Las personas que están tratando de combatir el sobrepeso, podrían sorprenderse de que la miel puede ser una aliada importante en esta batalla. Así es como lo demuestra un estudio científico realizado por la Universidad de Atenas.
Los increíbles resultados de la investigación
Esta investigación duró seis meses y mediante los resultados se concluyó que consumir 15 gramos de miel todos los días tiene un efecto beneficioso sobre la concentración de glucosa e insulina en el cuerpo en comparación con otros edulcorantes.
Los investigadores a cargo de este estudio, lograron demostrar que el consumo diario de la miel puede retrasar o prevenir el desarrollo de resistencia a la insulina, intolerancia a la glucosa y el desarrollo de diabetes tipo 2 en niñas obesas.
¿De qué manera ayuda la miel contra la obesidad?
La miel, aunque es un alimento caracterizado por su sabor dulce, está formada por azúcares con características completamente diferentes a las que se encuentran en el azúcar. Específicamente, la fructosa de la miel se absorbe en el torrente sanguíneo a través de un proceso de absorción activo.
En otras palabras, los transportadores que se encuentran en la superficie de las células de las vellosidades intestinales capturan las moléculas de fructosa y las transportan a las células para que la tasa de absorción de fructosa sea más lenta y no provoque hipersecreción de insulina.
Por el contrario, la absorción del azúcar por parte del cuerpo humano se realiza por ósmosis tras la digestión. Esto significa que la glucosa ingresa al torrente sanguíneo a un ritmo rápido y en alta concentración, lo que provoca la producción inmediata de insulina por parte del páncreas.
En conclusión, si alguien está buscando adelgazar, pero le resulta complicado dejar el azúcar, es mil veces mejor sustituirla por miel. A diferencia del azúcar, es un hecho que este dulce alimento le ayudará a tu cuerpo a perder peso más fácilmente.
La miel es antidiabética, antiobesidad, hipotensora, aseguran otros estudios
El síndrome metabólico (MetS) es un grupo de enfermedades que comprende la obesidad, la diabetes mellitus, la dislipidemia y la hipertensión.
La miel protege contra MetS al ejercer actividades antiobesidad, antidiabéticas, hipolipidémicas e hipotensoras. Los mecanismos que subyacen a estos efectos incluyen su naturaleza de IG bajo, que limita el aumento de peso y la acumulación de almacenamiento de grasa; mejora de la sensibilidad a la insulina y produce una reducción de los niveles de glucosa en sangre; aumento del metabolismo de los lípidos, lo que conduce a la prevención de la aterogénesis; atenuación del estrés oxidativo; así como protección contra la disfunción endotelial entre muchos otros.
Por lo tanto, la miel tiene un gran potencial para ser utilizada en el manejo de MetS como agente terapéutico, preventivo y complementario.
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