La lectura de novelas, cuentos, ensayos e historietas puede activar áreas de nuestro cerebro ampliando nuestra capacidad de imaginar y mejorando nuestra compresión del lenguaje.
¿Alguna vez notaste cómo algunas de las personas más inteligentes que conoces son los lectores? Parecen ser bien hablados, cultos y elocuentes. No sólo eso, sino que también parecen tener muy buena imaginación y una mente más despierta. Quizás lo hayas notado y te hayas preguntado si existía una conexión entre estos rasgos y su manía de la lectura; a continuación, trataremos de responderlobasados en un estudio elaborado en la Universidad de Emory.
Los investigadores realizaron una resonancia magnética funcional en los participantes
Basado en un estudio realizado por la Universidad de Emory, la investigación muestra que la lectura de novelas puede realizar cambios en el cerebro. Para esta investigación, se pidió a 21 alumnos leer 1/9 parte de una novela, Pompeya por Robert Harris cada noche durante 9 días consecutivos. Durante las 9 mañanas consecutivas tras las noches de lectura de la novela, los investigadores realizaron una fMRI (resonancia magnética funcional) a los participantes en un estado de reposo. Los investigadores hicieron el fMRI completo 9 días consecutivos, así como en los 5 días antes de comenzar la prueba y 5 días después de terminada, lo que dio un total de 19 días de pruebas.
Se observaron aumentos en la conectividad del cerebro
Se encontró que, durante los días de lectura, la actividad cerebral aumentó considerablemente. Se observó también que algunas nuevas conexiones neuronales se mantuvieron incluso después de terminada la lectura en algunos de los los participantes del experimento.
Curiosamente, la mañana IRMF mostraron aumentos en la conectividad del cerebro. Estas conexiones aumentaron significativamente durante los días de lectura, con algunos de los más altos niveles de excitación de la actividad cerebral que ocurre durante el clímax de la historia.
Cambios a corto plazo
Los investigadores interpretan los cambios a corto plazo, que están relacionados con la toma de perspectiva y comprensión de la historia, lo que sugiere que leer novelas o historias puede fortalecer regiones del cerebro relacionadas con el procesamiento del lenguaje.
Cambios a largo plazo
Por otro lado, han interpretado los cambios a largo plazo para conectarse con la historia, que ocurre cuando nuestro cerebro proporciona representaciones de las palabras. Un ejemplo sería que al interpretar vívidamente la palabra «caminar» le proporciona la misma actividad cerebral que cuando estás caminando físicamente.
Un estímulo a nuestra imaginación y creatividad
Esto puede explicar por qué nos resulta tan fácil tomar el papel de los personajes, y estimular la imaginación para poder vivir esos escenarios y conflictos de manera tan real para el lector de la novela. Esto estimula también la creatividad en conjunto con la imaginación.
La conclusión es que la lectura de novelas, cuentos o historietas puede cambiar nuestro cerebro y estimular nuestra imaginación logrando nuevas conexiones neuronales a corto y largo plazo. A esto hay que sumar que la lectura nos hace más cultos, nos aporta nueva información y amplia nuestro lenguaje y compresión del mismo.
