Aunque parezca largo, es un viaje muy corto, ¡disfrútalo!

Cuando vemos nuestra vida, solemos ver siempre el punto de partida muy cerca, y pensar siempre en la continuidad de la vida, más aún cuando somos pequeños, que esas preguntas ni siquiera existen en nuestra cabeza.

La vida es un viaje muy corto

Sin embargo, el viaje de la vida no es largo, como lo solemos creer inconscientemente, dejando siempre para otro día nuestros planes, incluso nuestra propia vida. Pero la realidad es que el viaje es más corto de lo que parece.

No se trata de verlo de forma pesimista, muy al contrario, se trata de aprovechar al máximo la vida, sabiendo que no debemos postergar todo, que debemos ya comenzar a ponerle la «palomita» de sueño cumplido a cada una de nuestras aspiraciones y sueños.

Empieza a disfrutar la vida, hoy

Los humanos nunca estamos satisfechos con lo que tenemos. Y siempre estamos tratando de conseguir algo más. Hasta entonces, hasta que nos sintamos «llenos» esperamos. ¿Qué estamos esperando? Tener más dinero, más tiempo, más experiencia, más felicidad. Ponemos nuestras vidas en espera, esperando…

Nada comienza y nada termina, por eso nunca somos felices, nunca logramos sentirnos adecuados, no podemos disfrutar de las cosas, de las personas, de la naturaleza. Esperamos plenitud, mejora, «algo mejor», «algo más», con el riesgo de que nunca llegue, pero la vida pasa.

Permítete sentir la vida, no reprimas tus sentimientos

Si hoy tuviera 14 años, quisiera que alguien me dijera: “No tengas miedo de vivir tus sentimientos. Deja que te complazcan o te lastimen mientras suceden, y luego se irán. No dejes de sentirlos.

No los resistas porque si les temes es resistencia, los haces más fuertes. Permítete sentirlos.

Tampoco los reprimas. Porque esto también es resistencia. Si finges que no existen, ya sea porque tienes miedo de su intensidad, o porque alguna vez te enseñaron a contenerlos, a restarles importancia, porque los sentimientos de los adultos son lo primero, los estás encendiendo nuevamente como en una olla a presión. Cuando necesites abrir la tapa, ¿qué sucederá?

Pero tampoco aumentas su intensidad, dándoles vueltas en tu mente durante horas, meses o años después del momento en que se desencadenaron e inflándolos sin pensar.

Reprimir los sentimientos y restarles valor está directamente relacionado con nuestra falla a la hora de cumplir nuestros sueños, de vivir la vida, de darle valor a cada paso. Por lo tanto, comenzar a vivir hoy no es solo una cuestión de decreto ni el Universo tienen nada que ver en esto, se trata de comenzar a darte permiso de sentir, de respetarte, y desde ahí comienza el camino para disfrutar nuestra vida, como sea, con lo que tenga, antes de que sea demasiado tarde.