Por qué debes dejar de tomar café definitivamente si padeces de ansiedad

El café, consumido mundialmente por su capacidad para aumentar la alerta y disminuir la fatiga, contiene cafeína, un estimulante que afecta directamente al sistema nervioso central.

Aunque sus efectos pueden ser beneficiosos para mejorar la concentración y la energía, en individuos con trastornos de ansiedad, el consumo de café puede tener repercusiones negativas.

Detallaremos a continuación cómo la cafeína puede exacerbar los síntomas de ansiedad, potencialmente llevando a episodios más severos como ataques de pánico y taquicardias.

Impacto de la cafeína en el sistema nervioso central

La cafeína opera como un antagonista de los receptores de adenosina en el cerebro, lo que impide que la adenosina ejerza su efecto calmante natural. Esto resulta en un aumento de la liberación de neurotransmisores estimulantes como la dopamina y la noradrenalina, causando un estado de alerta elevado.

Relación entre la cafeína y la producción de hormonas del estrés

    Al consumir café, la respuesta del cuerpo va más allá de la simple estimulación del cerebro. La cafeína induce a las glándulas suprarrenales a liberar hormonas del estrés, principalmente adrenalina y cortisol.

    Estas hormonas preparan al cuerpo para una respuesta de «lucha o huida», aumentando la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la tensión muscular. En individuos con ansiedad, esta respuesta puede intensificar los síntomas existentes y precipitar episodios agudos como ataques de pánico y taquicardias.

    Cafeína y sensibilización a la ansiedad

      La exposición constante a la cafeína puede llevar a un estado de hiperestimulación crónica del sistema nervioso, reduciendo el umbral para la activación de la ansiedad.

      Además, la alteración del sueño inducida por la cafeína puede agravar aún más los cuadros de ansiedad, ya que la falta de sueño se asocia con menor capacidad de regulación emocional y aumento de la irritabilidad.

      Lo que revelan los estudios

        Diversos estudios han documentado que el consumo de cafeína puede aumentar la ansiedad en personas susceptibles y empeorar los síntomas de trastornos de ansiedad preexistentes. Por ejemplo, investigaciones han mostrado que sujetos con trastornos de pánico o ansiedad social experimentan un aumento significativo en los síntomas de ansiedad tras la ingestión de cafeína.

        Dado el impacto negativo que puede tener la cafeína en individuos con ansiedad, es recomendable considerar la reducción o eliminación del consumo de café. Aunque la decisión de dejar el café puede ser personal y variar en cada caso, es importante que las personas con trastornos de ansiedad evalúen cómo su consumo afecta sus síntomas y calidad de vida.

        Adoptar esta medida podría ser un paso significativo hacia la gestión efectiva de la ansiedad y la mejora del bienestar general.

        Es aconsejable que las personas con ansiedad consulten con profesionales de la salud para discutir las mejores estrategias para manejar su condición, incluyendo la evaluación del impacto del consumo de café en su salud mental.