Estas son 7 cosas que los «gaslighters» dicen para confundirte y controlarte

Gaslighting es un patrón de abuso emocional en la que la víctima es manipulada para que llegue a dudar de su propia percepción.

En las relaciones interpersonales, ya sea en parejas, familiares, amigos o incluso en el entorno laboral, puede surgir un comportamiento manipulador conocido como «gaslighting».

Este término se origina en una película de 1944 en la que un esposo manipulador intenta hacer creer a su esposa que está perdiendo la cordura para controlarla.

Aunque esta es una exageración dramática, el gaslighting es un fenómeno real que implica manipulación psicológica y emocional con el fin de confundir y controlar a la otra persona. Aquí te presentamos siete estrategias típicas que los «gaslighters» utilizan para lograr sus objetivos.

1. La negación descarada de los hechos

Uno de los pilares del gaslighting es la negación total de los hechos. El «gaslighter» afirma con seguridad que algo nunca sucedió, a pesar de que tengas pruebas contundentes de lo contrario.

Esta táctica tiene como objetivo sembrar dudas en tu mente y hacer que empieces a cuestionar tu propia percepción de la realidad. Pueden llegar a decir cosas como: «Eso nunca pasó, estás exagerando».

2. Cambio de la realidad: haciéndote dudar de tus recuerdos

Un «gaslighter» también podría tratar de hacer que dudes de tus propios recuerdos y percepciones. Te dirán que recuerdas mal situaciones pasadas, incluso cuando estás seguro de que tu memoria es precisa.

Su objetivo es hacerte sentir inseguro acerca de tus pensamientos y recuerdos. Por ejemplo, podrían decir: «Estás confundido, eso no fue lo que pasó».

3. Atacando tu estabilidad emocional: la manipulación de tus emociones

Otra táctica común del gaslighting es dirigirse a tus emociones y debilidades. Un «gaslighter» podría usar comentarios hirientes o crueles para minar tu autoestima y confianza en ti mismo.

Con el tiempo, esto puede hacer que te sientas dependiente de su aprobación y control. Podrían decir: «Nadie más te querría si no fuera por mí».

4. Jugar el papel de la víctima: invertir los roles

Algunos «gaslighters» recurren a invertir los roles para hacerte sentir culpable por su comportamiento manipulador.

Pueden afirmar que tú eres el agresor, incluso cuando eres tú quien está siendo manipulado. Esta inversión de roles confunde y desestabiliza, haciendo que te sientas atrapado en un ciclo de culpa. Podrían decir: «Siempre me haces sentir como el malo/a en esta relación».

5. Minimizar tus emociones: restar importancia a tus sentimientos

Otra estrategia del «gaslighter» es minimizar tus emociones y reacciones. Pueden bajarle la importancia a tus sentimientos legítimos, haciéndote creer que estás siendo demasiado sensible o dramático/a.

Esto invalida tus emociones y te hace más susceptible a su control. Podrían decir: «No seas tan exagerado/a, no es para tanto».

6. Crear dudas sobre tus amistades: aislamiento social

El aislamiento social es una táctica poderosa del gaslighting. Un «gaslighter» puede intentar alejarte de amigos y familiares que podrían darte apoyo y perspectiva objetiva.

Esto los deja con un control más fuerte sobre ti, ya que te vuelves más dependiente de su opinión. Podrían decir: «Tus amigos no te entienden como yo, deberías pasar menos tiempo con ellos».

7. La lucha constante: generar conflictos inútiles

Los «gaslighters» a menudo generan conflictos constantes sobre temas insignificantes. Esto mantiene un ambiente tenso y confuso, lo que hace que estés más preocupado por los desacuerdos superficiales que por el comportamiento manipulador real.

Al distraerte con discusiones sin sentido, te mantienen en un estado constante de agotamiento emocional. Podrían decir: «Siempre tienes que llevar la contraria en todo».

Recuperando el Control: Reconociendo y Abordando el Gaslighting

Reconocer el gaslighting es el primer paso para romper el ciclo de manipulación. Si te encuentras en una relación donde sientes que tu percepción de la realidad está siendo distorsionada y tus emociones controladas, es importante buscar apoyo.

Hablar con amigos, familiares o un profesional de la salud mental puede ayudarte a obtener una perspectiva objetiva y desarrollar estrategias para establecer límites saludables.

En última instancia, recuerda que nadie tiene el derecho de manipularte ni controlar tus pensamientos y emociones. Mantén tu autoestima y confianza en ti mismo intactos.

Establecer límites claros y tener una comunicación abierta puede ayudarte a protegerte de los efectos dañinos del gaslighting y crear relaciones más saludables y respetuosas.