6 mitos comunes sobre el asma en los niños

La primavera y el verano traen consigo una mayor cantidad de partículas de polen, más humedad, y también cambios en la calidad del aire los cuales pueden activar o empeorar el asma en los niños.

Mitos sobre el asma en los niños

Mitos sobre el asma en los niños

El asma es una de las condiciones crónicas más comunes en niños, sin embargo, aún existen muchos mitos y creencias falsas acerca de ella. Sigue leyendo para descubrir más acerca de estos mitos. 

1. El asma en los niños es psicológico

El estrés puede empeorar el asma, pero el asma no es una condición psicológica o mental. El asma es una enfermedad física crónica con varios posibles desencadenantes y cambios que tienen lugar dentro del cuerpo. 

Las vías respiratorias de un niño pueden tensarse cuando el cuerpo reacciona de forma exagerada a cosas como los alérgenos u otros factores desencadenantes. Esto puede dificultarles la respiración.

Algunas afecciones psicológicas pueden causar síntomas similares al asma. Por ejemplo, un ataque de pánico puede causar dificultad para respirar o una repentina incapacidad para respirar. Estos síntomas generalmente no responden bien al tratamiento del asma, ya que no tienen la misma causa física subyacente.

2. Los niños con asma no pueden practicar deportes ni hacer ejercicio

Si bien alguna vez se pensó que el ejercicio y la actividad física empeoraban el asma, los expertos recomiendan que los niños con asma se mantengan físicamente activos. El ejercicio regular tiene muchos beneficios para la salud. Habla con el médico de tu hijo sobre los tipos de ejercicio adecuados para él. 

A menudo se recomiendan actividades como caminar, trotar y nadar, al igual que los deportes de equipo que requieren ráfagas breves de energía. También se deben evitar deportes como el esquí y el hockey sobre hielo, ya que el aire frío puede empeorar los síntomas del asma.

3. Los medicamentos para el asma pueden ser adictivos

Mucha gente piensa que los medicamentos para el asma son adictivos porque contienen esteroides. Sin embargo, los esteroides en los inhaladores para el asma funcionan de manera muy diferente a los esteroides que toman los culturistas para aumentar su musculatura, y además no son adictivos. 

Las personas que sufren de asma suelen utilizar sus medicamentos a diario para prevenir los síntomas del asma, no porque hayan desarrollado una adicción. El médico de tu hijo puede darte consejos médicos y explicarte cómo funcionan los medicamentos para el asma.

4. Los medicamentos para el asma son menos efectivos con el tiempo

Los diferentes medicamentos para el asma en los niños funcionan de distintas maneras. Si tu hijo tiene un ataque de asma, eso no significa que su medicación diaria haya dejado de funcionar. Puede significar que la calidad del aire es peor ese día o que tu hijo ha estado expuesto a un nuevo desencadenante ambiental. 

Sin embargo, si notas que tu hijo necesita con frecuencia su medicación de “rescate”, habla con un pediatra sobre las formas de controlar mejor el asma de tu hijo. Siempre que cambies la medicación de tu hijo, asegúrate también de actualizar tu plan de acción contra el asma.

5. Los niños con asma solo necesitan medicamentos cuando se sienten enfermos

Algunos niños tienen asma leve y solo necesitan medicamentos para los brotes ocasionales. Las personas que padecen de asma persistente deben mantenerla bajo control a diario. Si el plan de acción para el asma de tu hijo requiere medicación diaria, asegúrate de incluirlo en la rutina familiar. 

Ese medicamento de apoyo ayudará a tu hijo a mantenerse saludable. Es importante tratar incluso los síntomas leves para que no empeoren.

6. El asma en los niños eventualmente pasa

El asma de algunos niños mejora o parece desaparecer por completo a medida que crecen. Los médicos no comprenden completamente por qué sucede esto, pero saben que no siempre significa que el asma desapareció para siempre. A veces, los niños parecerán haber «superado» el asma, pero los síntomas reaparecen en la edad adulta. 

Por eso nunca asumas que tu hijo ya no necesita tratamiento para el asma. Si los síntomas de tu hijo cambian o mejoran con el tiempo, habla con un médico sobre los cambios en el plan de acción para el asma de tu hijo.