Nuevos indicadores detectados para anticipar la violencia de pareja

La violencia de pareja es un problema grave y extendido que puede afectar significativamente la salud física y mental de las personas, aunque hasta ahora ha habido una falta de investigación en cuanto a predictores confiables de maltrato antes de su ocurrencia.

Un nuevo estudio ha logrado identificar una serie de señales de alerta que pueden anticipar la violencia en las relaciones, según publican los autores en la revista «Social Psychological and Personality Science».

Esta investigación es fundamental para entender la relación entre las señales de advertencia y el maltrato. Nicolyn Charlot, de la Western University en Canadá, principal autora del estudio, sugiere que estas señales podrían ser utilizadas en intervenciones para prevenir relaciones abusivas o para apoyar a aquellos en riesgo de sufrir maltrato.

La investigación mostró que el número y la frecuencia de las señales de advertencia que una persona experimenta son indicativos de maltrato futuro. En otras palabras, aunque una o dos señales ocasionales pueden no ser alarmantes, varias señales repetidas sí podrían ser motivo de preocupación.

Los investigadores presentaron a 147 participantes una lista de 200 comportamientos, tanto abusivos como no abusivos, basada en investigaciones previas.

Los participantes indicaron la frecuencia con la que cada uno de estos comportamientos había ocurrido desde que comenzaron su relación actual.

Las señales que pueden predecirlo

En un segundo estudio con 355 participantes, se identificaron señales de advertencia que predecían prospectivamente la violencia seis meses después.

Entre las señales de advertencia de maltrato identificadas estaban la actitud arrogante o autoritaria de la pareja, una reacción negativa cuando la pareja rechaza algo deseado, o el desprecio por el razonamiento o la lógica de la pareja cuando no coincide con el propio.

Aunque estas señales pueden predecir la violencia, Charlot aclara que no todas las personas que las perciben experimentarán violencia, ni estos indicadores preceden a toda forma de violencia.

Charlot enfatiza que, aunque este estudio busca educar a las posibles víctimas y a su entorno, no implica que las personas que experimentan violencia sean responsables del maltrato.

Asimismo, si alguien detecta señales de alerta en la relación de otra persona, no significa que sea responsable del maltrato que pueda ocurrir.

La lista de señales de advertencia no es definitiva, y las investigadoras han identificado áreas clave para futuros estudios.

Estos incluyen cómo las señales de advertencia pueden diferir en poblaciones marginadas, cómo distintas señales predicen diferentes tipos de violencia y cómo las personas pueden abordar las señales de advertencia si aparecen en sus relaciones.