7 signos frecuentes de que la diabetes está afectando a tu intestino

La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la capacidad del cuerpo para regular los niveles de azúcar en la sangre.

Además de los efectos conocidos en la salud cardiovascular y metabólica, la diabetes también puede tener un impacto significativo en el sistema digestivo, especialmente en el intestino.

7 signos a los que debes prestar atención

Aquí hay 7 signos comunes de que la diabetes está afectando a tu intestino:

Estreñimiento

El estreñimiento es un problema común en personas con diabetes, especialmente cuando la enfermedad no está bien controlada.

La disminución de la motilidad intestinal y la neuropatía diabética pueden causar problemas en el movimiento de los alimentos a través del tracto digestivo, lo que lleva a dificultades para evacuar.

Diarrea

Aunque el estreñimiento es más común, algunas personas con diabetes también pueden experimentar episodios de diarrea.

Esto puede ser el resultado de una sobreproducción de líquido en el intestino delgado debido a la neuropatía autonómica, una complicación de la diabetes que afecta los nervios que controlan los órganos internos.

Distensión abdominal

La acumulación de gas en el intestino es un fenómeno común que afecta a muchas personas, incluidas aquellas con diabetes. En la diabetes, este problema puede verse exacerbado por varios factores relacionados con la condición y su manejo.

Aquí hay una explicación más detallada de cómo la diabetes puede influir en la distensión abdominal y la acumulación de gas:

  1. Motilidad gastrointestinal alterada: La diabetes puede dañar los nervios (neuropatía autonómica), incluidos aquellos que controlan las funciones del sistema digestivo. Cuando la motilidad (movimiento) del tracto gastrointestinal se ve afectada, el paso normal de alimentos y gases a través del intestino se retrasa. Esto puede provocar que los alimentos permanezcan más tiempo en el intestino, lo que a su vez aumenta la fermentación por las bacterias intestinales, produciendo más gas.
  2. Alimentación y control de carbohidratos: Las personas con diabetes tienen que prestar especial atención a su dieta, específicamente a la cantidad y tipo de carbohidratos que consumen para controlar sus niveles de glucosa en sangre. Algunas dietas para la diabetes pueden incluir carbohidratos que son más difíciles de digerir o que el cuerpo no puede digerir completamente. Estos carbohidratos no digeridos pasan al colon, donde las bacterias los fermentan, produciendo gas como subproducto.
  3. Medicamentos para la diabetes: Algunos medicamentos orales utilizados para tratar la diabetes, como los inhibidores de la alfa-glucosidasa, que retrasan la absorción de los carbohidratos en el intestino, pueden contribuir a un aumento en la producción de gas. Igualmente, algunos edulcorantes artificiales utilizados para sustituir el azúcar pueden ser fermentados por bacterias en el colon, produciendo gas.
  4. Ingesta de fibra: Aunque una dieta rica en fibra es esencial para un buen control de la diabetes, puede incrementar la producción de gas, especialmente si la persona no está acostumbrada a una dieta alta en fibra o si se aumenta la ingestión de fibra rápidamente.
  5. Hiperglucemia: Cuando los niveles de glucosa en la sangre están elevados, puede afectar la absorción de nutrientes y alterar la motilidad intestinal, lo que lleva a una acumulación de gas.
  6. Descontroles glucémicos: Las fluctuaciones en los niveles de glucosa pueden afectar la función del vaciamiento gástrico y la motilidad intestinal.

Dolor abdominal

La neuropatía diabética afecta los nervios debido a los daños provocados por los altos niveles de glucosa en sangre a lo largo del tiempo. Puede impactar varias partes del cuerpo, incluido el sistema digestivo. Cuando la neuropatía diabética afecta los nervios que innervan el tracto gastrointestinal, puede surgir una variedad de síntomas, incluido el dolor abdominal crónico.

El dolor abdominal asociado con la neuropatía diabética puede variar en sensación y gravedad:

  1. Tipo de dolor: Puede ser sordo, constante y molesto o puede ser un dolor punzante y agudo. El tipo de dolor puede cambiar con el tiempo y puede no correlacionarse siempre con los patrones de alimentación.
  2. Localización: A menudo, el dolor puede no tener una localización clara y puede sentirse en diferentes áreas del abdomen.
  3. Asociación con las comidas: El dolor puede empeorar después de las comidas, especialmente si los alimentos son particularmente ricos en grasas o fibra, que pueden ser más difíciles de digerir y pueden ralentizar aún más la motilidad gastrointestinal en personas con motilidad ya comprometida por la neuropatía.
  4. Relación con otros síntomas: El dolor puede venir acompañado de otros síntomas relacionados con la neuropatía gastrointestinal, como distensión, cambios en los patrones de defecación (constipación o diarrea), náuseas y vómitos.

Problemas de absorción de nutrientes

La diabetes puede afectar la absorción de nutrientes en el intestino delgado, especialmente en casos de neuropatía diabética autonómica. Esto puede provocar deficiencias de vitaminas y minerales, como la vitamina B12 y el hierro, que pueden tener consecuencias graves para la salud.

Gastroparesia

La gastroparesia es una complicación de la diabetes que afecta la motilidad del estómago y puede provocar síntomas como náuseas, vómitos, sensación de plenitud temprana y pérdida de peso. Esta condición también puede afectar el intestino delgado, causando problemas adicionales de digestión y absorción.

Infecciones fúngicas

Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones fúngicas, como la candidiasis intestinal, debido a los niveles elevados de azúcar en la sangre que pueden alimentar el crecimiento de hongos en el tracto gastrointestinal.

Conclusión

Es importante estar atento a estos signos de que la diabetes puede estar afectando tu intestino. Si experimentas alguno de estos síntomas de manera persistente, es fundamental que consultes a un médico para recibir un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento.

Un buen control de la diabetes, incluida una dieta saludable, ejercicio regular y medicamentos según sea necesario, puede ayudar a prevenir o mitigar los problemas intestinales asociados con esta enfermedad.