Ser un buen padre en términos generales es, o deberá serlo, la prioridad de todas las personas que deciden tener hijos, pero lamentablemente esto no es así; existen muchos niños que crecen en un hogar donde no se desarrollan plenamente, y esto debido a que sus padres no les ayudan o no les permiten hacerlo, aunque no siempre es por mala intención de los progenitores, también es por desconocimiento o situaciones externas.
En este artículo no vamos a hablar de maltrato infantil, sino de negligencia, que son las situaciones donde los padres abandonan o descuidan las necesidades de sus hijos, sobre todo las necesidades emocionales de los más pequeños, esto puede ser a nivel físico o a nivel emocional, estos padres son conscientes en muchas ocasiones, pero en otras no, y creen que lo están haciendo bien, hasta que sus hijos muestran señales de alerta.
Algunas señales pueden servirte para darte cuenta si estás descuidando tu hijo, la negligencia emocional es perjudicial como el maltrato, muchas veces producto de la inmadurez del padre, las consecuencias en los niños es sentir abandono y baja autoestima.
Los niños necesitan atención
Uno de las principales situaciones de abandono, es el abandono emocional, donde el niño pese a tener atención física y material como alimentos, ropas, educación, entretenimiento, no dispone de la cercanía y afecto que sus padres deberían darle, afecto que es imposible ser recibido por otras personas excepto sus progenitores.
Cuando un niño nunca recibe palabras de motivación ni de felicitación por sus logros, o cuando sus iniciativas de abrazos y afecto no son correspondidas por sus padres, y peor aun cuando sus padres son indiferentes a sus estados de ánimo como llantos, dolor, etc. En estas situaciones los niños están siendo abandonados emocionalmente.
Señales de que estás desatendiendo a tu hijo
A continuación, y de manera de ejemplo te damos 5 situaciones que podrían ser una señal que no les estas dando la atención necesaria a tus hijos, recuerda que lo importante no es la situación sino lo que representa para el niño.
1. Tu hijo falta a clases y lo permites
Cuando sin justificación alguna tu hijo decide no ir a clases simplemente porque “no quiere” y el padre de familia lo permite constantemente, es una señal de que prefiere no enfrentar a su hijo e involucrarse en la situación, simplemente se auto convence diciendo que el niño es responsable y un descanso le viene bien.
2. Cuando fue la última evaluación escolar de tu hijo
Si no sabes la respuesta a esta pregunta, es porque no te estas involucrando lo suficiente y no estas al pendiente de sus actividades, es decir, no lo estas supervisando correctamente.
3. Exigirle más sin ver sus emociones
Los padres perfeccionistas tienden a creer que sus hijos siempre pueden hacer más o mejor. Estos son los padres que pueden quejarse cuando un niño trae a casa una boleta de calificaciones con todas las A y una B.
Los hijos de tales padres pueden llegar a ser perfeccionistas y establecer expectativas poco realistas para sí mismos, lo que genera ansiedad en torno a los sentimientos de nunca ser buenos o no desarrollarse plenamente en sus áreas o talentos.
4. El trabajo no te da tiempo
Esta situación es bien conocida por todos, padres que no saben manejar su tiempo, el estrés, ni su relación con los hijos, y se justifican diciendo que no les queda tiempo, cuando en realidad unos minutos de calidad al día con sus hijos, una llamada o un detalle podría mantener la relación fuerte.
5. Qué talento tiene tu hijo
Todos los niños tienen un talento, un padre involucrado lo descubre fácilmente, los padres que se limitan a dar lo material al niño sin darse el tiempo para conocerlo y permitirles que se expresen, dirán que sus hijos no tienen ninguno. O cuando alguien más lo descubre, parecen sorprendidos, como si se tratara de alguien que desconoce.
Como ves, la atención emocional, el tiempo dedicado y conocer a tu hijo, son acciones que repercuten directamente sobre su bienestar.