Estas son las preguntas más frecuentes que se suelen formular las mujeres. Es en lo que piensan durante las largas noches de insomnio y constituyen los grandes dilemas de la mujer de la época actual. En este artículo abordaremos estas cuestiones desde el enfoque de un psicólogo especializado en el desarrollo personal para mujeres.
1. ¿Dónde está mi otra mitad?
En lugar de hablar de dos mitades deberíamos empezar por denominar apropiadamente, y lo mejor es hablar de un par. Imagina un pasillo con muchas puertas, este es el pasillo de tu destino. Detrás de las puertas hay nuevos pasillos con nuevas puertas y aunque tengas libertad de elección, siempre tendrás que intuir. Como puedes ver, tenemos millones de opciones, pero no podemos conocerlas antes de abrir la respectiva puerta.
Entonces, ¿es posible que una mujer elija un pasillo en el que no encuentre a su par? Aunque es algo raro, podría suceder. Sin embargo, lo normal es que los pares se encuentren sin saber construir una relación, terminando así en la soledad. Por lo tanto, para que tu búsqueda tenga sentido, debes estar preparada para cuando encuentres aquello que estabas buscando.
2. ¿Por qué no estoy casada?
Muchas veces sucede que una mujer cree encontrar al hombre ideal, pero este ya está casado. O puede ser el caso que se trate de un hombre soltero que no tiene ninguna prisa por casarse. No creas en los cuentos de hadas sobre el hecho de que no quedan hombres de verdad.
Muchas mujeres logran casarse varias veces y cada uno de sus parejas podría parecer el ideal de toda mujer. Entonces, lo que sucede realmente es que las chicas simplemente no quieren un matrimonio. Por supuesto, en un nivel consciente dirán que desean una familia con niños, pero el inconsciente podría decir lo contrario. Y en efecto, las mujeres de ahora, inconscientemente no quieren casarse, es por ello que siempre encuentran inapropiado al candidato, e incluso, existen cargas sociales que ejercen mucha presión, lo que ocasiona, en la mayoría de los casos, que la mujer elija malos candidatos, o incluso ella misma no sea buen candidato aún. Este sin dudas es uno de los dilemas de la mujer actual.
3. ¿Por qué mi marido me engaña?
Muchas de las traiciones tienen su origen dentro de la misma relación familiar. Pero una familia aún puede salvarse solo si ambos cónyuges están dispuestos a trabajar duro para lograrlo. Aunque, la mayoría de veces, la falta de seguridad hace que el hombre crea sentirse realizado teniendo alguna amante. En su error de querer verse como el «macho alfa», termina estableciendo múltiples relaciones.
La verdad es que puedes saber si el hombre con quien te casaste es un traidor, aunque no está escrito. Es algo que pudiste saberlo desde antes, pero no le tomaste la debida atención en su momento. Pero, contrariamente a lo que muchas de las mujeres desean, no es posible encontrar al marido ideal por adelantado, solo la experiencia y el atreverse a compartir lo que somos en verdad en una relación de pareja puede demostrar quien es quien en verdad.
4. ¿Por qué mi madre no me entiende?
La mamá es uno de los obstáculos en la vida de tantas mujeres. La madre es la base para formarte como mujer, como madre y como esposa. Así que imagina lo que sucede cuando la madre y la hija no tienen una relación muy buena. Si una mujer proviene de una familia que no es feliz, entonces creerá que la felicidad familiar no existe.
Lamentablemente, las mujeres formadas en estas familias suelen creer que las parejas debes jurarse, engañarse, perdonarse, volver a engañarse, etc. Como resultado de esto, en el camino encuentran a los candidatos adecuados para sus creencias: traidores, engañadores, borrachos… Así que cuando le llega el turno de ser madre vuelve a empezar la ronda de los problemas.
5. ¿Cómo llegar a ser feliz?
Es una pregunta maravillosa que jamás deberíamos dejar de intentar responder. Pero, en esta ocasión, me parece que la pregunta correcta sería: ¿qué me hace feliz? Pregúntate acerca de ello todos los días, encuentra algo que te traiga felicidad cada día y no en un probable futuro.
Si ya encontraste aquello que te da felicidad, entonces es momento de hacer lo que te hace feliz. Pueden tratarse de cosas simples, como caminar por el parque, hablar con los niños o mirar a los animales. La receta de la felicidad no es algo que a todos nos prescriban del mismo modo. Podemos encontrar felicidad en nuestros pasatiempos favoritos y en las actividades que nos interesan.
Este dilema de la mujer actual está cargado de tintes religiosos y creencias erróneas, debes ser feliz, ser feliz es vivir siempre sonriendo, la felicidad se puede conseguir algún día, etc. Estas cargas y presiones sociales pueden ser muy perjudiciales y no solo para la mujer, sino para cualquiera que quiera encontrar momentos de certera felicidad, que siempre serán aquellos momentos más cerca de la tranquilidad que de la euforia.