Estas semillas reducen el colesterol, pero se deben comer de esta forma

Las semillas de lino son un alimento muy beneficioso para la salud, especialmente para el corazón. Estas semillas contienen una gran cantidad de fibra y ácidos grasos omega-3, que ayudan a bajar el colesterol malo (LDL) y a prevenir enfermedades cardiovasculares.

En este artículo te explicamos cómo comer semillas de lino para aprovechar sus propiedades y qué precauciones debes tener al consumirlas.

¿Qué son las semillas de lino y qué beneficios tienen?

Las semillas de lino, también llamadas linaza, son las semillas de la planta Linum usitatissimum, originaria de Asia y Europa. Se pueden encontrar enteras, trituradas o en forma de aceite.

Las semillas de lino tienen un alto contenido de fibra soluble (30% de su composición), que forma un gel en el intestino y atrapa el colesterol, impidiendo su absorción. Además, las semillas de lino son ricas en ácido alfa-linolénico, un tipo de ácido graso omega-3 que se convierte en EPA y DHA en el organismo.

Estos ácidos grasos tienen efectos antiinflamatorios, antitrombóticos y vasodilatadores, que protegen las arterias y el corazón.

Según diversos estudios, el consumo de semillas de lino puede reducir los niveles de colesterol total y de LDL entre un 6% y un 18%, así como los triglicéridos y la presión arterial.

También puede mejorar el control de la glucosa en sangre y los síntomas menopáusicos. Sin embargo, los resultados pueden variar según la cantidad, la forma y la duración del consumo, así como el estado de salud y la dieta de cada persona.

¿Cómo comer semillas de lino para reducir el colesterol?

Para aprovechar los beneficios de las semillas de lino para reducir el colesterol, se recomienda consumir entre 10 y 40 gramos al día, lo que equivale a una o cuatro cucharadas soperas.

Es importante triturar las semillas o comprarlas ya molidas, ya que enteras no se digieren bien y se pierden sus nutrientes.

También se puede consumir aceite de lino, que tiene una mayor concentración de ácidos grasos omega-3, pero no contiene fibra ni fitoestrógenos.

Las semillas o el aceite de lino se pueden incorporar a la dieta de diversas formas:

  • Añadir una cucharada de semillas molidas o aceite de lino al yogur, la leche, el zumo o el batido del desayuno.
  • Espolvorear semillas molidas sobre ensaladas, sopas, cremas, verduras o frutas.
  • Mezclar semillas molidas o aceite de lino con cereales integrales, frutos secos o fruta desecada para hacer barras energéticas caseras.
  • Sustituir parte de la harina por semillas molidas en recetas de pan, bizcochos, galletas o muffins.
  • Usar aceite de lino como aliño para ensaladas o verduras al vapor. No se debe calentar el aceite porque pierde sus propiedades.

¿Qué precauciones debes tener al comer semillas de lino?

Aunque las semillas de lino son un alimento seguro y saludable para la mayoría de las personas, hay que tener en cuenta algunas precauciones al consumirlas:

Beber suficiente agua

La fibra soluble de las semillas de lino necesita agua para formar el gel que atrapa el colesterol. Si no se bebe suficiente agua, se puede producir estreñimiento, hinchazón o gases.

Empezar con pequeñas cantidades

Para evitar molestias digestivas, se debe empezar con una cucharadita al día e ir aumentando progresivamente hasta llegar a la cantidad recomendada.

Consultar con el médico si se toman medicamentos

Las semillas de lino pueden interferir con algunos medicamentos, como los anticoagulantes, los antihipertensivos o los antidiabéticos. Por eso, se debe consultar con el médico antes de consumirlas si se toman estos u otros fármacos.

Evitar el consumo durante el embarazo y la lactancia

Las semillas de lino contienen fitoestrógenos, que son sustancias similares al estrógeno. Aunque no se ha demostrado que tengan efectos negativos, se recomienda evitar su consumo durante el embarazo y la lactancia por precaución.

No comer semillas de lino crudas o no maduras

Las semillas de lino crudas o no maduras pueden contener sustancias tóxicas, como cianuro. Por eso, se deben comprar semillas maduras y tostarlas ligeramente antes de molerlas o consumirlas.

En conclusión, las semillas de lino son un alimento muy beneficioso para reducir el colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares. Se pueden comer de diversas formas, siempre molidas o en forma de aceite, y con suficiente agua. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas precauciones y consultar con el médico si se tienen dudas o se toman medicamentos.