Nuestros cuerpos están expuestos a toxinas diariamente. Los alimentos que comemos, los productos farmacéuticos que tomamos, y a veces incluso la ropa que usamos, pueden depositar sustancias nocivas en nuestro cuerpo que se acumulan con el tiempo. Es por esto que siempre es importante prestar atención a tu cuerpo cuando éste te está señalando que está sobrecargado con toxinas, y hacer los cambios necesarios para limpiarlo. Unas de las partes de nuestro cuerpo que puede enviarnos señales claras de que algo no está bien, es la boca. Sigue atento y revisa cuáles son esos signos.
10 signos de advertencia que tu boca dice sobre tu salud
Tener una boca sana es generalmente un signo de buena salud en general, cuando muestra ciertos síntomas que no son habituales, podría estar diciendo que ciertas condiciones médicas pueden estar presentes. Estas son algunas señales que tu boca muestra que hay una condición que debe tratarse.
1. Hinchazón en las amígdalas
La inflamación de las amígdalas es uno de los síntomas más evidentes de una acumulación de toxinas. Las amígdalas son parte del sistema linfático, una red de órganos y vasos que ayudan a eliminar los desechos celulares, el exceso de líquido y los agentes patógenos tales como bacterias, virus y toxinas del cuerpo. Básicamente, actúan como uno de los muchos centros de depuración del cuerpo.
Cuando los vasos de las amígdalas se obstruyen con bacterias, virus o toxinas, el líquido comienza a acumularse en ellas lo que provoca la hinchazón con la que muchas personas están familiarizadas. Esto puede causar que las toxinas se acumulen aún más, lo que puede resultar en una variedad de problemas, incluyendo la infección, si es que no se trata.
2. Rechinido de dientes
¿Despiertas frecuentemente con un dolor en la mandíbula o dolor de cabeza inexplicables? Pueden ser los rechinidos de dientes, y eso es una señal de que puedes estar sufriendo de estrés crónico que directamente se está yendo a tu boca. El estrés a menudo nos hace inconscientemente apretar o rechinar los dientes mientras se duerme. Además, ese hábito puede desgastar los dientes, haciéndolos propensos a romperlos.
Usa un protector por la noche. Un dentista puede adaptarlo a tu medida. Te ahorrarás horas de tiempo en la silla del dentista simplemente usando este protector de dientes. Haz frente a los motivos del estrés, delegando más, aprendiendo a meditar y hacer pausas de respiración profunda durante el día.
3. Lengua sucia
Tener una lengua sucia podría ser un signo de la candidiasis oral, que consiste en un aumento del hongo Candida albicans en la lengua. Puede ser identificado por una capa blanca o lesiones blancas que a menudo comienzan en el centro de la lengua.
Este hongo tóxico puede extenderse por todo el resto de tu boca, incluyendo el interior de tus mejillas y la parte posterior de la garganta. En los casos graves, puede incluso extenderse hasta debajo de tu garganta y esófago, lo que hace difícil tragar los alimentos, o que te da una sensación de que los alimentos se quedan pegados en la garganta.
Se recomienda tratar el problema de raíz primero que todo consultando a un especialista para que prescriba lo necesario para combatir la candidiasis oral, si ese es el problema. Por otro lado, puedes ayudarte tú mismo limpiando o raspando la lengua con el cepillo de dientes cada vez que te los laves. Existen incluso artefactos diseñados para que lo hagas más eficientemente. Mientras tengas este problema.
4. Llaga en la boca que no se cura
Esto podría ser un signo de cáncer oral. Mientras que los fumadores y bebedores son los que registran la mayoría de los casos de cáncer oral, los médicos están viendo un aumento de la enfermedad entre los pacientes jóvenes y sanos que no fuman o beben. Los expertos lo vinculan con el VPH (un virus que se puede propagar a través del sexo oral), que ha sido detectado en hasta un 36 por ciento de los pacientes con cáncer oral.
El cáncer de boca se puede prevenir. Examina tu boca regularmente para ver que nada está fuera de lo normal. Observa el interior (especialmente en el suelo de la boca y los bordes de la lengua) buscando manchas de color blanco, rojo o moteadas, bultos, cambios en la textura o hinchazón, y ten en cuenta si de repente, te es difícil de masticar o tragar.
A pesar de que la palabra cáncer da miedo, detectarlo a tiempo y con el tratamiento adecuado, puede aumentar las tasas de supervivencia en un 90 por ciento. Se recomienda dejar de fumar (ya que mancha los dientes). Limita el consumo del alcohol y usa bálsamos labiales con SPF para protegerte del cáncer del labio causado por la exposición al sol.
5. Tu boca está siempre seca
Si tu boca se siente tan reseca como un desierto, puede indicar hipotiroidismo o diabetes, también puede indicar otros desórdenes autoinmunes como el Síndrome de Sjögren. La boca seca puede causar caries, porque la saliva no está disponible para ayudar a proteger el esmalte dental y tejido de las encías.
Regularmente bebe agua o duerme con un humidificador en tu habitación. Si tu boca sigue estando seca o siempre estás sedienta, pregunta a tu médico para obtener un análisis de sangre para descartar problemas con hormonas, regulación insulina y/o problemas autoinmunes.
6. Tus dientes son muy sensibles
Sensibilidad en los dientes a lo frío o dulce siempre apunta a la erosión del esmalte o deterioro de las cavidades. Las causas de la sensibilidad al calor son más difíciles de detectar; puede indicar nervios expuestos o encías inflamadas. Toma nota si las encías se inflaman crónicamente (la carne será más visiblemente roja, menos rosa), ya que la inflamación en un área del cuerpo a menudo significa inflamación otra.
El 90 por ciento de los daños (como la erosión del esmalte) pasa 10 minutos después de comer, así que haz enjuagues con agua en la boca después de las comidas, masticar goma de mascar sin azúcar con xilitol que combate las caries o come manzanas, zanahorias o apio (que son cepillos de dientes naturales). Si el cuidado dental diligente no soluciona el problema, consulta a tu dentista.
7. Sangrado de encías
Si sangras de tus encías frecuentemente puede estar indicando algún problema específico en las encías, como la gingivitis, que es por acumulación de placa en las encías, pero también puede estar indicando otros problemas de salud.
Si sangras de las encías, puede que estés cepillándote tus dientes con mucha fuerza y estés lastimándolas. Si usas dentadura postiza, puede estarte ocasionando rozaduras y con ellos sangrado.
Si el sangrado es constante quizás eso está significando que algo grave debe atenderse. Estas condiciones pueden ser:
Deficiencia de vitaminas C y K
Falta de coagulación (plaquetas)
Leucemia (cáncer de sangre)
Periodontitis
8. Eres muy propenso a las caries
Las caries son un signo revelador de las deficiencias de vitaminas y minerales. Si careces de vitamina D, los dientes pueden llegar a ser blandos y vulnerables a las caries. Investigadores japoneses recientemente vincularon bajos niveles de vitaminas C y E con un mayor nivel de enfermedad de las encías.
Disfruta de alimentos ricos en nutrientes, como el pescado, frutos secos y frutas y verduras de baja acidez. Y evitar las bebidas gaseosas ya que erosionan el esmalte.
9. Tienes aliento de dragón
Ataques ocasionales de mal aliento son normales (especialmente después de comer cebolla o ajo), pero el mal aliento constante, no lo es. Mientras que la causa puede ser tan simple como no comer suficientes hidratos de carbono complejos (que causa que el cuerpo libere productos químicos malolientes llamados cetonas).
El mal aliento también puede ser un signo de una sinusitis sin tratar o una infección pulmonar, también una bronquitis, la diabetes, mal funcionamiento del hígado y el riñón, alergias, intolerancias por nombrar las razones más habituales.
Los granos enteros pueden ayudar a neutralizar el mal aliento, por lo que come arroz integral, pastas y cereales integrales. Si los ajustes de la dieta no ayudan, mira a tu lengua. La mayoría de mal aliento proviene de residuos en la lengua. Considera el raspado después de cada comida. El mal aliento crónico también puede ser una señal de que no estás cepillando bien tus dientes.
Tal vez es hora de cambiar a un cepillo de dientes eléctrico o amplificar el uso de hilo dental. Los enjuagues bucales también pueden ayudar – sólo asegúrate de usar uno natural, ya que los comerciales suelen dañar los dientes.
10. Encías inflamadas
Pueden ser el producto de varios síntomas que están sucediendo en tu cuerpo, y una de ellas es la bacteria que no es eliminada correctamente de los dientes. También, ciertos ciclos en la mujer tienden a inflamar las encías, como por ejemplo durante el ciclo menstrual.
Haz del hilo dental parte de tu rutina, puedes hacerlo cada tercer día. Si estás embarazada, cuidado con el sangrado excesivo (también un signo de enfermedad de las encías), debido a las fluctuaciones del nivel de hormonas.
Redacción de vida Lúcida
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