprender a dejar de lado esas percepciones.

En el momento en que nos aceptemos exactamente como somos, tendremos la capacidad de reírnos de nosotros mismos y de nuestros errores y equivocaciones, sin preocuparnos por el reflejo en el espejo; Que es cuando somos personas verdaderamente equilibradas y felices.

Cuando podemos reírnos de nosotros mismos, entonces tenemos la capacidad de hacerlo con los demás, y podremos comenzar el camino de la verdadera visión, que consiste en ver realmente a quien está delante de nosotros cuando nos vemos en el espejo.