No es ningún secreto que las muertes relacionadas con medicamentos recetados están en aumento, un problema que preocupa cada vez más a expertos y autoridades sanitarias. Sin embargo, según un destacado científico, existe un analgésico que está causando más víctimas mortales que incluso drogas ilegales como la heroína. Se trata del Tramadol, un medicamento común pero sorprendentemente peligroso.

El profesor Jack Crane, patólogo estatal de Irlanda del Norte, ha señalado que el Tramadol supera a las drogas ilícitas en número de fallecimientos en su región. Este analgésico, conocido en algunos países bajo nombres comerciales como Ultram o ConZip, es un opioide sintético que los médicos recetan habitualmente para tratar dolores moderados a severos.
Su mecanismo de acción se centra en el cerebro, alterando la forma en que el sistema nervioso percibe y responde al dolor. Aunque es efectivo cuando se usa correctamente, el peligro surge cuando se combina con alcohol u otros medicamentos, un hábito que puede tener consecuencias fatales.
En Irlanda del Norte, los especialistas vincularon el Tramadol a 33 muertes solo en el último año registrado, una cifra alarmante que pone en perspectiva su riesgo. Crane expresó su preocupación: “Me cuesta entender por qué la gente no reconoce lo potencialmente letal que puede ser esta sustancia. Creo que esto se debe a que, al ser un medicamento recetado por médicos, muchos asumen automáticamente que es seguro”.
Efectos secundarios del Tramadol
A pesar de su uso generalizado, el Tramadol viene acompañado de una extensa lista de efectos secundarios que van desde molestias leves hasta riesgos graves. Entre las reacciones más comunes y severas se incluyen:
- Vómitos y mareos, que pueden afectar la calidad de vida diaria.
- Malestar estomacal severo y estreñimiento, frecuentes en usuarios prolongados.
- Desmayos, erupciones cutáneas, hormigueo o hinchazón, señales de una posible reacción alérgica.
- Dolores de cabeza y alucinaciones, que alteran la percepción y el estado mental.
- Dificultad para orinar y pérdida de apetito, indicadores de problemas fisiológicos.
- Ataques epilépticos y respiración lenta o superficial, efectos que pueden ser mortales en sobredosis.
Dependencia y riesgos mortales
El Tramadol tiene un perfil adictivo similar al de otros opioides. Los pacientes pueden volverse física y mentalmente dependientes de sus efectos analgésicos, especialmente si se usa de forma prolongada o en dosis altas. Las muertes asociadas al Tramadol ocurren principalmente cuando los usuarios lo mezclan con otras sustancias, como depresores del sistema nervioso (alcohol, benzodiacepinas) o incluso otros analgésicos. Este cóctel amplifica sus efectos sedantes, pudiendo llevar a una depresión respiratoria letal.
En respuesta a esta crisis, en 2014 Irlanda del Norte reclasificó al Tramadol como una sustancia controlada, prohibiendo su venta sin receta médica. Sin embargo, expertos como Crane abogan por restricciones aún más estrictas, argumentando que las medidas actuales no son suficientes para frenar su impacto devastador.
Qué puedes hacer si consumes Tramadol
Si eres usuario de este medicamento, no ignores las señales de alerta. Consulta a tu médico para obtener una evaluación detallada sobre los riesgos específicos en tu caso y discute alternativas más seguras para el manejo del dolor.
También puedes investigar fuentes confiables para entender mejor sus efectos y decidir si es necesario suspender su uso de inmediato. Tu salud podría depender de una decisión informada.
Un peligro subestimado
El Tramadol, aunque útil para aliviar el dolor, es un recordatorio de que no todos los medicamentos recetados son inofensivos. Su potencial letal, amplificado por el mal uso y la falta de conciencia, lo convierte en una amenaza silenciosa. La advertencia de Crane es clara: subestimar este analgésico puede costar vidas. Actúa con precaución y prioriza tu seguridad.