La inflamación crónica también puede ser responsable de una enfermedad mental o exacerbarla.
El papel de la inflamación crónica no solo se manifiesta en la salud física sino también en la salud mental, desde la depresión hasta la adicción, la esquizofrenia y el trastorno obsesivo-compulsivo, es un tema extremadamente candente que será de gran preocupación para la comunidad científica en los próximos años.
¿Por qué sucede la inflamación?
Es probable que la inflamación sea un factor de riesgo general que hace que la enfermedad mental sea más probable, ya que se encuentra en niveles significativamente más altos en promedio en personas con enfermedades mentales.
La inflamación es parte de la respuesta inmunitaria normal del cuerpo a una lesión, infección o irritación corporal. Cuando, por ejemplo, una lesión seguida de inflamación, aumenta el flujo sanguíneo al área, aumenta la permeabilidad capilar local para permitir un intercambio más fácil de líquidos y proteínas entre las células dañadas y la sangre, y se liberan glóbulos blancos para atacar a los microorganismos invasores.
De esta manera, la inflamación promueve la recuperación de infecciones o lesiones corporales y promueve la curación. Por supuesto, la inflamación no es solo una cuestión de lesión, sino que es motivo también de muchos otros fenómenos degenerativos en un organismo.
¿Cómo afecta a la salud mental?
Los efectos de la inflamación crónica también causan estragos en la memoria y las funciones mentales.
Lo que es sumamente interesante es que la inflamación crónica en el cuerpo también conduce a cambios psicológicos, ya que afecta al sistema nervioso y al comportamiento de formas muy específicas, interfiriendo principalmente con funciones como el estrés, el estado de ánimo y la energía.
Lo cual tiene sentido desde un punto de vista evolutivo, ya que el cuerpo sigue una estrategia de autoconservación para curar el daño. En términos de mecanismo, la inflamación reduce los niveles de serotonina, dopamina y noradrenalina en el cerebro, cambios que a menudo se asocian con enfermedades mentales.
Además, la inflamación también reduce la producción de BDNF (factores neurotrópicos del cerebro), que es fundamental para la formación de nuevas neuronas y conexiones sinápticas, y es fundamental para la memoria y el pensamiento flexible.
La inflamación es definitivamente una parte inesperada y muy importante del rompecabezas de la salud mental.