Los artistas Wayne Adams y Catherine King, pasan sus días completamente inmersos en la naturaleza. Esta pareja canadiense vive «off the grid», fuera del sistema, en una isla autosustentable flotante llamada Freedom Cove o Bahia de la libertad.
Rey y Adams dicen que esta isla levantada en Cypress Bay en Tofino, British Columbia, les ha permitido interactuar con la naturaleza sin interferir en ella. Su paraíso ecológico cuenta con invernaderos, una galería de arte y un faro – todos los cuales se formaron a partir de materiales reciclados y pintados de tonos brillantes de rosas y púrpuras. La pareja crece su propio jardín de permacultura en los amplios jardines que se tejen a través de la de la propiedad y aprovechan la energía a través de una serie de paneles solares. También recogen el agua de lluvia en depósitos para ser utilizada posteriormente.
«Vivimos nuestra vida de una manera que esperamos se una a la salud del medio ambiente«, explica King. «Hacemos todo lo posible para vivir en esta conciencia todos los días.»
Echa un vistazo a su archivo de fotos para ver cómo la isla se convirtió en el lugar que es hoy.
En 1991
1992
1992
1998
Wayne, escultor, y Catherine, una bailarina retirada y talladora, comenzaron a construir esta extraordinaria casa en 1992. Los dos artistas se apoyan a sí mismos mediante la venta de sus obras de arte en las tiendas locales, y complementan sus ingresos con las verduras y frutas cosechadas de su propio jardín durante el año, además de la pesca.
2015
Deportistas y remeros habituales del lago, son invitados por el matrimonio a acercarse a conocer y disfrutar de la isla flotante.
La Bahía de la libertad, lleva más de 20 años en estarse construyendo y no ha terminado aún. Wayne y Catherine tiene dos hijos y son una familia totalmente independiente debido a que en su isla flotante tienen todo lo que necesitan para vivir, además, siguen teniendo una lluvia de ideas nuevas para agregar a su ya espectacular rompecabezas.
La pareja vive aquí de tiempo completo, e incluso criaron dos niños aquí. Y no todo ha sido fácil para ellos, ya que como en cualquier desafío, han tenido que abortar proyectos, por ejemplo cuando trataron de aumentar las gallinas se dieron cuenta de que los depredadores eran un gran problema. Otras plagas son un problema también; según la pareja, tuvieron que lidiar con una rata de 30 libras que dañaba los cimientos de la vivienda.
