Incluso si han sido amigos durante mucho tiempo, es posible que la amistad no sea buena para ti en este momento, y alejarse sea la única solución.
Ser amigos para siempre, ese es un hermoso ideal. Pero en realidad, parece diferente: a partir de los 25 años, perdemos amigos y lo hacemos con bastante regularidad. Pero, ¿de qué depende qué amistad nos dure y cuáles finalmente se disuelvan?
Depende sobre todo de ti qué amistades quieres mantener y cuáles puedes disolver con la conciencia tranquila. ¿Quieres ser amigo de alguien cuyos valores han cambiado radicalmente? ¿Con alguien en quien nunca puedes confiar? ¿O con alguien a quien siempre tienes que perseguir?
7 preguntas que te ayudarán a decidir sobre el futuro de tu relación de amigos
Es importante confiar en el instinto. Para que sea más fácil tomar una decisión de todos modos, sin embargo, estas siete preguntas te ayudarán a comprender si una amistad es buena para ti o no.
1. ¿La amistad se siente como una relación comercial?
A veces es difícil saber si una amistad solo existe porque uno o ambos obtienen un beneficio inmediato de ella. Algunas personas son amigas tuyas porque se benefician de ti de alguna manera, y tal vez tú también te beneficias. La variante obvia: amigos que siguen intentando venderte algo, siguen pidiendo dinero o pidiendo favores todo el tiempo.
A veces, sin embargo, hay que mirar más de cerca porque los beneficios no son visibles de inmediato. ¿Eres amigo de alguien porque te admira porque cree que ser amigo de ti podría elevar su estatus social? También vale la pena para ti, después de todo, favorece tu autoestima. Deberás sopesar qué es lo que tomas y cuánto te cuesta una amistad con estas condiciones.
2. ¿Se involucra en hábitos poco saludables?
En realidad, las personas a las que les gustas están interesadas en tu bienestar y, por lo tanto, también te cuidarían y no te llevarían a hábitos que no son saludables o que te perjudicarían. Si sientes que tus amigos te están arrastrando hacia abajo o presionando si beben demasiado, fuman o tienen algún otro problema adictivo en el que estás constantemente involucrada, entonces puede significar que esta es una amistad tóxica para ti.
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Además de la importancia de determinadas actividades de ocio como hacer deporte o salir de fiesta, esto también incluye hábitos no saludables como quejarse todo el tiempo y lloriquear constantemente o tener serios trastornos alimentarios.
3. ¿Es posible que estés siendo manipulado?
Reconocer la manipulación emocional es extremadamente difícil cuando tú mismo estás siendo la víctima; después de todo, la manipulación está diseñada para no ser reconocida. Si alguien juega con tus sentimientos e influye en tus pensamientos de la forma que le resulta útil, es una señal clara de que, implícito en la amistad, hay una persona aprovechándose de la otra.
Una pista puede ser que tu amistad siempre se siente de alguna manera complicada. Otra puede ser que se sienta progresivamente peor en el transcurso de la amistad: que te sientas menos segura de sí misma o menos optimista de lo que estás acostumbrada. Una tercera señal puede ser que constantemente quieras o tengas que disculparte para ser «bueno» con la otra persona. Si no te das cuenta por ti misma, escucha cuando otros amigos o familiares te señalen tales señales. A menudo tienen una vista más clara desde el exterior.
4. ¿Son solo amigos porque son similares?
Algunas amistades existen por pura costumbre: porque iban a las mismas escuelas o siempre corrían juntas a entrenar, porque sus familias solían ir de vacaciones juntas o porque les encanta el teatro. Una vida similar, experiencias y pasatiempos similares pueden ser la base de una buena amistad, pero no tienen por qué serlo.
Sin embargo, una vida similar puede producir personalidades muy diferentes, que también siguen desarrollándose. Por ejemplo, un estudio de 2012 de más de 1.400 personas encontró que algunos de ellos eran amigos de personas de una raza, orientación sexual o género diferente. Entonces, a primera vista, eran completamente diferentes. De hecho, sin embargo, su amistad funcionó porque los amigos no vieron la similitud como base, sino valores como la confianza, la honestidad y el respeto como la base primordial de su amistad.
5. ¿Tus deseos y necesidades no son consideradas?
Hay amistades en las que los deseos y necesidades de uno de los dos siempre parecen tener prioridad. Cuando se genera este desequilibrio, uno de los dos se comienza a sentir menospreciado, desatendido e incluso usado por su «amigo» como un pasatiempo o un simple objeto para abastecer las necesidades del otro.
6. ¿Pueden confiar el uno en el otro?
Las buenas amistades están en equilibrio. Los amigos se apoyan mutuamente, se motivan, evitan que el otro tome decisiones estúpidas cuando es necesario. Celebran los éxitos juntos y comparten problemas, se consuelan y se alegran el uno por el otro, incluso cuando las cosas no se ven tan bien para ellos. En resumen: están ahí el uno para el otro.
Esto se aplica tanto a las cosas emocionales como a las muy prácticas. A tu amigo le gusta venir a celebrar, pero siempre tiene una excusa cuando necesitas que alguien te recoja en el aeropuerto por la noche o cuando necesitas ayuda en algo muy puntual. Entonces definitivamente deberías abordar esto una vez y, si nada cambia, reconsiderar esta amistad. Después de todo, ¿quién quiere amigos que no están allí cuando realmente necesitas ayuda?
7. ¿Puedes ser tú mismo?
Cada uno de nosotros juega diferentes roles en la vida. No hace falta decir que no siempre puedes ser tú mismo en el trabajo, y cuando visitas a la abuela, no todo el mundo es cien por ciento auténtico. Eso tampoco está mal. Pero si tienes la sensación de que nunca podrás mostrar tus verdaderos colores en tu amistad, si crees que tienes que fingir o no mostrar tus verdaderas emociones, entonces eso es una mala señal.
Mantener amistades requiere fuerza, no puedes tener un número infinito de ellas. Por eso es importante mirar con atención. Algunas amistades han sido geniales durante un período de tiempo y luego se vuelven aburridas o difíciles, otras son simplemente habituales y tienen poca profundidad.
Está perfectamente bien que se rompan las amistades, y elegir terminar con una no te convierte en una mala persona. Al contrario: demuestra que sabes lo que necesitas y lo que es bueno para ti. Después de todo, las verdaderas amistades son la base de las experiencias más hermosas de la vida.