El metabolismo humano emplea una red compleja de acciones que se ejecutan a raíz de fuentes de energía. Cuando los alimentos que se consumen a diario no contienen ciertos componentes esenciales, como los antioxidantes, este conglomerado de acciones disminuye y afecta a todos los órganos y sistemas del cuerpo incluyendo al sistema inmune.
Bajo este contexto, se comprende que aquellos alimentos que contienen vitaminas y minerales son esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo humano.
Pero la dieta también debe tener como prioridad el consumo de antioxidantes, que básicamente son, agentes que eliminan radicales libres y purifican el cuerpo.
Su efecto sobre el sistema inmune entonces se hace más evidente, pero antes saber cómo los antioxidantes ayudan a fortalecer esta acción, es importante comprende algunos conceptos básicos acerca de su fuente y funcionalidad.
Qué son los antioxidantes
Los antioxidantes son sustancias que se producen en diversas partes de la naturaleza y que se pueden encontrar en tipos específicos de alimentos. Son los componentes perfectos que el cuerpo necesita para combatir los radicales libres y a su vez acelerar el metabolismo para evitar problemas cardiacos, por ejemplo.
Los radicales libres, en su efecto, son consecuencia del exceso de oxígeno que necesitan las células para poder realizar su trabajo. Este sobrante ocasiona una oxidación que altera otras sustancias y que en conjunto crean los radicales libres. Por sus propiedades solo pueden ser eliminados por absorción de antioxidantes.
Pero la oxidación interna que da paso a los radicales libres no siempre se da de manera natural, en ocasiones es inducida y hasta acelerada debido al consumo de alimentos refinados y prácticas sedentarias.
Consumir demasiadas gras trans, bebidas alcohólicas, tabaco y no hacer ejercicio propician una aceleración en la producción de radicales.
Donde se encuentran los antioxidantes
El cuerpo humano produce una pequeña cantidad de antioxidantes para poder combatir la proliferación de radicales libres. Pero cuando existe una sobrepoblación de radicales el cuerpo requiere una ayuda extra, es aquí donde se demanda la ingesta de estos.
Se pueden encontrar principalmente en frutas y vegetales que además se hacen acompañar de vitaminas, minerales y demás propiedades beneficiosas para la salud.
Los antioxidantes y el sistema inmune
El sistema inmunológico es el cargado de combatir infecciones producidas por virus, baterías o agentes extraños de diversas categorías. Está compuesto por células antígenas que necesitan trabajar sin la interferencia de radicales libres.
Es precisamente este el motivo por el cual se hace necesario saber dónde, cuándo y cómo encontrar y consumir alimentos que contengan antioxidantes.
Vitamina C y E
Ambos complejos de vitaminas son esenciales para el cuidado de la piel, pero lo son gracias a su alto contenido en antioxidantes. Frutos como la fresa, mango, kiwi y papaya aportan cantidades importantes. Las verduras como la calabaza, espinacas, zanahorias, tomates y brócoli también lo contienen.
Antioxidantes en minerales
Los minerales al ser consumidos se sintetizan por enzimas que los dividen según su función en el metabolismo y por su efectividad como antioxidantes. Minerales como el selenio que se encuentra en el atún, el pollo y la carne de res son ideales para fortalecer el sistema inmune.
El zinc también actúa fortaleciendo a las células antígenas, se le puede encontrar en nueces, granos integrales, carnes rojas, frijoles y productos lácteos.
La lucha contra el asma está a cargo del sistema inmunológico, por ende, el consumo de antioxidantes durante su tratamiento es fundamental. Para este caso en específico se recomienda el consumo de beta-carotenos.
Además ayuda a prevenir y combatir las enfermedades del corazón, degeneración macular senil y cataratas.
Otras fuentes para consumir antioxidantes
La luteína es otra fuente de antioxidantes, se le puede encontrar en hojas verdes, acelgas, brócoli, espinacas, naranjas y chícharos. El licopeno también contiene esta propiedad, se encuentra en frutas y verduras con piel de rojo y rosas, tal es el caso de la toronja rosada, tomate y la sandía.
Dieta y ejercicio
El sistema inmune necesita oxigenación y antioxidantes, el primero se consigue haciendo ejercicio y bebiendo mucha agua y el segundo a través de una dieta equilibrada.
En ambos casos se requiere su práctica y consumo constante, de esta manera se consolida una combinación perfecta que resguarda el bienestar interno.
Encuentra más información en salud180