Este ingrediente “natural” escondido en alimentos podría ser causa de cáncer

La alimentación juega un papel crucial en nuestra salud, y cada vez somos más conscientes de la importancia de leer las etiquetas de los productos alimenticios que consumimos.

Sin embargo, a veces, ciertos ingredientes pasan desapercibidos y se esconden detrás de términos aparentemente inofensivos. Uno de estos ingredientes es la carragenina, un aditivo ampliamente utilizado en la industria alimentaria que ha generado controversia debido a sus posibles efectos negativos en la salud, incluida la relación con el cáncer.

En este artículo, exploraremos en profundidad qué es la carragenina, dónde se encuentra y qué dicen las investigaciones sobre su seguridad.

¿Qué es la carragenina?

La carragenina es un polisacárido que se extrae de ciertas especies de algas rojas, conocidas como «carrageninas».

Se utiliza comúnmente como aditivo alimentario en una variedad de productos procesados, desde productos lácteos hasta alimentos para bebés y alimentos vegetarianos o veganos.

Este aditivo se emplea principalmente por su capacidad para espesar, estabilizar y dar textura a los alimentos. Se encuentra en productos como helados, leche de almendras, yogures, salsas, embutidos vegetales y más.

Debido a su origen natural, muchas personas asumen que es seguro para el consumo humano. Sin embargo, su seguridad ha sido objeto de debate.

Las dos formas de carragenina: degradada e indegradada

Es importante destacar que existen dos formas principales de carragenina: la degradada y la indegradada. La carragenina degradada se usa en aplicaciones industriales y no se considera segura para el consumo humano debido a su potencial inflamatorio en el tracto gastrointestinal.

Por otro lado, la carragenina indegradada se utiliza en alimentos y se considera segura en pequeñas cantidades según la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).

Sin embargo, la controversia radica en que, durante el procesamiento, la carragenina indegradada puede convertirse en su forma degradada, lo que ha llevado a preocupaciones sobre su seguridad en los alimentos procesados.

La controversia de la carragenina y el cáncer

La principal preocupación en torno a la carragenina es su posible vínculo con el cáncer. Varios estudios en animales han sugerido que la exposición a la carragenina degradada podría estar relacionada con un mayor riesgo de cáncer colorrectal.

Sin embargo, estos estudios a menudo involucraron dosis mucho más altas de carragenina degradada que las que se encuentran típicamente en los alimentos procesados.

La FDA ha evaluado la seguridad de la carragenina indegradada y concluyó que es segura para su uso en alimentos en concentraciones limitadas.

Sin embargo, algunos grupos defensores de la salud argumentan que la presencia de carragenina en los alimentos procesados aún plantea preocupaciones, especialmente porque puede convertirse en su forma degradada en ciertas condiciones.

Recomendaciones y etiquetado

Dado el debate en curso sobre la carragenina, es importante tomar decisiones informadas sobre su consumo. Aquí hay algunas recomendaciones:

  1. Leer las etiquetas: Si te preocupa la carragenina, lee las etiquetas de los productos alimenticios. Busca alimentos que no contengan carragenina o que utilicen alternativas estabilizadoras y espesantes.
  2. Limitar el consumo: Si decides consumir productos que contienen carragenina, hazlo con moderación y como parte de una dieta equilibrada.
  3. Consultar con un profesional de la salud: Si tienes preocupaciones específicas sobre la carragenina y su posible impacto en tu salud, habla con un profesional de la salud o un dietista registrado para obtener orientación personalizada.

En resumen, la carragenina es un aditivo alimentario que ha generado controversia debido a su posible vínculo con el cáncer, particularmente en su forma degradada.

Aunque la carragenina indegradada se considera segura en pequeñas cantidades según la FDA, es importante que los consumidores estén informados y tomen decisiones conscientes sobre su consumo.

La investigación sobre este tema sigue en curso, y es fundamental estar al tanto de las actualizaciones y recomendaciones de seguridad alimentaria.