Síntomas que indican que debes depurar tu hígado

Cualquier daño o mal funcionamiento de un órgano o tejido tiene un impacto casi inmediato en la armonía de nuestro cuerpo, que comienza a enviar señales a nuestra atención. En este artículo, conocerás los síntomas que indican que debes depurar tu hígado.

Vector mujer con el hígado enfermo

El hígado es el órgano más voluminoso de nuestro cuerpo en la parte interna y uno de los más importantes. Situado en la parte superior derecha del abdomen, tiene varias funciones, incluida la eliminación de desechos y toxinas en la sangre, la producción de bilis que ayuda a la digestión y la secreción de varias hormonas y enzimas.

Pero cuando el hígado está dañado por una dieta poco saludable, el consumo excesivo de alcohol o de otras enfermedades como la cirrosis, hepatitis o esteatosis, muchos de los síntomas aparecen. Es conveniente prestar atención a estos síntomas que indican que tu hígado necesita ser depurado.

Síntomas que señalan que debes depurar el hígado

No son importantes ni la edad, ni el peso ni si nos encontramos muy saludables por fuera, el hígado puede tener alguna o múltiples afecciones y solo algunos síntomas pueden revelar que ya necesitamos depurarlo y conseguir mejorar la función hepática. La importancia de tener el hígado en buen estado de salud es esencial para todo nuestro cuerpo, además de ayudarnos a sentirnos bien, también ayuda prevenir numerosas enfermedades, incluyendo aquellas que afectan también a la vesícula biliar.

El hígado puede ser afectado de muchas maneras, y la mayoría de las veces sucede por una mala alimentación y malos hábitos adquiridos, por ejemplo, consumo regular de azúcar refinada, alimentos que no se procesaron bien, la sobrecarga de toxinas, y más. Todo esto puede ocasionar los siguientes síntomas que advierten una inminente limpieza del hígado para mejorar la salud.

Signos de que debes depurar el hígado

Fatiga crónica

Un estado crónico y persistente de la fatiga es también uno de los signos más reveladores de un hígado dañado. No llegar a eliminar las toxinas de una manera más eficaz, hará que se acumulen en el hígado, produciendo un exceso de trabajo y un estado general de fatiga. Una de sus principales causas es la disfunción hepática, sin embargo, también puede ser provocado por otros padecimientos que requieren atención y una oportuna evaluación para determinar su origen.

Pérdida del apetito

Es también uno de los más reveladores signos de daño hepático. Así que si pierdes tu deseo de comer, o si te sientes lleno después de un pequeño aperitivo, se recomienda consultar, especialmente si tu pérdida de apetito va acompañada de pérdida de peso significativa. Quizás detrás de estos síntomas se encuentre la alarma de que indica que es inminente depurar el hígado.

Problemas digestivos

Cuando el hígado está dañado, la producción de bilis se hace insuficiente, lo que dificulta el proceso de la digestión y favorece la aparición de problemas digestivos como náuseas, vómitos, estreñimiento o diarrea.

La hinchazón y distensión abdominal después de las comidas, junto con la aparente incapacidad para perder peso independientemente de la dieta o el ejercicio, son posibles indicadores de una disfunción hepática.

El cambio de color de la orina

Orina de color naranja, ámbar o marrón puede ser debido a los altos niveles de bilirrubina. Este último es un pigmento amarillo que resulta de la descomposición natural de la hemoglobina y que por lo general se elimina por el hígado. Pero cuando se es incapaz de hacerlo correctamente, la bilirrubina se excreta por la orina.

Depresión y cambios de humor

Un hígado intoxicado puede ser el catalizador de diversas formas de depresión. Puede generar un estado de mal humor general, sentimientos de desesperación y ocasionales estallidos de ira pueden ser provocado cuando el hígado se encuentra sobrecargado, revelando que necesitamos depurarlo de manera urgente si queremos retomar el control de nuestras emociones.

Muchas personas no se dan cuenta que el buen funcionamiento del hígado juega un papel significativo en la salud emocional. Las molestias de un mal día son una cosa, pero los cambios de humor crónicos acompañado de falta de energía física son otra.