En la infancia, a muchos se les decía que el desayuno es la comida más importante que no se debe saltar. Pero, ¿es cierta esta afirmación? ¿Es realmente tan considerable el desayuno para la salud? Tratemos de entender este problema.
¿El desayuno influye en la pérdida de peso?
Un hecho interesante es que las personas que se saltan el desayuno tienden a tener un índice de masa corporal (IMC) más alto. Pero, ¿significa esto que, debido a tal hábito, puede aumentar de peso? No es tan obvio.
Tales estadísticas se basan en estudios observacionales y, por lo tanto, no pueden establecer una relación causal. No podemos decir con certeza si las personas tienen un IMC alto porque se saltan el desayuno o si las personas con un IMC alto se saltan el desayuno para perder peso.
También hay evidencia de que saltarse el desayuno conduce a una reducción en la ingesta de calorías, lo que a su vez conduce a la pérdida de peso . Hay otros estudios que reportan que la presencia o ausencia del desayuno no afecta la cantidad de calorías.
Pero, ¿por qué hay tantas opiniones diferentes sobre el mismo tema? Esto sucede, entre otras cosas, debido al hecho de que algunos subconscientemente compensan todas las calorías matutinas «perdidas» más tarde, cuando otros no experimentan tales antojos de comida.
Por ejemplo, en un estudio de cuatro semanas, 49 mujeres que no desayunaban habitualmente se dividieron en dos grupos: «principiantes» y «continuadas» desayunando. Los que empezaron a comer por la mañana comieron una media de 266 kcal más al día y ganaron algo de peso (0,8 kg). El grupo sin desayuno no consumió más calorías durante el día y no aumentó de peso.
Saltarse el desayuno no hará que comas en exceso durante el día, pero tampoco significa que comerás menos. Es importante entender y respetar las peculiaridades de tu cuerpo. No te obligues a cambiar a una dieta que no te gusta o no encaja con tu estilo de vida.
También hay una idea errónea común de que el desayuno supuestamente «arranca el metabolismo». Y si te lo saltas, el metabolismo se ralentiza. Sin embargo, la evidencia sugiere que prolongar el ayuno matutino no ralentiza en sí mismo el metabolismo. Está influenciado por la ingesta total de calorías, no por la frecuencia de las comidas: comer de menos regularmente puede ralentizar el metabolismo.
Otra opinión bastante común se refiere a entrenar por la mañana con el estómago vacío. Por sí mismos, los ejercicios en ayunas se consideran más efectivos que entrenar después del desayuno.
Entonces, ¿deberías desayunar o no?
Esta es una pregunta individual, y no hay una respuesta única. Si comes adecuadamente a lo largo del día, saltarte el desayuno no hará una gran diferencia. Puedes prescindir de él si no tienes hambre por la mañana o simplemente no te gusta el desayuno. Hay personas que no quieren comer nada después de despertarse.
Si tuviste una cena pesada la noche anterior, es posible que no quieras desayunar. Si por lo general comes comidas ligeras por la noche o cenas temprano, es posible que tenga más hambre cuando se despierte.
Pero si se salta el desayuno a pesar de las señales de hambre, existe el riesgo de comer en exceso durante el almuerzo o la noche. La desnutrición a menudo conduce a este resultado.