Un tipo específico de ejercicio demuestra ser un salvavidas para prevenir la insuficiencia cardíaca. Sigue leyendo para descubrir cómo el ejercicio puede ayudar a tu corazón, y cuánto tiempo debes practicarlo para poder conseguir los beneficios.
Dedicar un momento al ejercicio sistemático e intenso parece ser uno de los mejores “medicamentos naturales«, si queremos aumentar la flexibilidad del miocardio.
Los beneficios del ejercicio para el corazón
En particular, el ejercicio demuestra ser especialmente beneficioso para quienes muestran signos tempranos de insuficiencia cardíaca, según los resultados de un pequeño estudio publicado en Circulation, la revista de la American Heart Association.
El estudio se centró en la insuficiencia cardíaca con fracción de eyección conservada, que se caracteriza por una mayor rigidez del músculo cardíaco y altas presiones intracardíacas durante el ejercicio. Sin embargo, es una afección tratable y las señales de advertencia incluyen fatiga, dificultad para respirar y líquido en los pulmones y las piernas.
Aunque existe material de investigación anterior que muestra una mejora en la elasticidad cardíaca en personas más jóvenes, los investigadores querían investigar si el ejercicio regular podría mejorar la rigidez del músculo cardíaco en 31 hombres y mujeres sanos de 45 a 64 años que llevaban una vida sedentaria.
Los participantes tenían algunos signos tempranos de inelasticidad del músculo cardíaco y un aumento de los biomarcadores sanguíneos asociados con la insuficiencia cardíaca, aunque no tenían síntomas como dificultad para respirar. Once de ellos fueron seleccionados al azar y siguieron un programa de entrenamiento de yoga, equilibrio y fuerza tres veces por semana.
El resto de participantes siguió un programa de fitness personalizado con un entrenador personal, pero con diferentes actividades como caminar, andar en bicicleta y nadar. El programa se «intensificó» gradualmente hasta que los participantes hacían ejercicio aeróbico intenso durante 30 minutos al menos dos veces por semana y dos o tres entrenamientos de intensidad moderada adicionales y uno o dos entrenamientos de fuerza cada semana.
Un año después, los que siguieron el programa de ejercicio intensivo tuvieron múltiples beneficios para su corazón y su salud en general: pudieron mejorar su rigidez cardíaca y su capacidad cardiorrespiratoria, en comparación con el grupo de control, que no mostró cambios.
El momento ideal para ejercitarte y prevenir la insuficiencia cardíaca
Los resultados indican que la mediana edad es el momento apropiado para utilizar el ejercicio como un escudo natural para prevenir la insuficiencia cardíaca, antes de que el músculo cardíaco se «endurezca» lo suficiente.
Una manera sencilla de explicar la contribución del ejercicio es comparar el músculo cardíaco con una goma elástica: cuando es nueva, es muy flexible.
Pero cuando han pasado 30 años, ha perdido su elasticidad. Piensa en esta nueva goma elástica como en el sistema cardiovascular joven. Si la dejas olvidada en algún lugar e intentas estirarla nuevamente después de 30 años, no se estirará tan fácilmente.
Algo similar sucede en el torrente sanguíneo, el corazón y los vasos sanguíneos a medida que envejecemos.
Sin embargo, debido al pequeño tamaño de la investigación, los investigadores no pueden estar seguros de que estas personas desarrollarán insuficiencia cardíaca, ya que deberán realizarse estudios a mayor escala. Además, no es fácil seguir este programa de ejercicios ya que se considera difícil y bastante caro.
Pero estos primeros hallazgos podrían sentar las bases para estudios futuros y buenos consejos para todos los pacientes con insuficiencia cardíaca.