Estas señales podrían ser indicio de que tienes parásitos en tu cuerpo

Los parásitos son organismos que se alimentan de otro ser vivo, al que utilizan como huésped. Algunos parásitos pueden vivir en el interior de nuestro cuerpo, causando diversas enfermedades y molestias.

¿Cómo saber si tenemos parásitos en el cuerpo? A continuación, te presentamos algunas señales que podrían indicarlo.

Diarrea persistente o intermitente

Muchos parásitos intestinales, como la Giardia o los oxiuros, provocan diarrea como síntoma principal. Esto se debe a que alteran la absorción de nutrientes y agua en el intestino, lo que produce heces blandas, acuosas y frecuentes.

La diarrea puede durar semanas o meses, y puede ir acompañada de otros síntomas como cólicos abdominales, gases, náuseas o pérdida de peso.

Anemia

Algunos parásitos, como las lombrices intestinales o las tenias, se alimentan de la sangre del huésped, lo que puede provocar una disminución de los glóbulos rojos y, por tanto, de la hemoglobina.

Esto se traduce en anemia, que se manifiesta con síntomas como cansancio, debilidad, palidez, mareos o dificultad para respirar.

Picazón anal o vaginal

Los parásitos que habitan en el ano o en la vagina pueden causar una intensa picazón en estas zonas, especialmente por la noche. Esto se debe a que los parásitos hembra salen del cuerpo para depositar sus huevos en los pliegues de la piel, lo que produce una reacción alérgica e inflamatoria.

La picazón puede provocar rascado, lo que aumenta el riesgo de infecciones secundarias o de contagio a otras personas.

Cambios en el apetito

Los parásitos pueden afectar al apetito de diferentes formas. Algunos pueden provocar una disminución del apetito, debido a la inflamación intestinal, la malabsorción de nutrientes o la sensación de saciedad.

Otros pueden provocar un aumento del apetito, debido a que el huésped necesita más energía para compensar la pérdida de nutrientes o a que el parásito libera sustancias que estimulan el hambre.

Problemas cutáneos

Los parásitos pueden causar diversos problemas en la piel, como erupciones, granos, urticaria, eccema o dermatitis. Esto se debe a que los parásitos liberan toxinas que pueden desencadenar reacciones alérgicas o inflamatorias en la piel.

Además, algunos parásitos pueden migrar por el cuerpo y causar lesiones cutáneas visibles, como larva migrans o miíasis.

Estas son algunas de las señales más comunes que podrían indicar la presencia de parásitos en el cuerpo. Sin embargo, hay muchos otros síntomas posibles, dependiendo del tipo y la localización del parásito.

Por eso, ante cualquier sospecha o molestia persistente, es importante consultar con un médico para obtener un diagnóstico adecuado y un tratamiento eficaz.