Los tóxicos en alimentos y productos de uso diario son una realidad plausible hoy en día. Los seres humanos y animales domésticos están cada vez más afectados por la exposición constante a estos compuestos que alteran el sistema hormonal y pueden ocasionar diversas enfermedades incluyendo el sobrepeso y la obesidad.
En las últimas décadas ha ocurrido un aumento dramático de la obesidad y se ha pensado que los causantes de esta epidemia son las dietas con alto contenido de calorías asociado a un estilo de vida sedentario, además del componente genético. Sin embargo, estas por si solas no pueden ser las únicas responsables.
En el 2010 un grupo de investigadores publicó un estudio en la revista Proceedings of The Royal Society, enel que analizaron está situación, indicando la posibilidad de que las causas del incremento del peso pudieran involucrar varios factores como son los tóxicos en alimentos y el medio ambiente aún no identificados.
Otros investigadores también han apoyado esta teoría, en una reseña publicada en Opinión actual en Endocrinología, Diabetes y Obesidad, se sugiere queentre los principales contribuyentes a la epidemia de obesidad en los humanos y animales se encuentran las sustancias químicas disruptoras endocrinas, ampliamente presentes en el medio ambiente.
“Somos lo que comemos”, seguro has escuchado en numerosas ocasiones esta frase, pero después de leer el siguiente artículo te surgirá una nueva interrogante… ¿Sabes realmente qué comes?
Tóxicos en alimentos y el medio ambiente
Los disruptores endocrinos (DE) son sustancias químicas externas que tienen la capacidad de imitar la conducta de las hormonas de nuestro cuerpo, alterando sus funciones.
Se ha identificado un tipo en particular de estas sustancias que puede desequilibrar los procesos metabólicos, principalmente si la exposición a estos tóxicos ocurre durante el embarazo y los primeros años de vida, predisponiendo a la obesidad, diabetes mellitus tipo 2 y el síndrome metabólico. Son llamados los «obesógenos».
Estos tóxicos en alimentos promueven la acumulación y formación de tejido graso en el cuerpo. Para que una sustancia pueda considerarse DE, la Autoridad Europea De Seguridad Alimentaria, estableció determinadas condiciones:
- Primero, deben provocar una consecuencia adversa sobre un cuerpo u organismo sano, como el caso de los obesógenos que tienen la capacidad de aumentar el contenido graso de las células.
- Segundo, que se evidencie su actividad hormonal en el cuerpo.
- Tercero, que se demuestre la relación entre los DE y su efecto contraproducente en la población.
Los tóxicos en alimentos son compuestos de muy bajo peso molecular, y es difícil lograr demostrar sus daños sobre el sistema endocrino humano. Existe, sin embargo, suficientes estudios demostrando sus alteraciones en animales.
¿Cuáles son los efectos en la salud de los tóxicos en alimentos y el medio ambiente?
Los obesógenos están presentes en los alimentos contaminados por pesticidas y en diversos productos industriales de uso diario.
Pero estos compuestos no solo se acumulan en la grasa, sino que también son transmisibles de madre a hijo. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Nature Reviews Endocrinology, estos son algunos de sus efectos:
- Elevan la cantidad de adipocitos (son las células encargadas de almacenar la grasa)
- Interfieren en la formación de los esteroides sexuales, alterando el sistema reproductor.
- Pueden actuar modificando la producción de las hormonas naturales aumentando o disminuyendo sus concentraciones, pudiendo ocasionar la aparición de tejido mamario en animales machos.
- Pueden afectar el tejido adiposo fetal, aumentando la cantidad y tamaño de las células grasas.
- Promueven la acumulación de triglicéridos, alterando el equilibrio de los lípidos en el organismo.
- Alteran el centro regulador del apetito y sus sensores de saciedad, causando patrones de alimentación obsesivos. Por ejemplo, pueden hacer que tengas más hambre y comas mucho más.
- Incrementan el riesgo de intolerancia a la glucosa y aumentan los niveles de insulina.
- Alteran el metabolismo en general y las funciones tiroideas.
- Aumentan el tejido graso de los órganos internos.
Algunos de los obesógenos o tóxicos en alimentos y medio ambiente más investigados
- Bisfenol-A
Lo podemos encontrar en los envases de plástico y latas de conserva de alimentos, se han asociado con el cáncer y la obesidad. Actualmente ha sido retirado de los utensilios para bebés en Europa.
- Ftalatos
También se encuentran en los plásticos, juguetes, cosméticos, pinturas y se relacionan con malformaciones genitales en niños, obesidad y resistencia a la insulina.
- Organotinas
Se usan en la agricultura como plaguicidas, en investigaciones realizadas se ha vinculado con aumento de peso en las ratas.
- Genisteína
En diversos estudios se ha comprobado su efecto obesógeno en dosis altas en los ratones de laboratorio y aumento de peso en mujeres postmenospaúsicas. Se puede encontrar en la soja.
- Sustancias órgano-estañicos
Son tóxicos que de forma perenne causan polución ambiental y se utilizan como fungicida en los alimentos, forma parte de los posibles obesógenos en los seres humanos.
Todas estas sustancias se pueden encontrar en cualquier parte, son tóxicos en alimentos y medio ambiente, por lo tanto, evitarlas es muy difícil, algunas medidas que puedes tomar para disminuir su exposición son las siguientes:
- Consume alimentos orgánicos, cultivados de forma natural.
- Disminuye el consumo de carne, ya que los animales son expuestos a los obesógenos.
- Evita el uso de cosméticos que contengan sustancias tóxicas como ftalatos.
- No consumas bebidas envasadas en plástico.