¿Inflamación inexplicable? 6 señales de que estás comiendo demasiada sal

La sal es un condimento esencial para dar sabor a los alimentos, pero también puede ser un enemigo de la salud si se consume en exceso.

El sodio, el principal componente de la sal, es necesario para el equilibrio de los fluidos corporales, la transmisión de los impulsos nerviosos y la contracción muscular.

Sin embargo, cuando se ingiere más sal de la que el cuerpo necesita, se produce una retención de líquidos que puede causar inflamación, aumento de peso y otros problemas de salud.

6 signos del alto consumo de sal

¿Cómo saber si estás comiendo demasiada sal? A continuación te presentamos 6 señales que pueden indicarte que debes reducir tu consumo de sal.

1. Tienes sed frecuente

La sed es una señal de que el cuerpo necesita hidratarse para compensar el exceso de sodio. Cuando consumes mucha sal, tus riñones tienen que trabajar más para eliminarla y mantener el equilibrio hídrico.

Esto hace que pierdas agua por la orina y que sientas la necesidad de beber más líquidos. Si notas que tienes la boca seca y que bebes más agua de lo habitual, puede ser una señal de que estás comiendo demasiada sal.

2. Tienes hinchazón en el rostro y las extremidades

La hinchazón o edema es otro síntoma de la retención de líquidos causada por el exceso de sal. El sodio atrae el agua hacia los tejidos y provoca una inflamación en las zonas más sensibles, como el rostro, las manos, los pies y las piernas.

Esta hinchazón puede ser más evidente por la mañana, al despertar, o después de estar mucho tiempo sentado o de pie. Si notas que tus anillos o zapatos te quedan más ajustados o que tienes los ojos o las mejillas hinchados, puede ser una señal de que estás comiendo demasiada sal.

3. Tienes presión arterial alta

La presión arterial es la fuerza con la que la sangre circula por las arterias. Cuando consumes mucha sal, aumenta el volumen de sangre y la presión sobre las paredes arteriales. Esto hace que el corazón tenga que bombear más fuerte y que se eleve la presión arterial.

La hipertensión arterial es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, como el infarto o el accidente cerebrovascular.

Si tienes la presión arterial alta o si tomas medicamentos para controlarla, debes vigilar tu consumo de sal.

4. Tienes dolores de cabeza

El exceso de sal también puede afectar al sistema nervioso y causar dolores de cabeza. El sodio altera el equilibrio de los electrolitos en el cerebro y provoca una dilatación de los vasos sanguíneos cerebrales.

Esto puede generar una presión en el cráneo y un dolor pulsátil en la frente o las sienes. Si sufres dolores de cabeza frecuentes o intensos, puede ser una señal de que estás comiendo demasiada sal.

5. Tienes problemas digestivos

La sal también puede interferir con el funcionamiento del aparato digestivo y provocar problemas como acidez, reflujo, gastritis o úlceras. El sodio estimula la producción de ácido gástrico y puede irritar la mucosa del estómago y el esófago.

Además, el exceso de sal puede alterar la flora intestinal y favorecer el crecimiento de bacterias nocivas. Si tienes ardor, náuseas, vómitos o diarrea, puede ser una señal de que estás comiendo demasiada sal.

6. Tienes dificultad para concentrarte

El exceso de sal también puede afectar a tu capacidad cognitiva y dificultar tu concentración y memoria.

El sodio puede causar deshidratación cerebral y reducir el flujo sanguíneo al cerebro. Esto puede disminuir el suministro de oxígeno y nutrientes a las neuronas y afectar a su funcionamiento.

Si tienes problemas para concentrarte, recordar cosas o tomar decisiones, puede ser una señal de que estás comiendo demasiada sal.

¿Cómo reducir el consumo de sal?

La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir menos de 5 gramos de sal al día, lo que equivale a una cucharadita.

Sin embargo, la mayoría de las personas supera esta cantidad, ya que la sal está presente en muchos alimentos procesados, como los embutidos, los quesos, las salsas, los snacks o las sopas instantáneas. Para reducir el consumo de sal, se recomienda:

  • Leer las etiquetas de los alimentos y elegir los que tengan menos sodio.
  • Cocinar con menos sal y usar otras especias o hierbas aromáticas para dar sabor a los platos.
  • Evitar el consumo de alimentos envasados, precocinados o fritos y optar por alimentos frescos, naturales y cocinados al vapor, al horno o a la plancha.
  • Reducir el consumo de alimentos salados, como las aceitunas, los frutos secos, las conservas o los encurtidos.
  • No añadir sal a los alimentos una vez servidos en el plato y evitar el uso de saleros en la mesa.
  • Beber agua en lugar de bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína, que pueden aumentar la sed y el consumo de sal.

Reducir el consumo de sal es una medida sencilla y efectiva para mejorar tu salud y prevenir enfermedades.

Si notas alguna de las señales que te hemos mencionado, consulta con tu médico y sigue sus recomendaciones. Recuerda que la sal es necesaria para el organismo, pero solo en pequeñas cantidades.