Si notas esto en las uñas de tus pies, hazte revisar el corazón

Cuando piensas en proteger la salud de tu corazón, probablemente lo primero que se te viene a la mente es la prevención de ataques al corazón. Sin embargo, la mejor manera de evitar un evento tan catastrófico es prevenir primero las afecciones cardíacas más sutiles que pueden provocarlo. 

Problemas en los pies

Una de esas afecciones es la enfermedad arterial periférica (EAP), una afección cardíaca común pero grave que hace que las arterias se estrechen con el tiempo. Un estudio de 2005 publicado en la revista médica BMC Cardiovascular Disorders encontró que el 33 por ciento de los pacientes con EAP morían dentro de los cinco años posteriores a su diagnóstico.

Esa es exactamente la razón por la que es tan esencial notar los signos de las afecciones cardíacas que se mencionan con menos frecuencia, en particular la EAP. Los expertos dicen que hay un síntoma en específico muy poco conocido que puedes notar en las uñas de los pies que podría indicar el problema. Continúa leyendo para averiguar qué signo sutil debes tener en cuenta y qué puede recomendarte tu médico que hagas al respecto.

Si las uñas de tus pies son quebradizas y crecen lento, ve a revisarte el corazón

La enfermedad arterial periférica (EAP) es una forma de enfermedad cardiovascular. Ocurre cuando se acumulan depósitos grasos de colesterol en las paredes internas de las arterias, un proceso llamado aterosclerosis. Si bien no pone en peligro la vida de inmediato, la EAP te hace más propenso a desarrollar otros problemas de salud cardíaca, como ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, enfermedad coronaria y angina, advierte el Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido. 

Debido a que la EAP afecta más comúnmente a las arterias de las piernas, muchas personas con la afección notan síntomas en las piernas y los pies. Las personas con EAP a menudo informan que tienen «uñas de los pies quebradizas y de crecimiento lento», dice el NHS.

Según los Centros Vasculares de EE. UU., esto ocurre porque los capilares ubicados debajo del lecho ungueal necesitan un suministro de sangre rico en oxígeno para que crezcan las uñas. A medida que el flujo sanguíneo se restringe debido al estrechamiento de las arterias, el crecimiento de las uñas de los pies puede disminuir y el color y la textura de las uñas y el lecho ungueal pueden cambiar. 

Presta atención a otros signos que pueden indicar EAP

Si bien muchas personas con EAP no experimentan ningún síntoma, otras notan signos de la afección en la mitad inferior de su cuerpo. Según el NHS, el síntoma más común es un dolor punzante e intermitente en las piernas, que puede ser leve o severo y afectar una o ambas piernas. Muchos pacientes también experimentan calambres que comienzan en los dedos de los pies y suben hasta las pantorrillas, especialmente al caminar o hacer otra actividad física.

Además del dolor y el crecimiento lento de las uñas de los pies, los pacientes con EAP también experimentan con frecuencia pérdida de pelo en las piernas y los pies. Entumecimiento o debilidad en las piernas, úlceras en las piernas y los pies, piel brillante en las extremidades inferiores. También cambios en el color de la piel en las piernas y disfunción eréctil en los hombres.

Los síntomas más graves de EAP pueden indicar una afección relacionada, conocida como isquemia crítica de las extremidades. Esta afección provoca un bloqueo de las arterias que limita gravemente el flujo de sangre a los brazos o las piernas. Puede causar dolor al dormir o al descansar, y puede provocar llagas abiertas o heridas en los dedos de los pies, o las piernas que no cicatrizan o sanan muy lentamente. Si no se trata, esta afección puede llevar a la amputación de la extremidad afectada.

Las diferentes pruebas que tu médico puede realizarte para detectar esta enfermedad

Si notas alguno de estos síntomas, es crucial que se lo informes a tu médico, dice el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Tu médico puede realizar un índice tobillo-brazo, que es una prueba no invasiva que mide la presión arterial en los tobillos y la compara con la presión arterial en los brazos en reposo y después del ejercicio. Tu médico también puede realizar pruebas de imagen como ultrasonido, angiografía por resonancia magnética (ARM) y angiografía por tomografía computarizada (TC)

Una vez que tu médico haya diagnosticado la afección y determinado su gravedad, puede haber una variedad de posibles opciones de tratamiento disponibles para ti. En casos menos severos, tu médico puede recomendarte tomar una aspirina diaria o un medicamento antiplaquetario para aumentar el flujo sanguíneo y prevenir complicaciones relacionadas con la EAP. En casos más severos, tu médico puede recomendar una cirugía para desviar las arterias bloqueadas, dice el CDC.

Por otro lado, administra tus factores de riesgo desde ya

Si sospechas que puedes estar desarrollando EAP o cualquier otro problema de salud del corazón, debes comenzar a controlar tus factores de riesgo hoy mismo. Principalmente, esto implica el control de cualquier afección crónica que puedas tener y que haga que sea más probable desarrollar EAP. Como la diabetes, colesterol alto, presión arterial alta o enfermedad cardíaca. Los expertos también dicen que mantener un peso saludable a través de la dieta y el ejercicio puede ayudar a prevenir la EAP y minimizar sus complicaciones.

Finalmente, los estudios muestran que hasta el 80 por ciento de las personas con EAP son fumadores o lo fueron anteriormente, dice el Colegio Americano de Cardiología. Si actualmente fumas, dejar de fumar puede reducir en gran medida tus síntomas y el riesgo de complicaciones.