La epilepsia es una enfermedad que afecta al cerebro haciendo que las células que lo conforman, llamadas neuronas, se activen de forma anormal llevando a la aparición de una serie de síntomas que abarcan principalmente movimientos bruscos acompañados por la alteración del estado de conciencia.
Se estima que en el mundo existen unos 50 millones de personas con epilepsia. Esta enfermedad puede afectar a cualquier persona, independientemente de su sexo, edad y nivel socioeconómico.
Causas de la epilepsia
La epilepsia es una enfermedad que muchas veces no tiene una causa que pueda identificarse.
En algunas personas las convulsiones pueden ser una complicación de daño cerebral producido por traumatismos, infecciones, tumores, accidentes cerebrovasculares o incluso por el uso de algunos medicamentos o sustancias de abuso. Esto es lo que se conoce como epilepsia secundaria.
Síntomas de la epilepsia
La afectación de la función cerebral que caracteriza a la epilepsia se manifiesta principalmente por episodios conocidos como crisis epilépticas.
Estas se caracterizan por la presencia de movimientos involuntarios bruscos, en forma de sacudidas que involucran a todo el cuerpo. Durante los mismos existe la afectación del estado de conciencia, pudiendo presentarse emisión de orina por relajación de los esfínteres.
Tras estos episodios la persona entra en un letargo o estado de somnolencia que se sigue por el sueño, por lo general no es posible recordar lo sucedido. Es común que después de estas crisis haya dolor muscular y dolor de cabeza. También puede haber manifestaciones debidas a traumatismos ocurridos al momento de caer al suelo producto de la pérdida de la conciencia.
Esta es la forma más común de epilepsia. Sin embargo existen otros tipos en los que estos movimientos ocurren mientras la persona está consciente, o bien puede suceder que la persona se mantenga inmóvil y no responda a estímulos, lo que se conoce como crisis de ausencia.
¿Por qué ocurren las crisis epilépticas?
La principal causa de las crisis epilépticas es la suspensión del tratamiento o el olvido de alguna toma del medicamento en las personas afectadas por esta condición.
Otros factores que pueden favorecer que aparezcan estas crisis es la presencia de fiebre, la deprivación del sueño, atravesar situaciones que acarreen un alto estrés emocional, la ingesta de bebidas alcohólicas o consumo de drogas de abuso.
Cómo se diagnostica la epilepsia
Las manifestaciones de la epilepsia son muy características, por lo que la narración de las crisis es suficiente para establecer el diagnóstico. Es probable que en la etapa entre las crisis el examen clínico de las personas con epilepsia sea completamente normal.
En estos pacientes pueden llevarse a cabo una serie de estudios especiales que buscan evaluar la actividad eléctrica cerebral. Estos incluyen al electroencefalograma, el cual puede evidenciar las alteraciones eléctricas en áreas específicas del cerebro lo que es necesario para poder establecer el tratamiento específico.
Otro estudio que debe llevarse a cabo es la resonancia magnética. Este permite obtener una imagen muy detallada del sistema nervioso que es útil para identificar oras causas de la convulsión, como es el caso de tumores, accidentes cerebrovasculares, malformaciones, aneurismas o incluso procesos infecciosos del sistema nervioso.
¿Qué hacer si un amigo o familiar tiene una crisis de epilepsia?
Frente a una crisis epiléptica lo primero que debe hacerse es mantener la calma.
Hay que tratar de ayudar a que la víctima se acueste en el suelo sobre un costado evitando así que se haga daño, especialmente en la cabeza. No interfiera con los movimientos que realice y no intente colocarle nada en la boca, esto no va a ayudar en nada y más bien puede ocasionarle lesiones o dificultarle la respiración.
Espere a que la crisis termine, no es necesario hacer maniobras de respiración ni acudir inmediatamente a urgencias. Una vez que finalice la persona quedara somnolienta y confundida, ayúdela a ir a su casa o a un lugar donde termine de recuperarse. Con seguridad permanecerá dormida tras la crisis por varias horas.
Es importante verificar si se encuentra recibiendo el tratamiento a la dosis y frecuencia de la toma indicada por su médico tratante, para poder evitar así que ocurra un nuevo episodio.
¿Es posible tener calidad de vida cuando se sufre de epilepsia?
Las personas con epilepsia pueden tener una vida normal y sin crisis cuando reciben el tratamiento adecuado, incluso es posible que muchas de ellas logren dejar el tratamiento y se mantengan sin síntomas. Tener epilepsia no es una razón para no vivir su vida a plenitud.
Solo 3 de cada 10 enfermos no logran controlar adecuadamente su enfermedad, por lo que pueden ameritar una mayor supervisión y ajustes en la medicación de forma periódica. Incluso es posible que este grupo se beneficie de un tratamiento con cirugía.