El Mahatma. Tras su apariencia física y su aire de buda, había una mente política asombrosa, una fuerza extraordinaria y una ideología social completamente original para enfrentarse al imperio inglés: la lucha sin violencia. Así se independizó la India hace más de medio siglo. Se llamó Mohandas Karamchand Gandhi, pero en todo el mundo se lo recuerda como Mahatma Gandhi, es decir, Alma Grande.
El credo de la no violencia de Mahatma Gandhi
Así encontró Mahatma Gandhi las claves de su inédita resistencia civil al dominio inglés.
Hijo de una familia acomodada de casta alta, Mahatma Gandhi sintió coincidir su
mansa cultura con la dura realidad en 1906, año de la primera manifestación antibritánica en la India. E imaginó al jainismo (uno de los 50 milenarios cultos hindúes) como ética del incipiente Partido del Congreso. Filosofía y política unidas e incidir sobre la conciencia de los oprimidos como si fuese una página en blanco.
Y tras ejercer la abogacía en Sudáfrica, instaló en la India una escuela-granja en la que niños sin distinción de credo o estatus aprendían hindú, inglés y sánscrito, matemáticas, agricultura y tejido en rueca, coronando diez años de estudios con una caminata por todo el país. Los alumnos debían respetar el código jainista propuesto por el mismo Gandhi:
1) Voto de la verdad. No basta con no mentir. «No admitimos ninguna mentira, ni siquiera en beneficio del país».
2) Voto de no violencia o ahimsa, que significa «no dañar».
3) Voto de frugalidad.
4) Voto de no robar. «También es robo emplear cosas que no necesitamos».
5) Voto de no posesividad. Tener sólo lo indispensable para vivir.
El carácter y la postura de Mahatma Gandhi es para considerar desde el punto de vista del impacto que ha tenido para con el mundo su creado y postura ante la violencia, las desigualdades y pasión por la paz que conforman una nueva ideología social para el mundo entero.