Cuando piensas en los beneficios de la sandía, probablemente no consideras las semillas. Por lo general, terminan en el bote de basura, y solo piensas en la pulpa dulce y jugosa.
Sin embargo, las semillas de sandía también pueden ser un gran bocado cuando se secan y tuestan. Es necesario cocinarlas, molerlas o asarlas para aprovechar su poder curativo. Úsalas en licuados, ensaladas y sopas.
Las semillas de sandía son eficaces contra parásitos intestinales
Las semillas de esta jugosa fruta contienen fibra, necesaria para una digestión adecuada y efectiva en el tratamiento de parásitos intestinales, ictericia e inflamaciones.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos enumera varios componentes nutricionales importantes de las semillas de sandía, entre los cuales destacan:
Proteína en las semillas de sandía
Las semillas de sandía son muy ricas en proteínas. Una taza de semillas secas contiene 30.6 g de proteína, lo que equivale al 61% del valor diario recomendado.
La proteína en las semillas de sandía incluye varios aminoácidos, uno de los cuales es la arginina. Aunque el cuerpo produce algo de arginina, algunas condiciones de salud pueden beneficiarse de una dosis adicional. Entre los beneficios de la arginina se incluyen la regulación de la presión arterial y el tratamiento de enfermedades coronarias.
Vitaminas del complejo B en las semillas de sandía
Las semillas también contienen varias vitaminas del complejo B. La Sociedad Americana del Cáncer informa que las vitaminas B son necesarias para transformar los alimentos en energía y para otras funciones corporales importantes.
La vitamina B más prevalente en las semillas de sandía es la niacina; una taza de semillas de sandía secas contiene 3.8 mg, lo que equivale al 19% del valor diario recomendado.
Ver: Té con semillas de sandía para limpieza renal
Minerales
Según los Institutos Nacionales de Salud, el magnesio ayuda a regular la presión sanguínea y el metabolismo de los carbohidratos, lo cual tiene un efecto beneficioso sobre el azúcar en la sangre. Otros minerales importantes en las semillas de sandía incluyen fósforo, hierro, potasio, sodio, cobre, manganeso y zinc.
Los minerales abundan en las semillas de esta deliciosa fruta. El magnesio es el mineral más presente, con 556 mg por cada taza de semillas secas, lo que representa el 139% del valor diario recomendado.
Grasas en las semillas de sandía
Lo más sorprendente de las semillas de sandía es la cantidad de grasa que contienen. Una taza de semillas secas contiene 51 g de grasa, de los cuales 11 g son grasas saturadas.
Las demás son grasas monoinsaturadas, poliinsaturadas y ácidos grasos omega-6. La Asociación Americana del Corazón informa que las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas ayudan a reducir el colesterol en la sangre, y los ácidos grasos omega-6 pueden contribuir a reducir la presión arterial alta.
El lado negativo de consumir una taza de semillas de sandía es la cantidad de calorías: estarías ingiriendo poco más de 600 calorías si consumes la taza entera.