El equilibrio de tu vida, es por resultado el equilibrio con la vida misma, para aprender a vivir en equilibrio es necesario que puedas reevaluar muchos aspectos profundos como lo son las actitudes, pensamientos y reacciones automáticas a ciertos eventos. Con el presente y la dedicación a concentrar la atención en lo que a ti te pertenece, no en lo que te han dicho que conviene a la vida feliz, sino loq ue encaja con tu justa medida, con tu propio equilibrio, dicatado por tus propios pasos.
Cómo aprender a vivir en equilibrio
El equilibrio entre tu vivir y la vida
Observa tu respiración durante todo el día para prestar atención a las señales acerca de su nivel de estrés. Si notas la respiración contraida, la respiración errática o te ves suspirando a menudo, entonces conscientemente debes tomar 10 respiraciones profundas, contando hacia atrás con cada inhalación y exhalación. Concentratae en cada respiración para mantener la mente enfocada en un solo punto de atención. Ve contando de manera regresiva para aprovechar mejor la concetración.
Cambia tu punto de vista para vivir en equilibrio
Si estás atrapado en medio de intensas emociones, que no te dejarán ver con claridad y te hacen reaccionar de los patrones del pasado. Conscientemente debes elegir tus acciones desde un punto de vista con mayor claridad, en lugar de sólo reaccionar al dolor o correr hacia el placer. Tan pronto como notes que estás perdiendo tu centro emocional, deberás cambiar tu punto de vista, literalmente. Ir al baño, lavarte con agua fría la cara y cambia tu estado de ánimo.
Usa tus sentidos para encontrar el equilibrio
Los pensamientos agradables a través de los cinco sentidos orientan tu campo de conciencia hacia el momento presente, a través de lo que se ve, lo que tocas, lo que hueles y el sabor que puedes sentir. Dirige tu conciencia a lo que te gusta de tu experiencia actual . Tome aire fresco y ver la luz del sol tanto como sea posible. Observa y aprecia tu entorno y verás que vivir en quilibrio resultará más fácil.
Redacción: Equipo de Vida Lúcida