El cáncer de estómago, también llamado cáncer gástrico, es actualmente la cuarta causa de muerte a nivel global, según la Organización Mundial de la Salud. Debido a su importancia, cada vez son más grandes las campañas para detectarlo precozmente y combatirlo oportunamente, sin embargo, el cáncer gástrico es una enfermedad que en etapas tempranas puede ser asintomática.
El cáncer de estómago puede manifestarse desde una alteración muy pequeña en la mucosa gástrica hasta un tumor muy grande que ocupe gran parte del estómago y genere otras lesiones a distancia (metástasis). El objetivo del médico es diagnosticarlo tempranamente para ofrecer el tratamiento más adecuado.
Síntomas del cáncer de estómago
Es importante explicarle a los pacientes, que existen otras enfermedades gastrointestinales menos agresivas como la gastritis, la hernia hiatal, las parasitosis y los cálculos en la vesícula, que pueden tener síntomas similares a los que produce un cáncer gástrico en etapas avanzadas, por lo que de padecer estos síntomas se debe consultar a un médico gastroenterólogo.
Entre los síntomas del cáncer gástrico se encuentran:
- Acidez
- Indigestión o empacho.
- Sensación de llenura después de comer.
- Náuseas y/o vómitos que aparecen después de comer.
- Reflujo gastroesofágico (sensación de que la comida se devuelve hacia la boca después de comer).
- Sensación de amargura en la boca.
- Algunos pacientes se quejan de dificultad para tragar (síntoma llamado disfagia), sin embargo, esta molestia puede corresponder principalmente al cáncer de esófago.
- Pérdida de peso acentuada que ocurre en poco tiempo.
- Sudoración nocturna.
- Pérdida del apetito.
- Debilidad generalizada.
- Aversión a la carne (la persona no quiere comer, ver u oler las carnes rojas en su plato de comida)
- Hemorragia digestiva superior expresada en melena (heces oscuras) y hematemesis (presencia de sangre en los vómitos).
- Tumor palpable en el abdomen.
- Presencia de venas gruesas en tórax o abdomen.
- La presencia de un ganglio supraclavicular izquierdo (llamado ganglio de Virchow) es indicativo de una patología tumoral en el estómago.
Cuando la enfermedad progresa en el tiempo, pueden existir otros síntomas asociados como el derrame pleural, la metástasis hepática que genera hepatomegalia (aumento de volumen en el hígado), ascitis y várices esofágicas (por aumento en la presión en la circulación del hígado), además de compresión de otras estructuras como el bazo y el páncreas.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de estómago?
Muchas personas acuden a su médico por presentar síntomas gastrointestinales. En ocasiones, suelen ser molestias pasajeras, asociadas a una alimentación inadecuada, estrés o infecciones gastrointestinales, como por ejemplo, las parasitosis intestinales o la gastritis relacionada a Helicobacter pylori.
Sin embargo, cuando estos síntomas están relacionados a un deterioro evidente del paciente, con pérdida de peso o hemorragias digestivas, el médico debe sospechar de la presencia de un cáncer de estómago.
Si el médico sospecha de este diagnóstico debe solicitar:
- Hematología completa (o Hemograma): para evidenciar si hay anemia, ya que 3 de cada 10 pacientes presentan hemoglobina baja.
- Química sanguínea: que incluye las pruebas de funcionalismo hepático, para descartar alteraciones relacionadas a metástasis hepáticas.
- Marcadores tumorales: suelen elevarse en el cáncer de estómago los marcadores tumorales, como el antígeno carcinoembrinario (abreviado CEA por sus signas en inglés) y el CA 19-9.
- Estudios de imagen: La Sociedad Americana de Clínica Oncológica sugiere que el médico gastroenterólogo realice una endoscopia digestiva superior, que es un estudio donde puede visualizar el esófago, el estómago y la primera porción de duodeno. Otros estudios que se realizan son la videoendoscopia, el ultrasonido abdominal, la radiografía de tórax, los estudios de imágenes que usan bario como contraste, la resonancia magnética y las tomografías con contraste oral y endovenoso para estadificar el cáncer.
- Biopsia: consiste en la visualización y análisis de las estructuras de un tejido. Si existe un tumor, las células se muestras alteradas y el médico patólogo puede concluir si hay cambios que sugieran la presencia de un cáncer de estómago. Usualmente, este segmento de tejido es tomado de la mucosa del estómago cuando se realiza una endoscopia. Si el médico gastroenterólogo visualiza en la endoscopia alguna lesión sospechosa o alteraciones en la mucosa gástrica, entonces procede a cortar una pequeña porción para enviarla a su análisis.
Es importante que si presenta algún síntoma gastrointestinal no lo subestime y siempre consulte al médico. El cáncer de estómago puede ser asintomático en los primeros estadios, por lo que algunos estudios sugieren que personas con antecedentes familiares de cáncer gástrico realicen chequeos médicos, con internistas y gastroenterólogos, con la finalidad de detectar precozmente lesiones sugestivas de cáncer de estómago (Venerito 2018).
Referencias
- Organización Mundial de la Salud (2018) Cáncer. OMS. Disponible en: http://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/cancer
- Sociedad Americana de Clínica Oncológica (2017). ASCO. Disponible en: https://www.cancer.net/es/tipos-de-cancer /cancer -de-estomago/diagnostico
- Venerito M, Vasapolli R, Rokkas T, Malfertheiner P. (2018) Gastric cancer: epidemiology, prevention, and therapy. Helicobacter;23(Suppl. 1):e12518.
