7 signos de que sufres de inflamación crónica en el cuerpo y no lo sabías

La inflamación crónica de bajo nivel parece desempeñar un papel en una serie de enfermedades, enfermedades autoinmunes como Hashimoto, artritis, fibromialgia, lupus, diabetes tipo 2, enfermedades del corazón, Alzheimer, cáncer e incluso la depresión.

inflamación crónica

Cuando la respuesta inmune de la inflamación se activa constantemente, con el tiempo puede dañar el cuerpo en vez de curarlo.

Algunos se han de preguntar hasta qué punto la inflamación puede ser tan mala ya que, ésta, en realidad se manifiesta de manera natural como una respuesta del cuerpo de manera defensiva ante un agente extraño.

En primer lugar, la inflamación normal, es decir, la inflamación de la variedad no crónica ayuda a protegernos contra infecciones y lesiones. Cuando se esfuerza o esguince un músculo, o se corta a sí mismo, por ejemplo, un sistema inmunológico saludable estimula un mecanismo de defensa que permite que la lesión sane.

Pero la inflamación crónica e hiperactiva puede causar estragos en el cuerpo. La artritis reumatoide (AR) es una buena ilustración de esto. La AR es una condición dolorosa que resulta de la inflamación continua de las articulaciones, la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos.

Además de la artritis, la inflamación anormal es responsable de todas las demás condiciones de ‘-itis’, como la bursitis (inflamación del codo, la rodilla o el hombro) y la hepatitis (inflamación del hígado).

7 signos de inflamación crónica

En este artículo, nos enfocaremos en la inflamación crónica. También sugeriremos formas de reducir, y en algunos casos eliminar, la respuesta crónica a la inflamación.

1. Fatiga crónica

Algunos neurocientíficos como Mary Harrington, directora del programa de neurociencia del Smith College en Massachusetts, creen que la inflamación crónica está directamente relacionada con la fatiga crónica.

Estos científicos han descubierto una conexión biológica entre la respuesta inflamatoria del sistema inmune y la actividad dentro del cerebro y la médula espinal. Esta relación permite que la inflamación crónica interfiera con el ritmo circadiano del cerebro, que controla los ciclos de sueño / vigilia.

2. Piel roja o con picazón

Los altos niveles de estrés producen una cantidad desproporcionadamente grande de químicos inflamatorios, y estos pueden afectar la salud de la piel. Las personas con afecciones crónicas de la piel como eczema o psoriasis pueden ver que sus síntomas se exacerban. También es posible que la inflamación crónica incite el acné episódico o la hinchazón y el picor de la piel.

inflamación crónica y gras aen el vientre

3. Exceso de grasa en el vientre

El exceso de grasa abdominal puede ser un factor impulsor de los procesos inflamatorios, según investigadores de la Universidad de Washington. El equipo de investigación también descubrió que las toxinas ambientales están relacionadas con el grado de respuesta inflamatoria.

Con hallazgos como estos, es beneficioso para nosotros monitorear nuestro peso y considerar perder algunos kilos si es necesario.

4. Problemas digestivos

Existe un vínculo intrincado entre los niveles de inflamación y la salud digestiva del cuerpo. Los episodios frecuentes de hinchazón, estreñimiento, diarrea, gases, náuseas o vómitos son signos potenciales de una respuesta inflamatoria elevada.

Es fácil caer en la trampa de pensar que los problemas estomacales no son un gran problema, y es posible que no lo sean. Sin embargo, si estos problemas son constantes, no es normal, y puede ser una indicación de una condición de salud subyacente.

5. Intolerancias alimentarias

La sensibilidad a ciertos alimentos es un problema frecuente que impulsa al sistema inmunitario a una sobrecarga. Cuando esto sucede, los productos químicos inflamatorios se dispersan para protegerse de los subproductos de los alimentos y proteger a la persona.

La leche, el gluten, los huevos, los granos, el azúcar y el maíz son algunos de los principales culpables de la intolerancia alimentaria. Afortunadamente, el simple hecho de evitar estos alimentos estabilizará tanto el sistema inmunitario como los niveles de inflamación.

intolerancias causan inflamación crónica

6. Dolores de cabeza o migrañas

Los dolores de cabeza persistentes son signos potenciales de mayores niveles de inflamación. Similar a los problemas digestivos, los dolores de cabeza también pueden ser estimulados por toxinas en el ambiente que causan inflamación.

En un estudio realizado por la Facultad de Medicina y Ciencias de la Vida de la Universidad de Toledo, los investigadores encontraron una correlación positiva (relación) entre los casos de diagnóstico de migraña y los marcadores inflamatorios dentro del cuerpo.

7. Depresión o síntomas depresivos

La depresión y los síntomas depresivos son complicados, ya que muchos factores contribuyen a las condiciones. Por contradictorio que pueda parecer, la inflamación crónica puede ser uno de esos factores.

Muchos médicos han llegado a esta conclusión citando la frecuencia en la que los pacientes diagnosticados con depresión registran altos niveles de inflamación. Además, estas personas son más propensas a sufrir un problema de salud relacionado con la inflamación, como la artritis reumatoide o la enfermedad inflamatoria intestinal.

Tratamiento de la inflamación crónica

Hay formas de contrarrestar y prevenir problemas de salud causados por la inflamación crónica. Aquí están los tres grandes:

Ejercicio: las células grasas producen cantidades excesivas de químicos inflamatorios. Intenta realizar 30 minutos de actividad física al menos tres veces por semana. Para hacer el ejercicio un poco más fácil, intenta realizar alguna actividad física que te guste o dividir los 30 minutos en incrementos de 10 o 15 minutos.

Consigue tu Omega-3: los Omega-3 contienen potentes propiedades antiinflamatorias. Algunos alimentos ricos en este ácido graso incluyen semillas de chía, pescado, aceite de pescado, semillas de lino, carnes magras, mariscos, soja, espinacas y nueces.

Reduce los carbohidratos refinados: para reducir los efectos de la inflamación y las afecciones médicas relacionadas con la inflamación, es esencial disminuir o eliminar la cantidad de harina y azúcar de nuestra dieta. Algunas de las fuentes más comunes de carbohidratos refinados incluyen pan, cereal, galletas, galletas, pasta y refrescos.